"Consiguen presa los 'Amores perros'"
MÉXICO (UNIV)._ Hace 10 años y teniendo frente a la cámara a Vanessa Bauche y Adriana Barraza, comenzó el rodaje de Amores perros, ópera prima de Alejandro González Iñárritu.
El filme, que era la primera apuesta de la naciente compañía productora Alta Vista, ganó cerca de 40 premios internacionales, fue vista en decenas de países, incluido Estados Unidos, y en México convocó a más de 3 millones de espectadores.
"Antes de filmarse, hubo un par de personas que decían que era una película que la gente no querría ver, demasiado complicada, que tenía crueldad contra los animales y que en los espectadores había espíritu ecologista", recuerda Guillermo Arriaga, escritor del filme.
Amores perros se rodó en la Ciudad de México.
Tita Lombardo, directora de producción, cuenta que hubo jornadas de 14 horas de trabajo y por supuesto, problemas.
"Cuando Goya (Toledo) rompía el piso del departamento, el delegado del edificio subió a decir que era imposible que nos hubieran dado permiso de hacer eso", agrega.
"Y con El Chivo (Emilio Echevarría) el día difícil fue en la escena en que los perros están muertos. Obviamente estaban anestesiados, pero era una pequeña inyección, así que se despertaba uno, mientras el otro dormía y así estábamos".
Quizá el día del choque, donde se unirían las tres historias, fue el más estresante. Sólo tenían una oportunidad y se estaba yendo la luz.
El cinefotógrafo Rodrigo Prieto, quien durante el rodaje tuvo la cámara en el hombro, recuerda una hazaña.
"En la secuencia de la corretiza hice algo que no volvería a hacer ni lo recomendaría: me amarraron al cofre y bueno, fue rápido, pero peligroso", explica.
Bauche cuenta que González Iñarritu decía que no sabía dirigir actores, así que les tarareaba canciones para sacarles emociones en sus escenas.
"Y no se fijaba en nuestro rostro, sino en nuestras manos y pies, decía que los movimientos decían más", agrega la actriz.
A veces la fortuna acompañó al rodaje, como la secuencia donde Octavio (Gael García) le pide a Susana (Bauche) que se escapen.
Resulta que el actor se acercó de más y salió de foco, apenas se le vio la mirada, pero suficiente para transmitir la emoción.
"Técnicamente es un error, pero es mi escena favorita", dice Prieto.
'Ladran' en el extranjero
Cuando Amores perros estaba lista para "ladrar" en el extranjero, la compañía Alta Vista contrató a una especialista para ver la posibilidad de ir al Festival Internacional de Cine Cannes.
El diagnóstico, cuenta Martha Sosa, productora, era duro.
"Decían que la película era fuerte y poderosa, pero que tenía los siguientes problemas: era mexicana, los animales sufren y el director y los actores no eran nadie", recuerda Sosa.
Guillermo del Toro (Cronos y El laberinto del fauno) les sugería que fueran a la Semana de la Crítica, donde profesionalmente él había nacido. Al final, Amores... se presentó en esa sección paralela en mayo de 2000, casi un año después de haber sido rodada.
"En la primera función vi cómo personas se salían y dije: 'no está gustando'", narra Arriaga.
"Fui tras ellos y les pregunté si no les agradaba la cinta y que contestan: 'Somos compradores, estamos diciéndoles a los agentes (representantes) que corran a verla. Ahora que veo las fotos de esos años, puedo decir que encanecí por Amores...", agrega el escritor entre risas.
La cinta había lanzado con fuerza sus primeros aullidos. Habían sido tres años en el desarrollo del guión, más de tres meses de preproducción, siete semanas de rodaje e igual número, pero de meses, en la posproducción.
"La primera vez que vi el guión (entonces titulado Perro negro, perro blanco), fue cuando me lo entregó Arriaga en el aeropuerto. Lo leí cinco veces, era formidable", apunta Sosa.
Y de pronto estaban todos en Cannes, considerado uno de los más prestigiados festivales.
Recogían dos galardones: el de los Rieleros, que les fue entregado en un sótano con decenas de invitados, y el de Mejor Película en la Semana de la Crítica. Por esos días, González Iñárritu declaró a los medios que había metido su sueldo a la producción, pero que no importaba, porque era lo mejor que le había pasado en su vida.
"El verdadero premio: que la gente esté hablando de la película, porque la indiferencia es el peor castigo", agrega.
Un mes después, el equipo estaba en el Teatro Metropólitan, en la premier de gala y con alfombra roja.
Gael, quien meses antes había afirmado que Amores perros iba a cambiar la manera de hacer cine en México, era buscado por todos.
Emilio Echevarría pasó desapercibido, por una razón: lo esperaban con el cabello largo (como aparece en la película) y no fue reconocido en la alfombra roja.
Álvaro Guerrero, quien da vida a Daniel, ese hombre que deja a su esposa por Valeria (Goya Toledo) y que luego enloquece por la ausencia de su perrito Richi, estaba ahí.
"Quizá no lo crean, pero no me gusta verme. Amores... sólo la he visto unas dos o tres veces, pero haber trabajado con El Negro (González Iñárritu), que ya ni me habla, fue maravilloso", dice bromista.
Lo demás es historia. Muchos de aquella camada de Amores perros salieron al extranjero. En México, la cinta se exhibió durante cinco meses.
Lo sufrido, como aquel asalto mientras estaban buscando locaciones, quedó sólo en el libro de las anécdotas.
Las anécdotas y rodaje
COSTO
'Amores perros' tenía un presupuesto de 2 millones de dólares y un contrato que decía que, en caso de rebasarse, Alejandro González Iñarritu pagaría el resto. Al final, costó 200 mil dólares más.
¿Dónde están los 'perros'?
- Alejandro González Iñárritu (director): filmó '21 gramos' y 'Babel', por la cual ganó la Palma de Oro a Mejor Director en Cannes. Está en posproducción de 'Biutiful'.
- Guillermo Arriaga (escritor): Hizo '21 gramos', 'Babel' y 'Los tres entierros de Melquiades Estrada' y ganó la Palma en Cannes. Dirigió su ópera prima 'The burning plain'.
- Gael García (actor): Trabajó bajo las órdenes de cineasta como Pedro Almodóvar, Fito Páez y Walter Salles. Fundó la productora Canana.
"Antes de filmarse, hubo un par de personas que decían que era una película que la gente no querría ver, demasiado complicada, que tenía crueldad contra los animales y que en los espectadores había espíritu ecologista".
Guillermo Arriaga
Escritor del filme
"Decían que la película era fuerte y poderosa, pero que tenía los siguientes problemas: era mexicana, los animales sufren y el director y los actores no eran nadie".
Martha Sosa
Productora de la cinta