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"CINE"

"Exhibe 'Pecados de mi padre'"

"El hijo del narcotraficante más peligroso de los años 80, Pablo Escobar, asegura que la cinta no pretende beatificar la memoria de su progenitor"
08/11/2015 09:44

    GUADALAJARA (UNIV)._ Su hablar es fluido, viste como cualquier treintón con playera manga corta y pantalón de mezclilla, trae el cabello corto. Si alguien pasa a su lado, jamás se imaginaría que es hijo de Pablo Escobar, el narcotraficante colombiano más poderoso en los años 80.
    Se llama Sebastián Marroquín, nombre que se inventó luego de salir de su país natal, a los 16 años, tras el asesinato de su padre por las fuerzas militares en 1993. Muchos pensaban que continuaría la leyenda de Escobar, pero se equivocaron. En lugar de ello estudió arquitectura y junto con su madre y hermana se fue a vivir a Buenos Aires, Argentina, donde vivió tranquilamente por unos años.
    Entonces alguien develó su identidad y fue encarcelado por algunos meses por el simple hecho de ser hijo de quien era. Tras una exhaustiva investigación, fue puesto en libertad. Actualmente se gana la vida diseñando casas, algunas de las cuales están en tierras colombianas. Son ironías de la vida.
    Pecados de mi padre muestra cartas, audios y videos inéditos de quien fue considerado uno de los hombres más peligrosos del continente.
    Dirigido por Nicolás Entel, la producción es la visión del hijo sobre Escobar. Uno de los momentos culminantes es cuando después de varios meses, Marroquín se reúne con los hijos de Rodrigo Lara Bonilla y Luis Carlos Galán, Ministro de Justicia y candidato presidencial, mandados asesinar por Escobar.
    Pecados de mi padre se estrenará comercialmente en la Ciudad de México el 9 de este mes.
    - ¿Qué te convenció de hacer el documental?
    - Ya había habido algunas ofertas, pero siempre era para tratar de enaltecer la vida de mi padre, un día Nicolás me llamó para decirme que su intención era hacer algo desde el punto de vista de sus hijos y eso me agradó.
    "Pero no me decidí inmediatamente, tardé seis meses, tomé la decisión de aceptarlo con mi familia, perderme del anonimato y arriesgar todo. Había propuestas más atractivas desde el punto de vista del dinero, pero no quería vender mi alma al diablo".
    - ¿Cuándo llegó el director y puso la cámara te dieron ganas de dar marcha atrás al proyecto?
    - Hay una cosa que fue fundamental para decidirme a dar el paso: en Buenos Aires apareció en los medios, no sólo el anterior nombre, sino el nuevo. Se hizo para cambiar la vida, nos ayudó a mantenerla como cualquier persona, pero se perdió todo, así que ese ya era un tema para preocuparme menos. Sin embargo, el temor era permanente porque no sabíamos en qué iba a terminar el documental.
    "El miedo siguió siempre en el rodaje: un día íbamos regresando al hotel en Colombia y en la entrada había varias patrullas de policías y yo dije, bye, ya fueron por mí, y lo que pasaba es que había un pleito de borrachos".
    - Hay videos, fotos, audios inéditos. ¿De dónde salió ese material?
    - Fue un milagro, porque por seguridad habíamos dado la orden de que se destruyeran esos archivos, porque si algún día llegaban para hacer un allanamiento de la casa, todas esas personas que estuvieran en el álbum fotográfico morirían.
    "Tener ese recuerdo era como una sentencia de muerte durante la guerra. Pero no sé quién no obedeció esa orden y así se llegó a ellos".
    - En México se dice que presuntamente narcos pagan a músicos y directores de cine para hacer películas que los glorifiquen. ¿Has escuchado un comentario o una acusación de que este documental tenga el mismo origen?
    - Gracias a Dios el documental fue hecho con una transparencia evidente. De las familias que participan en él, que sufrieron durante la guerra y continúan con gran dolor, ninguna habría aceptado si no fuera honesto.
    "El director fue cuidadoso al filmar, por ejemplo, cuando le envié la carta a los hijos de Galán por vez primera (para tener una reunión) y ellos no la podían abrir sino hasta que la cámara estuviera para captar sus reacciones", compartió.
    "En los encuentros fue lo mismo, me parecía lógico tener una charla antes con ellos en un café, pero Nicolás (el director) nos lo prohibió. En la película no hay nada predeterminado".
    - ¿En tu caso puede utilizarse la frase común de que con el documental se exorcizaron tus demonios?
    - Puede ser una señal. Lo comienzo a ver con humor y no de manera irrespetuosa hacia las víctimas.
    - ¿Sabes del proyecto que intenta levantar el director Antoine Fuqua (Lágrimas al Sol) donde estaba como productor Oliver Stone?
    - Ha habido muchos proyectos, pero casi la totalidad de los biógrafos de mi padre no lo conocieron en vida y tienen una imagen preconcebida de lo que él era. Creo que a partir de ahí se les ha dificultado hacerlo.
    "Quisiera involucrarme en alguno de ellos para contar la historia real, no inventada, porque siento que es también nuestra responsabilidad como hijos y no para buscar una beatificación de nuestro padre, porque creo que en el documental no queda bien parado, sino que queremos que esto (su vida) no se repita en Latinoamérica".
    - Hay una máxima que podría aplicarse al filme de que el crimen no paga...
    - Sabía que si continuaba ese camino, iba a terminar igual que él, así que traté de hacer mi vida.
    "Todo mundo apostaba a que iba a ser Escobar 2.0, después de la muerte de mi padre un periodista me llamó para decírmelo y dije que me iba a vengar de todos, que los iba a matar, amenacé al país, pero a los 10 minutos de reflexión me disculpé públicamente", aseguró.
    "Entendí que no debía hacerlo, porque si no, era cosa de nunca acabar. De nada sirve tener mucho dinero, si no se puede comprar algo de arroz".
    - ¿Te ha buscado el narco?
    - No es fácil alejarse, pero creo que los narcos no quieren lo mismo para sus hijos. Creo que han intentado buscar la salida para sus problemas económicos y si se metieron fue para ayudar a sus hijos y darles educación.
    - ¿Escribirás tus memorias?
    - Me seduce la idea, estamos tratando de acercarnos con unas editoriales para dar más detalles de mi vida.


    CASO
    El 2 de diciembre de 1993, autoridades de Medellín mataron a balazos al capo del cártel Pablo Escobar, cuando intentaba escapar por los techos de unas casas, su hijo tenía entonces 15 años.

    ESTRENO
    El filme se presentó en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

    SOBRE EL FILME
    - 'Pecados de mi padre' muestra cartas, audios y videos inéditos de quien fue considerado uno de los hombres más peligrosos del continente.
    - Dirigido por Nicolás Entel, la producción es la visión del hijo sobre Escobar.