En cada uno de nosotros debe existir un soldado intelectual. Un ejército de verdaderos intelectuales que sepan reconstruir lo que otros están tratando de destruir, siempre con la verdad en los labios porque no hay arma más poderosa que ésta.
Hace apenas unos cuantos años vivió un gran hombre que nos enseñó que la voluntad, la integridad y la seguridad de estar defendiendo una causa justa son invencibles.
Que nada es imposible si verdaderamente nos lo proponemos. Y habría que añadir, que a lo largo de la historia el camino del amor y la verdad siempre han triunfado.
Este gran hombre, ejemplo para la humanidad, fue Mahatma Gandhi. He aquí algunas de sus palabras:"¿No dice el Nuevo Testamento que si tu enemigo te pega en una mejilla debes ofrecerle la otra?.
"He estado pensando en lo que realmente quiso decir: No que nos sometamos al otro, sino que debemos tener valor y estar dispuestos a que nos den un bofetón o muchos si es necesario, para mostrar que no vamos a dar marcha atrás, ni a abandonar por esto nuestra lucha por lo que es justo y verdadero.
Cuando mostremos firmeza algo se produce, en el interior del otro que hace que su odio disminuya y su respeto aumente. Cristo lo aplicó y yo mismo lo he comprobado".
Cuando en una ocasión se le acercó un hombre que lo seguiría por mucho tiempo, le dijo: "Quiero ayudarle" ¿Le sorprende? Gandhi contestó ¡Ya no! Al principio sí me sorprendía. Pero cuando se está luchando por una causa justa, la gente parece brotar del pavimento, como ustedes, aun cuando esa defensa implique riesgos.