MÉXICO (UNIV)._ Antes que Actividad paranormal, Anabelle, El conjuro y todas estas nuevas películas que provocan miedo, hubo un personaje que marcó a toda una generación de jóvenes, pues fue el terror que se metió en la esencia básica de la humanidad: los sueños.
Hace 30 años, un 11 de noviembre se estrenó Nightmare on Elm Street/Pesadilla en la calle del infierno, una de las películas de terror que dejó huella en la historia del cine.
Freddy Krueger era el ente demoniaco principal, que se metía a los sueños para hacerlos pesadillas y desde ahí, quitar la vida al durmiente.
El rostro desfigurado por el fuego; el sombrero ajado; el suéter con rayas verdes y rojas, además del guante con afilados cuchillos, son los rasgos del personaje creado por Wes Craven y al que diera vida Robert Englund.
La película en su momento desangró la taquilla y recaudó 25 millones de dólares, con apenas una inversión de 1.8 millones; New Line Cinema, la productora, sobrevivió a su inminente quiebra y la panacea fue tanta que después filmaron ocho secuelas más.
"Krueger inauguró un nuevo tipo de terror que profundizaba en el lado oscuro de las personas y uno de los miedos primarios es el temor a ser desgarrado, porque esa es la forma como mata la naturaleza, con zarpas y colmillos", explicó en su momento Craven.
De todas las muertes de la saga, la más espectacular fue la de Glen Lantz, que marcaba el debut de un imberbe Johnny Deep, novio de la protagonista Nancy Thompson.
Freddy lo atrapó mientras dormía en la cama y descuartizó en medio de un geiser de sangre. Se ocuparon casi 500 litros de líquido rojo.
Alma asesina
"Freddy Krueger" podría tener 74 años, pues su versión humana vino al mundo en la Navidad de 1940.
"Amanda", su madre, antes de entrar a una orden de religiosas fue encerrada por error en Westin Hills, un hospital para maniacos, en la sección de los criminales más dementes.
Así, al menos 100 trastornados la violaron y torturaron durante varios días. Al cabo de ello la rescataron hecha trizas y embarazada de Freddy, quien apenas nació fue adoptado por un borrachín de apellido Underwood, que lo llamó: Frederick Charles Krueger.
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