|
"TESTIMONIO"

"Vive minutos extras Regina Kuri"

"Tras su recuperación, Regina Kuri comparte su experiencia desde que a los 13 años empezó a consumir drogas"
06/11/2015 11:48

    Tenía 13 años cuando Regina Kuri probó el alcohol. Eso la hizo sentirse increíble. Quería "comerse" el mundo experimentando desde entonces con todo tipo de drogas.
    No le fue difícil conseguirlas, sólo preguntó a la persona indicada. Sabía del daño que causaban pero pensó: "eso no me sucederá a mí", impulsada por la ilusión de sentirse bien.
    Hasta entonces era una alumna regular, sus padres la querían y sólo tenía un hermano que era su gemelo, pero no se sentía bien consigo misma. Si le compraban una pelota quería una más grande, quería también que la atención estuviera centrada sólo en ella.
    Kuri pensaba que era la única en el mundo que tenía problemas, que todos estaban contra ella. Hasta que encontró la solución. Se enganchó en las drogas, aun mirando amigos que terminaban en un manicomio o muertos.
    "Me sentía tan bien cuando consumía drogas o alcohol, que a pesar de mirar morir a mis amigos o verlos hospitalizados, yo decía que eso no me sucedería a mí. Sí me fueron pasando cosas pero no con fondos espectaculares como destruir coches o cosas así. Sucedió que en casa nadie se daba cuenta, además no podría parar", cuenta.
    "Era más grande la necesidad de drogarme porque te conviertes en una esclava, la dependencia es terrible. Así seguí durante muchos años, hasta que a los 27 años decidí pedir ayuda".

    Nueva vida
    Kuri ahora tiene 31 años, es autora del libro Girando de un tacón y recuerda que después del proceso de desintoxicación descubrió que es una mujer con defectos y virtudes.
    "En mi caso la vida me dio en chance de empezar de cero. Pude perdonar y perdonarme. Descubrí que durante toda mi vida había estado dormida. No sabía quién era hasta después de salir de una clínica de rehabilitación", explica quien es presidenta de la Fundación Ayudemos Todos.
    "Busqué estar bien, encontrarle sentido a la vida. La ayuda de los demás fue muy importante, de otra manera no la hubiera hecho. Empezando porque yo no sabía que era una enferma, creía que era la escoria de la sociedad pero descubrí que existe un poder superior que está dentro de mí, de todo el mundo que me hizo salir adelante".
    Darse cuenta de que está viva es lo que la mantiene día a día. Dar conferencias como la que dio en el Primer Congreso de Valores, El Valor de la Mujer, organizado por Noroeste y el Tecnológico de Monterrey, es parte de su integración al mundo.
    "Mucha gente podrá decir 'ay qué buena es', pero realmente hago esto porque así me salva cada día de caer, lo hago por el amor que he generado hacía mí misma y al mundo, porque alguien como yo lo que hace es vivir horas extras y las quiero aprovechar", indica.

    La rehabilitación
    Aceptar que un adicto necesita ayuda es lo más complicado, explica Kuri, porque se va contra el ego.
    "El hecho de aceptar que hay un poder superior que el que uno tiene es ir contra tu ser, pero después de saberlo es increíble, hoy soy feliz, útil y me siento bien, claro que pasan cosas a como cualquier ser humano, pero ya sé que no pasa nada. Ya no sientes que eres la única a la que la vida no la trata bien, sino que eres una de muchos".
    Al culminar su proceso de rehabilitación pasó meses "horribles" porque quería seguir su misma vida pero sin drogas.
    "Sucede que después de esto, un drogadicto tiene que cambiar su forma de pensar, de otra manera sufres porque vives lo mismo pero sin drogarte y empiezas a sentirte mal. En mi caso tuve una recaída emocional fuerte, me empecé a quemar con cuchillos, porque el problema de adicción no es el consumo de drogas, sino el ego", considera.
    "Es hasta cuando sientes el click de la recuperación que el pensamiento cambia y la obsesión se va. Caes en cuenta de que eres una más en el mundo, saber que no soy la única que sufría es lo que me alivianó el alma". 


    Legalización de la mariguana
    La legalización de la mariguana en México, no sería una buena solución al problema de la drogadicción, opina Regina Kuri.
    "Pasa que la mariguana hace que te dé mucha güeva y sí podrán legalizarla, pero ¿qué tendremos?, una bola de chavitos tirados en un sillón riéndose de pend..., pero además existe un 60 por ciento de posibilidades de consumir otras cosas", comenta.
    "Podrá haber argumentos positivos ante la legalización pero si no se está pensando en la contraparte, que es la educación, los programas de rehabilitación no llegaremos a nada. Tampoco creo que sea la salida para los problemas del narcotráfico".

    "Me sentía tan bien cuando consumía drogas o alcohol, que a pesar de mirar morir a mis amigos o verlos hospitalizados, yo decía que eso no me sucedería a mí.
    Regina Kuri
    Conferencista