"Defiende 'El Caballo' su trabajo en el cine mexicano"
MÉXICO (UNIV)._ "Yo fui producto del teatro, los medios tienen poca memoria", dice Alberto Rojas "El Caballo".
"Llegué al cine, no de ficheras, al cine mexicano; no sé porqué lo califican de ficheras; es un sentido peyorativo, hasta lépero y majadero, porque tendrían que darse cuenta de que ese cine dio mucho dinero y fue una verdadera época de oro".
Así, sin más. Rojas -pilar de toda una época del cine nacional- subraya sin caer en la grosería.
"Y me indigna que lo califiquen, tan déspota y tan poco enterados, porque de ese cine habrá algo rescatable, entre otras cosas tu servidor. Yo fui el último de mi generación que llegó al cine, yo soy el único de ellos (sus colegas) que ha dirigido".
El actor ubica esa etapa del cine mexicano como muy exitosa, en la que había estrenos en treinta y tantos cines al mismo tiempo.
"Cines de más de mil y pico de butacas con una constancia de producción que hacía al año... no sé, 130 ó 150 películas".
Sin embargo, sabe que no era cine de arte.
"A mí me gusta más mi arte que el de ellos. ¿Cuál es el cine más malo?, ¿Cuál era el objetivo de ese cine?, divertir, pues lo logró con creces y ¿Por qué no lo dicen?, y ¿Por qué tienen que hacerle un apartado?, de que en ese cine está inmiscuida la India María y los hermanos Almada, y hubo una etapa del cine en la que Margarita López Portillo pretendía hacer buen cine y la gente se dormía y no iba ni a ver las películas".
-Parece que en usted aplica el dicho "El Caballo" no era arisco...
"No, El Caballo siempre fue arisco, a mí nadie me hizo así. Yo nunca culpo a nadie de cómo soy, y no me echo atrás de lo que digo".
-¿Recuerda "El Caballo" cuál fue su personaje más memorable?
"Bueno, vamos a decir que en el cine y el teatro una obra que me marcó es Papito querido, la cual fue escrita exclusivamente, me la regaló Rodolfo Rodríguez. Fue una historia que me marcó, porque fue algo muy bello como texto, como obra fue un éxito. Tres años en el teatro, luego la llevamos al cine".
Teatro político
"El Caballo" regresó al teatro con su reciente producción teatral: Elba Esther no era guerrera, era..., obra escrita ya hace algún tiempo, pero dados los acontecimientos más recientes, la actualiza, dando como resultado una sátira política de la maestra Gordillo.
"Decidí ponerle puntos suspensivos para que el público pueda poner lo que quiera", aseguró.
El comediante dice que la obra irá sufriendo cambios conforme avance el juicio a Elba Esther.
"La maestra Elba Esther Gordillo tiene una seguridad ofensiva que la caracteriza y confieso que tuve que hacer yo al personaje, debido a que no encontré a una actriz tan fea como se requiere".