"César López Cuadras/Escribir a la distancia"
GUADALAJARA._ Para hacer literatura sinaloense, a César López Cuadras le costó marcar distancia con su territorio.
Originario de Surutato, Badiraguato y radicado en Guadalajara desde hace 33 años, el autor de Macho profundo sólo de lejos pudo observar a Sinaloa en su conjunto, pudo sentirlo, pudo narrarlo.
"La distancia me ha servido mucho, ver mi Estado desde lejos, la escritura es una especie de recuperación de mis años de infancia y juventud en Sinaloa, sobre todo de Guamúchil donde me crié".
Y más allá de lo pintoresco de las ciudades, a López Cuadras le preocupa la naturaleza humana, la condición del sinaloense, que busca siempre retratar en cada uno de sus personajes.
En entrevista con Noroeste en Guadalajara, el creador de La primera vez que vi a Kim Novak confiesa que volver a su pueblo le parece difícil más allá de los recuerdos y la nostalgia que sintió al partir.
n ¿Cómo se escribe desde el exilio?
"Hay para mí la distancia justa entre Sinaloa y yo, pero no me veo como un no sinaloense ni me concibo un escritor tapatío. En mi obra todavía no puede aparecer Guadalajara muy claramente", dijo.
"La escritura es para mí una especie de recuperación de mis años de infancia y juventud en Sinaloa, sobre todo en Guamúchil donde me crié, aunque nací en Surutato. Creo que estando embestido en mi Estado tal vez no pudiera percibirlo tan claramente como lo percibo desde lejos".
Horas extras
En 1967, con 16 años de edad, César López Cuadras partió a Guadalajara y tras una breve estancia, se fue a estudiar Ciencias Económicas en la Universidad Nacional Autónoma de México.
De regreso en la ciudad de las rosas, inició su trabajo como académico en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Guadalajara. Publicó libros y ensayos pero el área social no lo llenó nunca. Enfermo y con necesidad de un riñón, no fue sino hasta 1990 -luego de someterse a un trasplante y salir avante- cuando el sueño de escribir empezó a cristalizarse.
"Yo di un salto... Bueno, gracias a la donación de un riñón de mi hermano Humberto he vivido estas horas extras. Entonces, cuando salgo bien librado de la operación, empiezo a cumplir un viejo anhelo que tenía desde muy joven de escribir y se me empieza a dar la escritura y de ahí surgieron los primeros libros".
López Cuadras se quedó en la Universidad de Guadalajara, donde a la fecha ha trabajado más de 25 años, pero en otro escenario: el departamento de Letras, en donde dirige el Programa Universitario de Promoción a la Lectura y coordina editorialmente la revista Luvina.
¿Qué lugar comienza a ocupar Guadalajara en tu literatura?
"Yo intenté hacer una novela tapatía con 'Macho profundo', pero mis amigos sinaloenses dicen verla muy sinaloense. Yo la siento más urbana, en la medida en que Guadalajara es más urbana que Guamúchil. La novela está situada en una ciudad más grande, más cosmopólita y hay algo de lenguaje tapatío, claro que arrastro lenguaje sinaloense, eso es inevitable, pero ya estoy pareciendo un sinaloense que vive en Guadalajara, me estoy acercando a lo tapatío, ojalá haya oportunidad de poder escribir una novela tapatía. A lo mejor me tendría que ir de Guadalajara para hacerla".
Literatura del narcotráfico
Cuentan que cuando López Cuadras dijo a su mamá que había escrito La novela inconclusa de Bernardino Casablanca, ésta le contestó: "Ay hijo, tú siempre dejando todo a medias".
Esa novela, con la que la Universidad de Guadalajara lo condecoró con el Premio de Publicación de Obra Literaria en 1993, se inspira en los recuerdos que el escritor tiene de Sinaloa: el beisbol, la cerveza, y da cabida a uno más: el narcotráfico.
¿Por qué escribir sobre narcotráfico?
"Es una realidad ineludible, el lenguaje, el contenido de la música vernácula. Es una presencia constante, no hay día en que los diarios no se consignen hechos de nota roja que encuentren su génesis en el narcotráfico", señaló.
"Pesa tanto que no podemos hablar de una cultura de narcotráfico en Sinaloa, sino que la cultura sinaloense es la cultura del narcotráfico. Entonces, los escritores no podemos eludir esta realidad, se nos impone el tema por lo abrumador.
¿Cuál es el compromiso de quienes escriben con lo que ocurre en el País?
"Yo no creo en la literatura de compromiso, yo no escribo por compromiso con nadie, mi compromiso es con la literatura, escribir bien. Como escritor no me interesa condenar ni ensalsar al narcotráfico. El narcotráfico es una realidad que se impone, que está ahí y yo no soy quien para juzgarla, ni a los productores ni a los traficantes de droga".
¿Cuál es la apuesta literaria de César López Cuadras?
"La unidad de la obra. La propuesta estética está en la unidad formal y ésta se logra mediante una estructura con la que puedes manejar lenguaje, los personajes. Los temas no son tan importantes, tú puedes hacer tuyo un tema cualquiera: un policía corrupto, una prostituta, un bandido, un político, un rey, un pobre y elevarlo, darle condición literaria mediante el lenguaje que es vital: cómo habla, cómo se mueve, qué piensa".
El regreso
Seguro que de haber vivido en Sinaloa su escritura no sería lo que es, César López Cuadras recordaba la añoranza que sentía por su pueblo los primeros años que residió en Guadalajara.
¿Qué sentimientos quedan de su pueblo, su comunidad, su gente?
"Mi idea de Sinaloa se ha modificado al paso de los años. Obviamente la geografía que conocí de niño era muy estrecha: había más costa que sierra, polvo, un calor intenso. La primera vez que me vine a Guadalajara en el 67 padecía terriblemente de no poder estar allá, no me podía cortar el ombligo y a pesar del clima espantoso yo me sentía en la gloria de poder regresar y tomarme una cerveza era una maravilla", dijo.
"Ahora, en esos sentimientos de amor y de odio o como dijera por ahí, "amodio", empiezo a reconocer la vitalidad inherente al sinaloense, eso me llama mucho la atención y retrato en mis novelas: beisbol, cerveza, mariscos, carne asada, hasta reinas del carnaval, elementos que son fundamentales en su cultura, ahora el narcotráfico. Reconozco elementos sinaloenses atractivos, pero padecerlos 12 meses al año me parece difícil".
TRAYECTORIA
César López Cuadras nació en Surutato, en 1951, pero pasó su infancia en Guamúchil.
Durante muchos años vivió en Guadalajara, donde trabajó hasta jubilarse en la Universidad de Guadalajara.
Fue coordinador de talleres de lectura de preparatoria; profesor en la FFyL.
Fue coordinador editorial de Luvina.
Ganó el primer lugar del Concurso de Publicación de Obra Literaria de la Universidad de Guadalajara 1993 por "La novela inconclusa de Bernardino Casablanca".
Recibió el 2009 el Premio Sinaloa de las Artes por su aportación a la literatura y su trayectoria como docente.
Entre sus obras más conocidas se encuentran "La novela inconclusa de Bernardino Casablanca", "Macho profundo" y "La primera vez que vi a Kim Novak".
"Si bien es cierto que mi experiencia de vida como sinaloense ha alimentado, desde su profundidad, mi quehacer literario, no puede ser de otra manera porque no se puede renunciar a la infancia y juventud que se ha tenido".
César López Cuadras (1951-2013)
"Pienso que podríamos lamentarnos de perder a nuestro mejor narrador y a un gran amigo, de no haberlo reconocido como se merecía en su momento; pero los lamentos inútiles no sirven para nada, así que prefiero pensar en lo positivo, que nos quedan sus novelas, sus cuentos y la experiencia de haber tenido con nosotros a un tipo fenomenal".
Adriana Velderrain
Directora Biblioteca Gilberto Owen
"Con su partida perdemos a un gran escritor, a un excelente ser humano. Pero nos queda su obra y sé que más de alguno se va a sorprender cuando se dé el tiempo de leerlo y conocer un lado diferente, profundo, de un escritor del norte".
Mariel Iribe Narradora
"Con su partida se va una voz llena de ingenio y sentido narrativo agudo, eficaz y lleno de humor. Su novelística trasciende más allá de las regiones sinaloenses que cartografió para la literatura".
Juan José Rodríguez Escritor
Lamenta su muerte el Isic
Como una pérdida lamentable, que deja un gran vacío en las letras de Sinaloa, definió la muerte de César López Cuadras la directora del Instituto Sinaloense de Cultura.
María Luisa Miranda señaló que fue un amigo e importante aliado en la Feria del Libro de Los Mochis a quien recuerda además como un excelente conversador.
HOMENAJE
MAÑANA, a las 7:45 horas, se le rendirá un homenaje en la Casa de la Cultura del Ayuntamiento de Guamúchil y después el cuerpo será llevado al funeral Sedano de esa ciudad para su cremación.