"Vertigo"

No vi Escalofrío (Fritt Vilt, Noruega, 2006) cuando se estrenó en México, por allá a inicios de 2007, pero ya que llegó a Culiacán su secuela, Escalofrío 2 (Fritt Vilt 2, Noruega, 2008), me di a la tarea de buscar la primera película, un efectivo slasher noruego, claramente influenciado por los clásicos Masacre en cadena (Hooper, 1974) y Halloween (Carpenter, 1978).
La primera Escalofrío está disponible en DVD nacional y es todo lo que había leído que era: un convencional, pero emocionante y bien ejecutado gore/slasher film en el que un grupo de cinco amigos veinteañeros –dos parejas y un soltero- provenientes de Oslo viajan a la Noruega profunda, a unas bellísimas montañas bañadas en nieve, a practicar con sus patinetas. Cuando uno de ellos, el soltero Morten Tobias (Rolf Kristian Larsen) se quiebra la pierna, los cinco tienen que refugiarse en un hotel abandonado en donde habita una cruza de Michael Myers y el Cara-de-Cuero de Masacre en cadena, que irá despachando al otro mundo a los muchachos, con un hacha o un zapapico, lo que encuentre primero.
Por supuesto, no se escabecha a todos. Como es costumbre en la fórmula, la Némesis de este brutal e indestructible serial-killer –que tiene su propia historia, sugerida a través de brevísimos flashbacks- resultará una guapa e indómita mujer de no malos bigotes. Su nombre es Janicke y es interpretada por Ingrid Bolsø Berdal, una actriz noruega que –si exceptuamos este par de filmes- es desconocida en México.
Escalofrío es dirigida con mano segura por el debutante Roar Uthaug, que se espera sus buenos 39 minutos para mostrarnos el primer asesinato. Luego se irán sucediendo los demás, más sugeridos que mostrados. El final, con todo lo previsible que es, resulta ejemplar porque no deja cabos sueltos ni posibilidad clara para la secuela.
Sin embargo, he aquí que sí se hizo la secuela, Escalofrío 2, realizada dos años después y estrenada aquí –en una sola sala de Citicinemas- con cuatro años de retraso.
Dirigida ya no por Uthaug sino por otro debutante, Mats Stenberg, Escalofrío 2 se presenta como un franco homenaje a la secuela Halloween 2 (Rosenthal, 1981). La heroína de la primera parte, Janicke (nuevamente Ingrid Bolsø Berdal, claro está), despierta en un hospital que está a punto de ser cerrado. Da, como puede, su declaración, y aunque la policía inicialmente no le cree, el sheriff (Per Schaaning) manda a unos policías a corroborar el entrecortado testimonio de la traumatizada mujer. En efecto, los cadáveres de los amigos de Janicke y el del asesino son encontrados y llevados a la morgue del mismo hospital en donde se encuentra internada la joven.
Por supuesto, antes de que se pueda deletrear Michael Myers, el asesino "resucitará" –al parecer, no es la primera vez que lo hace- y procederá a escabecharse a todo el reparto en ese pueblito perdido en el norte de Noruega. Lo bueno es que Janicke cuenta ahora con la ayuda de una joven doctora también guapa (Marthe Snorresdotter Rovik) con la que hará equipo para eliminar de una vez por todas al invencible y descomunal serial-killer.
La secuela está dirigida con solvencia industrial, la sangre no empieza a aparecer sino pasada la media hora -a estos noruegos les gusta desarrollar sus personajes- y las dos protagonistas son convincentes como damas joven en peligro pero correosas: una especie de versiones noruegas de Sigourney Weaver y Jamie Lee Curtis. Nada mal.
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