Uno de los factores positivos que debe tener la gente es no imponerle sus propias opiniones a nadie.
No sea posesivo ni intolerante, no tenga prejuicios, permanezca en un plano feliz, armonioso, saludable, manteniendo su mente brillante.
Estimule a los oyentes con el acercamiento positivo y en ningún momento imponga sus creencias personales a la fuerza, espere a que la oportunidad se de para expresar su opinión y no tenga la seguridad de que toda la gente la aceptará.
Para influir sobre la gente favorablemente, manténgase alejado de las opiniones públicas y privadas, siempre muéstrese confiable, seguro de sí mismo y emita sus conceptos de una forma abierta, sin miedos.
Siempre busque lo bueno de la gente, acérquese a ella, comprenda sus valores y permita que la amistad y la confianza fluya entre ambos.
Evite escuchar conversaciones negativas acerca de usted mismo o acerca de los demás.
No permita que su mente se llene de ideas falsas, llenas de superficialidad y conceptos triviales, mejor alimente su espíritu de amor, bondad y buenos sentimientos.
Si tiene dudas, no se quede con ellas, a la larga entorpecerán su crecimientos espiritual y profesional y jamás llegará a encontrar la estabilidad emocional que necesita para evolucionar.
Las dudas promueven los conceptos erróneos y anclan la personalidad en todo lo negativo.
Busque lo mejor en usted mismo y en las personas con las que convive todos los días.