"'Umbra' trae la maldad tatuada en las letras"
GUADALAJARA._ Con la felicidad tatuada en el rostro, Raúl Godínez ocupó su lugar en la mesa de honor de una de las salas que la FIL tiene dispuestas para presentaciones de libros. Lo acompañó el editor Braulio Peralta, que se encargó de introducir al público en el mundo de terror de Umbra.
Olga María Enciso le dio la bienvenida a los escritores y al numeroso público que asistió a la presentación del libro y dio las gracias al director del Sistema Educativo Valladolid, José Manuel Figueroa, por apoyar este proyecto literario.
"La maldad está adherida a las letras en Umbra, una novela de terror que inicia de una manera inusitada, es un editor que pierde su empleo a los 42 años y la frustración y la depresión se apoderan de él, se ve obligado a habitar la casa de su niñez, ocupada por un espectro que lo martirizaba cuando era niño", comentó Braulio Peralta.
"La novela tienen que ver con la fe, la noción de Dios, la maldad y las formas y maneras con las que nos podemos alejar de los espectros del mal, se nutre de las obras de Edgar Alan Poe".
El editor mencionó que la narración arranca con en un ámbito cotidiano que se va trastocando, un día sucede algo y todo se transforma a causa de una realidad alterna.
"El espectro va creciendo, va aumentando el mal, la realidad desaparece y ese mundo fantasmal termina dominando la novela. Estoy seguro que a muchos de los que lean el libro les va a pasar lo que al jurado, el primer contacto hizo surgir un prejuicio sobre la novela de terror y a todo lo que tiene que ver con la superstición, pero los que elegimos la novela nos dimos cuenta que el poder de la palabra hace que en esta obra lo irreal se convierta en real, y eso es un logro en la literatura".
Peralta resaltó la utilización de los rezos y oraciones para liberarse del mal por la musicalidad y la fuerza que le da a la narración esas palabras, además de recuperar una tradición que desde la época prehispánica se vivía con intensidad en la imaginería de México.
"Es una novela que arrastra al miedo. Hay mucho prejuicio en México en torno a la novela de terror, no está dentro de las tendencias, no es parte del realismo mágico, hay pocas novelas de terror de calidad en este País, recuerdo la de Emilio Carballido, Las visitaciones del diablo; Aura, de Carlos Fuentes; El libro de las pasiones, de Mario González Suárez".
No aceptaba que fuera de terror
"Cuando me avisaron que había ganado me dio terror, porque me parecía que la novela era un híbrido. Hasta que el jurado me leyó el acta asumí que era de terror y también está el planteamiento de que el mal se aprovecha de los estados de ánimo negativos y surge a partir de la inestabilidad, la angustia, el ansia, la depresión".
El ganador del Premio Valladolid a las letras asume que el género de Umbra va más allá del suspenso.
En el ámbito literario mexicano existe prejuicio por el género del terror, porque muchos lo consideran como un género menor, Raúl Godínez, el autor de la novela que ganó el Premio Valladolid a las Letras, aceptó que Umbra pertenece a este género hasta que el jurado lo señaló.
"Todos los libros pueden considerarse con tintes auobiográficos, Borges dijo que uno escribe por presencia o por ausencia, refiriéndose a que se deja plasmado lo que has vivido o lo que has deseado vivir y ambas cosas son parte de tu biografía", dijo.
"Creo que esta novela es de terror psicológico, siempre cuido mucho las atmósferas porque eso le da verosimilitud a las obras, investigo mucho, esta vez me metí a revisar la historia de Actopan, el lugar en donde se desarrolla la novela, es el lugar en donde nació mi abuelo".
Comentó que lo paranormal es algo que está presente en la cotidianeidad.
"Tenemos un prejuicio contra lo paranormal sobre todo de los que son muy racionales. Creo que todos en un momento de nuestras vidas hemos vivido experiencias de percepción diferente de lo que nos rodea, el universo ofrece miles de posibilidades, existe un ámbito que no alcanzamos a percibir del todo".
Godínez aceptó que la novela tiene dos lecturas.
"El personaje quiere resolver un problema de la infancia, es un niño que ve algo que nadie ve, pero resulta que lo que ve tiene que ver con su padre, con el pasado y esto satura su ámbito con voces, presencias que no comprende ni se explica, el niño es un ámbito de ingenuidad, de honestidad".
Como lector de Umbra, Raúl Godínez dice que le cree al autor que este espectro lo ve el niño y que es un ente de maldad que está ahí y que el único que la percibe es el niño.
"Es una novela singular porque es de terror, cada capítulo tiene fragmentos breves, quise escribir algo que fuera lineal, que no tuviera flash backs, no lo logré del todo, los fragmentos están encabalgados, el final de uno da pie al otro para mantener la atención del público y lo logro con una frase directa que siembra inquietud", compartió.
"El primer capítulo lo termino diciendo 'pero no contaba con el destino', suelto pequeñas frases que enganchan el lector, escojo las palabras que logren el efecto para no perderlo. Nunca me propuse hacer una novela de terror, quería hacer una novela de recuerdos, y lo que sucedió fue que empezaron a presentarse sensaciones. Fui un niño muy temeroso, me daban miedo los ambientes de las iglesias, la oscuridad".
Aseguró que el terror va a seguir presente en su obra y que hará una antología de lo que ha publicado con los ambientes de suspenso, violencia y sangre.
ADQUIERA EL LIBRO
El libro está a la venta en el Centro Cultural Valladolid, ubicado en Belisario Domínguez entre Hidalgo y Genaro Estrada.