"Bailan con Celso Piña"
PAPANTLA, Veracruz (UNIV)._ Celso Piña voló como hombre/pájaro en el cierre de la Cumbre Tajín 2009, y descendió del palo de su cumbia de barrio a una tierra que ya lo esperaba.
Enloqueció a esta ciudad sagrada y a sus súbditos desde un principio.
Piña deleitó a miles de personas en el Nicho de la Música y dejó el ambiente muy caliente para el broche dorado de la Orquesta de Salsa de la Universidad Veracruzana, la cual puso a bailar hasta las piedras.
Tal que una fiesta en su natal Monterrey, El Rebelde del Acordeón se hizo de un blasón más en su trayectoria y al mismo tiempo demostró que puede encabezar un cartel de festival que un concierto en solitario.
Y es que el intérprete se encontró en su medio, una ciudad tropical, ávida de música como la suya, caracterizada por acordes cumbiamberos.
Sin igualar en número de visitantes a sus predecesores, Kinky y Los Tigres del Norte, el regio interpretó canciones como Cumbia poder, Cumbia del río o la tradicional Cumbia sampuezana, temas con los cuales desgastó la noche cálida en la ciudad del trueno.
La Cumbre Tajín culminó en medio de vítores y ayes, de despedidas amorosas entre quienes acompañaron a los artistas y participantes en general de este festival de la identidad.
Cosa curiosa, después del concierto de Bandula, Piña y la Orquesta de salsa de la UV, no hubo palabras de clausura. Simplemente le velada se diluyó como a las 03:00 de la madrugada.
Salomón Bazbaz, productor del evento, advirtió un par de días antes que el proyecto sigue creciendo y dando a conocer la cultura del Totonacapan al mundo.
CINCO DÍAS
Fueron cinco días de encuentro de culturas, de voladores de Papantla, temazcales, talleres, artesanías, juegos autóctonos, expositores, rituales, ceremonias, acrobacia indígena, danzas tradicionales del Totonacapan, gastronomía y de unas ruinas en el Tajín milenario, de los abuelos totonacos, plenas de vida.