"Un dinosaurio en Chapultepec"
MEXICO ( UNIV)._ México posee una vasta riqueza en vestigios paleontológicos, los cuales ofrecen una mirada a las diversas especies que habitaron este territorio hasta hace 70 millones de años.
Muestra de ello son los constantes hallazgos de restos de dinosaurios que se realizan en el norte del país, en los estados de Chihuahua y Coahuila, así como vestigios de megafauna de hace unos 13 mil años, que recientemente se han descubierto en la Cuenca de México.
Por ahora, en el valle de México no se han descubierto esqueletos de imponentes dinosaurios como los que se exhiben, por ejemplo, en el Museo del Desierto, en Saltillo, Coahuila.
Sin embargo, en la Ciudad de México existen al menos dos recintos de referencia en donde es posible apreciar algunos ejemplares de estas gigantescas especies que causan sensación a chicos y grandes.
Uno de ellos es el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, ubicado en la segunda sección del Bosque de Chapultepec.
En su sala dedicada a la Evolución, donde es posible apreciar el desarrollo de los seres vivos, el recinto alberga una de sus más espectaculares piezas: la reproducción del esqueleto del Diplodocus carnegii, un dinosuario descubierto por el científico William Reed en Wyoming, Utah, en 1899, y nombrado así en honor de Andrew Carnegie, famoso patrocinador de diversas excavaciones paleontológicas en el Siglo 20.
La pieza, de unos cuatro metros de altura y 27 metros de largo, llegó al país el 4 de noviembre de 1929 y su ensamblaje se hizo originalmente en las instalaciones del Museo Nacional de Historia Natural, entonces ubicado en el Museo Universitario del Chopo.
PARA SABER
Desde 1964, ese esqueleto de dinosaurio se puede apreciar en el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, ubicado en la segunda sección del Bosque de Chapultepec.
