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Columna

Una iglesia católica en Ur de Caldea

EVANGELIZACIÓN, EDUCACIÓN Y CULTURA
13/07/2021 14:19

    Como ocurrió con el mito de la guerra de Troya, la cual era considerada como salida de la imaginación del bardo Homero, también así fue considerada la existencia de la ciudad de Ur de Caldea, en ambos casos la ciencia de la arqueología demostró su existencia histórica, confirmando que los mitos, en la mayoría de los casos, fueron hechos reales, aunque distorsionados en el devenir del tiempo.

    La existencia de la legendaria ciudad de Ur fue confirmada al descubrir su nombre escrito en tablillas encontradas en las excavaciones realizadas en un promontorio de escombros antiquísimos, llamado el Tell-Al-Muquayyar, situado en las cercanías de la actual ciudad de Bagdad.

    Esta antigua ciudad, a quien los textos bíblicos señalan como el lugar de nacimiento de Abraham, uno de los personajes más emblemáticos de las actuales religiones con más importancia en el mundo; el judaísmo, el islamismo y el cristianismo.

    El lugar está ubicado en el hoy conocido como el país de Irak, en una región en donde germino un estilo de vida centrado en la fe a la trascendencia de un ser superior, creador de todo lo creado, a quien conocimos con el nombre de Dios.

    La fe cristiana, hoy en ese lugar, constituye una minoría, pero, a pesar de ello, tiene una presencia real, presidida por el patriarca de Babilonia de los Caldeos, el Cardenal Louis Raphael Sako, con un testimonio de convivencia con los otros credos de los habitantes del lugar.

    El patriarca Abraham, a quien ahí es conocido con el nombre de Ibrahim Al-Khalil, inicio desde ahí una aventura, la cual culminaría con el establecimiento de la promesa, a él dada, de ser padre de un pueblo portador del mensaje de salvación para toda la humanidad.

    La misión de Abraham, ya estando en la tierra de Canaán, no fue una empresa fácil, teniendo que convivir en continua controversia con un ambiente extraño y ajeno a su formación cultural y a su concepción de la trascendencia, siendo su vida una continua prueba de fidelidad a Dios en medio de adversidades.

    Después de la histórica visita del Papa Francisco I a ese lugar ha surgido la iniciativa, impulsada por Adour Ftouhi Boutros Katelma, ingeniero de la iglesia católica, quien presento al patriarca cardenal Sako un proyecto para la construcción de un templo ahí en Ur. El proyecto fue bien recibido por el primer ministro iraquí, Mustafá Al-Kadhimi.

    La intención de este proyecto y su posible realización, deben ser vistas como una propuesta de un diálogo interreligioso y en palabras del pontífice, de un llamado a construir una fraternidad universal, presentando la imagen de la trascendencia divina, frente a la paradójica realidad de un mundo distorsionado por la propuesta por los intereses materialistas.

    Su realización nos deberá impulsar a vivir unidos en la fe en un único Dios, origen y principio de las tres religiones monoteístas de la actualidad, centradas en un mismo lugar y en un mismo acontecimiento, lo cual nos invita a un diálogo fraterno, según la propuesta divina de dar gloria a Dios, viviendo la paz con todos los hombres de buena voluntad.

    Su realización nos deberá impulsar a vivir unidos en la fe en un único Dios, origen y principio de las tres religiones monoteístas de la actualidad, centradas en un mismo lugar y en un mismo acontecimiento, lo cual nos invita a un diálogo fraterno, según la propuesta divina de dar gloria a Dios, viviendo la paz con todos los hombres de buena voluntad.