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"Tema de hoy"

"¿Sabemos escuchar?"

    Se habla mucho del diálogo en la sicología moderna, en los métodos para mejorar las relaciones humanas, entre los consultores matrimoniales. Sí, es necesario dialogar pero, para que exista el diálogo, es necesario que además de saber hablar, sepamos también escuchar. Desgraciadamente, en nuestros supuestos diálogos siempre queremos hablar más que escuchar.
    Algunas personas le llaman diálogo a un monólogo eterno con el que ametrallan a los demás. Si comprendiéramos cuántas personas están como encarceladas, esperando que les digamos "Cuéntame qué más sigue".
    Hay que pensar, que hay personas que en su interior están diciendo: "Ahora déjeme hablar a mí".
    Si fuéramos mejores escuchas, evitaríamos muchos arrepentimientos tardíos, por no estar atentos a lo que dicen los demás, antes de tomar una decisión, antes de imponer un castigo, antes de decir la última palabra.
    Saber escuchar es tener la humildad de creer que no lo sabemos todo, que podemos aprender algo que no sabemos, escuchando, pues al hablar sólo podemos decir lo que ya sabemos. Pensemos que los demás pueden tener la razón, que también nos podemos equivocar, que no tenemos el derecho exclusivo de hablar, de opinar, de juzgar, de mandar.
    El don de la palabra es maravilloso, nos da la oportunidad de comunicarnos desde nuestro océano interior, con el exterior. El saber escuchar es la capacidad de recibir las riquezas de los demás y participar en las sinfonías de la creación divina.