"Conmueve Alberto Cortez con su voz"
MAZATLÁN._ "A quienes anunciaron que esta presentación es mi despedida, les digo que sólo me saldré de los escenarios con los pies por delante", aseguró Alberto Cortez en el concierto que ofreció en el Teatro Ángela Peralta la noche de miércoles.
"Porque ese barco de papel tiene aferrado a su timón, por capitán y timonel, al corazón", agregó el cantante para confirmar que seguirá por mucho tiempo más en los escenarios.
El público entró en la atmósfera íntima que proponen sus canciones y suspiró de imaginar vivir, a través de un poema, la lealtad y la fidelidad que demanda una verdadera amistad, a la que todos aspiran.
Un homenaje al amor salió de su voz. Con la canción Te llegará una rosa cada día narró lo que puede significar darle una caricia, una mirada a la persona amada para iluminar la vida misma.
Siguió Mañana y Los demás, con versos que hacen reflexionar sobre el egoísmo de los seres humanos, que es la esencia con la que se construye la violencia y es lo que hace que sea cada vez más difícil vivir en el planeta Tierra.
Cortez fue acompañado por el pianista Néstor Ballesteros, con quien se comunicaba con la mirada. El cantautor, a sus 70 años, conserva su voz, con la que sigue llenando de matices sus versos y alcanza los notas altas a los que acostumbró al público mexicano desde 1973, año en que se presentó por primera vez en el País.
La nostalgia se instaló gracias a la poesía de la canción Distancia, que hace un homenaje a la pampa argentina en donde nació y de la que salió para radicar en España, desde hace muchos años.
"Tornas mis momentos más adversos en dicha nada más con tu presencia. Amor, mi gran amor, mi buen amor, mi alero... amor, mi venturero amor, maravilloso amor, te quiero".
Los suspiros de la concurrencia, los abrazos de los amigos y de las parejas se desataron en la luneta con este himno al sentimiento que le da sentido a la vida.
Dejó que se escuchara Vida y La vejez, canción que dedicó a Pablo Picasso, a Pablo Neruda y al chelista Pablo Casals, con lo que mostró su vena de admiración por los grandes artistas.
Mencionó que Pablo Casals siempre terminaba sus conciertos con un pequeño fragmento de la pieza El canto de los pájaros.
"Para él era una evocación de la paz, un intento para derribar la violencia en el mundo".
También cantó Bombero, El abuelo, Te sigo queriendo, Callejero, Los ejes de mi carreta y Miguitas de ternura, que fueron coreadas por todo el público.
Después de 22 canciones y dos horas de concierto se despidió del público, que se paró para aplaudirlo y pedirle un pilón.
Se hizo del rogar, el aplauso se alargó y cuando volvió al escenario interpretó Mi árbol y yo, arrancando una ovación. Terminó cantando Castillos en el aire, entre aplausos y ojos llenos de lágrimas, por donde salieron las emociones de muchos de los que asistieron a un concierto de poemas.
ÉXITOS
Durante su concierto, Alberto Cortez interpretó éxitos como "Mi árbol y yo", "Te sigo queriendo", "No soy de aquí ni soy de allá", "El abuelo" y "Callejero", entre otros.