"Vértigo"
Vista en Morelia 2013, finalmente ha llegado a Culiacán el remake gringo de la cinta mexicana de caníbales Somos lo que hay (We are what we are, EU, 2013), tercer largometraje de Jim Mickle (Mulberry St./2006, no vista por mí; notable Tierra de Vampiros/2010).
La historia original de Jorge Michel Grau es trasladada a algún lugar de la América profunda, en un pueblito asolado por el mal tiempo y las inundaciones. En el bosque viven los Parker, una familia solitaria -papá, mamá, dos hijas, un niño pequeño- que cada año cumple con un rito ancestral de canibalismo.
Si en la cinta mexicana inicia con la muerte del patriarca, aquí vemos la muerte accidental de la mamá, lo que provoca que la hija mayor, Iris (Ambyr Childers), sea la responsable de seguir la tradición, pues entre los Parker la encargada de dirigir el "sacrificio" de cada año es la mujer de mayor edad.
La cinta se ve beneficiada por el inquietante retrato que se hace del fanatismo religioso en el que descansa el origen del canibalismo ritual, el reparto es más que competente y Mickle logra algunos momentos verdaderamente asquerosos lo que, tratándose del género, es un elogio.
Hacia el final tengo la sensación que a Mickle y a su coguionista Nick Damici se le van las cabras al monte, pero esto no echa a perder por completo una muy satisfactoria película de horror.
El mismo problema tiene, hacia el desenlace, Non-Stop: Sin Escalas (Non Stop, Francia-EU-GB, 2014), el más reciente vehículo de lucimiento de Liam Neeson, el Charles Bronson de prestigio del nuevo siglo. La película tiene un buen inicio y un mejor desarrollo, que se terminan yendo al caño en su desbordado final con los balazos y las explosiones de rigor.
Liam Neeson interpreta a un alcohólico y atormentado agente federal que, asignado a proteger un vuelo Nueva York-Londres, se encuentra con que un terrorista, a través de una red privada de comunicación, amenaza con matar un pasajero cada 20 minutos si no suelta una millonaria marmaja. Y el problema es que, en efecto, a los 20 minutos hay el primer muertito. Y luego otro. Y luego
Bueno, usted entiende.
La primera parte, en la que Neeson, es una suerte de embroncado detective tratando de resolver la identidad del pasajero terrorista -una especie de novela de Agatha Christie en el aire-, es lo mejor del filme. Algo más a favor: el buen reparto secundario de sospechosos Julian Moore, Corey Stoll, Michelle Dockery, Lupita Nyong'o antes del Oscar- ayuda a que la película resulte más atractiva e interesante de lo que realmente es. De cualquier manera, con todo y su desaforado final lleno de servidumbres y convencionalismos, no se puede negar que Non-Stop: Sin Escalas aguanta el palomazo sin mayores problemas.
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