"Brilla Carlos Santana en Viña"
VIÑA DEL MAR (UNIV)._ El guitarrista Carlos Santana ofreció el miércoles todo su talento a un público entregado en el que probablemente ha sido el espectáculo más brillante y completo hasta la fecha de la quincuagésima edición del Festival de Viña del Mar.
Con casi 2 horas de actuación, consiguió poner nerviosos a los presentadores del certamen, que tras entregarle las antorchas de plata y oro vieron cómo el mexicano seguía rascando frenéticamente las cuerdas de su guitarra, transformadas ya en un apéndice de sus brazos, sin ninguna intención de detenerse.
La audiencia quería más y el músico le correspondió, elevando las almas de las 15 mil personas que poblaron las gradas del recinto de la Quinta Vergara, sede del Festival, gracias a sus solos avasalladores.
Silencioso y discreto
Santana apareció silencioso y discreto, luciendo unos pantalones rojos y unos zapatos blancos a juego con su incondicional sombrero, combinados con una blusa verde de tintes africanos con la cara del cantante jamaicano Bob Marley dibujada a la altura de su corazón.
Un nutrido grupo de músicos, entre los cuales se encontraban tres percusionistas, un trompetista, un tecladista y dos vocalistas, se encargó de darle cuerpo completo al virtuosismo de Santana, y entre todos dieron una lección de lo que significa el trabajo en equipo arriba de un escenario.
Tras casi media hora de concierto en el que regaló temas como No one to depend on o Jingo La Ba, el guitarrista saludó al público con un "buenas noches, Santiago de Chile", que fue silbado por algunos viñamarinos molestos por la inocente equivocación del artista.
El mexicano se mantuvo en una segunda línea buena parte del espectáculo, pero poco a poco fue cobrando protagonismo hasta acabar dirigiendo su propia banda como si de un director de orquesta se tratara.
El compositor del clásico María quiso rendir un tributo a la mujer, y dedicó esta canción a las hermanas, madres, esposas e hijas presentes en el recinto.
Armado con ocho guitarras, Santana las cuidaba como si de sus hijas se tratara, y reclinado en uno de los altavoces que le rodeaban, parecía que el virtuoso pudiera extraer más notas de las que este instrumento es capaz de emitir, alcanzando texturas sonoras casi desconocidas.
El músico recibió la gaviota de plata, el máximo reconocimiento por parte del certamen, y aunque todo el mundo se contagió de la magia rockera y mestiza que invadió la Quinta Vergara, no se sabe si disfrutó más el público o los músicos encima de la tarima.
REPERTORIO
Algunos de los temas que Carlos Santana interpretó en el concierto son: 'Corazón espinado', 'África Bamba', 'Smooth, que originalmente fue escrita para ser cantada junto al vocalista de Matcbox Twenty, Rob Thomas, y la famosa 'Oye cómo va', que levantó al insaciable público viñamarino.
EXPERIENCIA
Carlos Santana hizo valer su larga y reconocida trayectoria en su primera experiencia en el Festival de Viña del Mar, y quedó demostrado que, a pesar de sus 67 años, las arrugas no se posan sobre las cuerdas de su histórica guitarra.