"¿Siempre tienes flojera? ¡Revísate!"

Sensación de agotamiento constante, sumamente intenso que no corresponden a la cantidad de actividad física y mental que realizas por quienes lo padecen, son síntomas clásicos de la fatiga crónica.
El síndrome de fatiga crónica es un trastorno de salud provocado por varios factores, por lo cual debe tratarse con un enfoque interdisciplinario y con programas personalizados de actividad deportiva, recreativa y de manualidades.
"La fatiga crónica se presenta con más frecuencia en mujeres adultas jóvenes en etapa productiva, porque en ésta existen más exigencias laborales y familiares", comenta el doctor Miguel Palomar Baena.
El coordinador de Educación e Investigación en Salud del Hospital de Psiquiatría Morelos del Instituto Mexicano del Seguro Social señaló que el cansancio extremo y constante impide el funcionamiento laboral, académico, cognitivo y social, ya que quienes lo padecen, tienen mucha dificultad no sólo para moverse sino para pensar y tomar decisiones adecuadas.
"Para atender esta enfermedad, el Instituto Mexicano del Seguro Social brinda tratamiento interdisciplinario en el que intervienen reumatólogos, psiquiatras, psicólogos, entrenadores deportivos y de manualidades", explica Palomar Baena.
Por ello, cuando una persona es diagnosticada con este trastorno también se les canaliza a los Centros de Seguridad Social del Instituto para recibir un programa de actividad física y mental especial para sus ocupaciones y afinidades, lo que les ayudará a superar su transtorno y mejorar su calidad de vida significativamente.
A través de programas personalizados de actividad deportiva, recreativa y de manualidades, el paciente se integra a un grupo y puede recuperar más fácilmente parte de su funcionalidad física y mental.
"Lo importante, es mantenerlos con actividad constante y aumentarla gradualmente hasta que se estabilicen y no disminuyan su nivel de productividad", añade el especialista en psiquiatría.
Aunque la sintomatología es variable, generalmente la fatiga crónica se manifiesta a través de dolores de cabeza, problemas gastrointestinales y cuadros gripales, entre otros que llevan al paciente a requerir de descanso.
Para poder diagnosticar el trastorno, los síntomas deben estar presentes y constantes por lo menos durante seis meses, el paciente debe adherirse a la serie de estudios que les prescriban, por ser un diagnóstico difícil y luego someterse a un tratamiento que puede durar algunos años para devolver la salud al paciente.