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"Libro"

"Un exiliado español en Mazatlán"

"Presenta hoy su libro "Rumbo al exilio", en el Museo Arqueológico"
16/11/2015 11:05

    Gabino Gracia recorrió un largo camino desde España y eligió vivir en Mazatlán. Nació en plena Guerra Civil española, cuando tenía 3 meses de edad, su madre decidió salir de su país con sus tres pequeños hijos, una de 3 años otro de 2 y el pequeño Gabino de brazos, para buscar en Francia a su esposo. Fueron encerrados en un campo de concentración para inmigrantes españoles y tres años después llegaron a México, el libro "Rumbo al exilio narra su odisea". 

    El texto va a ser presentado hoy, a las 19:00 horas, en el Museo Arqueológico de Mazatlán. Gabino Gracia tiene 76 años y ha escrito otros tres libros: "Vacaciones en el Pacífico Mexicano", "Las Aventuras de Pascal" y "Tormenta en el Golfo", es ingeniero civil de profesión y desde el 2000 empezó a escribir cuento, "Rumbo al exilio" es una obra autobiográfica. 

    Llegó a Mazatlán para supervisar la construcción de los edificios de Costa Bonita y Escala Náutica, desde hace 10 años vive en Mazatlán, fue jubilado por el Gobierno español por ser un "Niño de la Guerra", se enamoró de la puesta sol y de la gente patasalada y echó raíces. 

    El detonante que lo llevó a escribir "Rumbo al exilio" fue la muerte de su hermana y, por temor a que se perdiera la historia familiar, decidió investigar, recuperar fotografías, hacer largas charlas con su hermano para reconstruir los 10 primeros años de su vida, desde su nacimiento. 

    "Mi padre no podía regresar a España porque lo iban a fusilar, mi madre quería reunirse con él, vivíamos en Gerona, porque ahí estaba la base aérea en donde estaba mi padre, que era piloto de un avión, él consiguió que un amigo llegara con su auto para que nos dejaran en la frontera", comentó. 

    "Huíamos de la guerra, de los fusilamientos contra los simpatizantes de la República; también huíamos del hambre, mucha gente murió de hambre, mi hermano y yo sobrevivimos gracias a que nuestra madre nos amamantaba, cuando al fin nuestro padre nos encontró en el campo de concentración, después de mes y medio, nos fuimos a vivir a un departamento como exiliados españoles. Mucha gente murió en los campos de concentración porque venían heridos y no había condiciones para que se curaran". 

    Gracias a las gestiones del cónsul de México en Francia, Gilberto Bosques, el 8 de septiembre de 1942 se embarcaron en el puerto de Marsella, en Francia, en el trasatlántico Nyassa. Ahora huían de Francia que en ese momento estaba ocupada por los nazis y los simpatizantes con el comunismo eran considerados como enemigos del Tercer Reich. 

    En México se reunieron con otros exiliados y su padre consiguió un trabajo.
    "Vivimos mucho tiempo atrás del Monumento a la Revolución, por ese rumbo vivían muchos exiliados españoles. Mis hermanos y yo estudiamos en el Colegio Madrid, que se fundó para que estudiaran los hijos de exiliados", explicó. 

    Todo esto y mucho más encontrará en la historia contenida en el libro "Rumbo al exilio", el rescate de la memoria de una familia que hace 73 años dejo su patria para vivir el resto de su vida en el exilio.

    LA HORA
    El libro "Rumbo al exilio" va a ser presentado hoy, a las 19:00 horas, en el Museo Arqueológico de Mazatlán.