"Abre 'Tron: Legacy' una nueva era de los efectos especiales"
LOS ÁNGELES (EFE)._ El universo cibernético de Tron pasa del MS-DOS a la realidad virtual en su secuela Tron: Legacy, un filme que se ha hecho esperar y que llega ahora a los cines convertido en el mayor espectáculo audiovisual desde Avatar.
Con un presupuesto estimado de 200 millones de dólares, la película aspira a convertirse en un éxito en taquilla y en un referente para el séptimo arte tal y como lo fue Tron en 1982, cinta de culto de ciencia ficción pionera en el uso de imágenes generadas por computadora.
Tron: Legacy retoma la historia de Kevin Flynn (Jeff Bridges), un visionario informático que quedó atrapado en los circuitos de una supercomputadora. Una dimensión digital en la que los programas tienen forma humana y a la que ahora llegará accidentalmente su hijo, Sam Flynn (Garret Hedlund), dispuesto a rescatarle.
"Ha llevado a una generación entera crecer con ese filme y desarrollar esas tecnologías para llegar hasta aquí", aseguró Steven Lisberger, creador de Tron y que ejerce como productor en su versión 2.0.
"En los 80 pensamos que iba a haber más Tron, pero luego nos dimos cuenta de que era muy adelantada a su tiempo. Lo que no imaginé es que iban a pasar más de 20 años antes de la segunda parte", declaró Lisberger, quien cedió la batuta de dirección para Tron: Legacy a Joseph Kosinski, un neófito en el mundo del cine.
"Vi la película en una cinta de VHS cuando tenía 9 años. Era algo completamente diferente y eso fue lo que se quedó conmigo hasta que en 2007 Sean Bailey (productor) me comentó la posibilidad de participar en el proyecto", explicó Kosinski, arquitecto de carrera con un largo recorrido en la realización de anuncios.
El director novel trasladó su experiencia en campañas de publicidad para populares videojuegos como Gears of War o Halo, así como para diferentes marcas de coches, al entorno de Tron para construir Tron: Legacy.
Un desafío técnico y estético al que Konsinski respondió presentando una especie de planeta inhóspito y oscuro dominado tiránicamente por el alter-ego de Kevin Flynn, Clu, donde destacan las escenas de persecuciones plasmadas en cuidadas coreografías.
La música electrónica de Daft Punk contribuye notablemente a dar cuerpo y volumen a esta trabajosa producción que apostó por el efectismo visual del 3D.
"Rodamos durante casi 80 días, aunque yo había ya empezado a realizar pruebas hacía tres años", dijo Kosinski, quien insistió en que en para Tron: Legacy se usaron equipos más modernos que los empleados en Avatar (2009).
Olivia Wilde (House), que hace las veces de una delicada y fiera guerrera, es la única mujer protagonista en una película muy masculina y donde la trama termina por dejar a los personajes en un segundo plano.
ESTRENO
"Tron: Legacy" se estrenará en Estados unidos este viernes y a México llegará el 24 de diciembre.
LA HISTORIA
Sam Flynn, un joven de 27 años experto en tecnología e hijo de Kevin Flynn, investiga la desaparición de su padre y se ve arrastrado hacia el mundo digital de Tron, donde su padre ha estado viviendo durante 25 años. Junto con la fiel amiga de Kevin, padre e hijo se embarcan en un viaje de vida o muerte a través de un universo cibernético visualmente asombroso y plagado de peligros.
EN CORTO
"Tron: Legacy", es la secuela del filme de Walt Disney Pictures de 1982 que revolucionó el género de la ciencia ficción.
El filme original llegó a la cartelera en 1982, pero pasó inadvertido, y con el paso del tiempo adeptos fueron surgiendo de la nada hasta convertirlo en una película de culto.
Para algunos, la historia deja a la imaginación que es una revoltura entre "Rollerball" (1975) y "La Guerra de las Galaxias" (1977) por algunas similitudes entre los relatos de las tres películas y algunos de sus personajes, aunque será el público y los fans quienes digan la última palabra.