"Hoy, homenaje a Pedro Infante en Mazatlán"
MAZATLÁN._Pedro Infante será recordado hoy en Mazatlán, a 56 años de su partida, con un homenaje organizado por artistas y compositores de la localidad en la casa que lo vio nacer, ubicada en la calle Constitución 1108, en el Centro de la ciudad.
A las 16:00 horas, previo a la celebración, los organizadores colocarán una ofrenda floral en el monumento en honor al artista sinaloense que se ubica en Olas Altas.
Más tarde, a las 16:30 horas, se trasladarán a la casa en la que nació el intérprete un 18 de noviembre de 1917 y que ahora pertenece a Sandra Ortega Cervantes, quien de manera voluntaria, desde hace un par de años, muestra a los turistas una parte del inmueble en donde conserva pertenencias y fotografías originales que ha ido recolectando.
Además, será a partir de hoy que esta casa de más de 150 años de antigüedad, comenzará a ser restaurada para convertirla en un museo de Pedro Infante gracias al apoyo de la Secretaría de Turismo del Estado de Sinaloa.
Además, Ismael Rodríguez Júnior regalará al museo objetos y cosas que pertenecieron a Pedro y que utilizó en varias de sus películas.
De esta manera, quienes visiten Mazatlán podrán conocer el lugar que vio nacer al gran ídolo que a 56 años de su partida sigue vivo en el recuerdo y en el corazón de todos los mexicanos.
PROGRAMA
16:00 Colocación de ofrenda floral en el monumento a Pedro Infante en Olas Altas.
16:30 Homenaje artístico en Calle Constitución 1108, en el Centro de la ciudad.
PARTICIPANTES
Farid Aun
Jipi Mascorro
Marijose
La Rebelde de Sinaloa
Víctor Osuna
El Vaquero de Sinaloa
MÉXICO (UNIV)._ Todo sucedió el mismo año: un sismo derribó el Ángel de la Independencia, el "Ratón" Macías perdió ante Alphonse Halimi y, el 15 de abril de 1957, en la Ciudad de Mérida, Yucatán, Pedro Infante murió en un accidente aéreo.
Poseedor de un carisma que lo catapultó de los entablados de las carpas, primero en su natal Sinaloa y después en la Ciudad de México, Pedro Infante Cruz logró lo que pocos artistas de su tiempo alcanzaron: proyección internacional y sobre todo una multitud de admiradores que traspasó las fronteras de México y los países de habla hispana.
Imagen representativa de la cultura popular mexicana, Pedro Infante recorrió todos los géneros de la música romántica de su época y caracterizó una amplia variedad de personajes en dos décadas de carrera artística.
Con su porte campirano que a lo largo de los años supo adaptar a las necesidades cinematográficas, fue soldado, cura, bandolero, carpintero, boxeador, policía motorizado, vagabundo y una serie de personajes en los que repartió carisma dentro y fuera de las locaciones.
Ese cantante que en los inicios de su carrera cantó en el bar Waikikí y en la radiodifusora XEB para pagarse la renta, surgió en la década de los 40 como fuerte competencia de Jorge Negrete, hasta entonces ídolo indiscutible de la canción ranchera.
Hijo de Delfino Infante García, carpintero y músico aficionado, y de Refugio Cruz Aranda, Pedro Infante Cruz nació el 18 de noviembre de 1917 en el puerto de Mazatlán.
Su familia se mudó a la ciudad de Guamuchil en 1924, donde el pequeño Pedro recibiría la instrucción primaria, únicos estudios oficiales que logró adquirir.
En 1938, con 21 años de edad y en su segundo matrimonio, Pedro Infante deja la ciudad de Culiacán, donde había adquirido fama como cantante y se instala en la ciudad de México. Toca puertas, se abre brecha hasta que lo admiten en la XEB y en varios centros nocturnos de la capital.
Los esfuerzos dieron los primeros resultados y cinco años después realiza su primera grabación discográfica, a la par de breves apariciones secundarias en películas de pequeñas compañías productoras hasta que llega el ansiado papel protagónico con Mexicanos al grito de guerra (1943), en la que caracteriza al teniente Luis Sandoval, oficial del Ejército mexicano que combate a las tropas de Napoleón III durante la invasión francesa en 1962.
A esta cinta seguirían otras que resultarían éxitos de taquilla y que ayudaron a proyectar una estrella que se había ganado a pulso su lugar en las luminarias del cine mexicano.
Viva mi desgracia (1944), Los tres García (1947), Vuelven los García (1947), Los Tres Huastecos (1948), La oveja negra (1949), A toda máquina (1951), Escuela de vagabundos (1955) y Los Gavilanes (1956) son sólo algunas de las películas que lo consolidaron como el galán más solicitado en la farándula nacional.
En todas ellas alternó con figuras consolidadas del cine mexicano. Sara García, la eterna abuela de todos los charros, los hermanos Soler, Lilia Prado, Luis Aguilar, Miroslava, María Antonieta Pons compartieron reflectores con el Ídolo.
Pero fue la trilogía que forman las películas Nosotros los pobres (1948), Ustedes los ricos (1948) y Pepe El Toro (1953), todas ellas dirigidas por Ismael Rodríguez, la que ayudaría a forjar en Pedro Infante un ídolo inseparable de Blanca Estela Pavón y Evita Muñoz "Chachita".
Con su muerte, ocurrida un 15 de abril de 1957, el Ídolo de Guamuchil dejó tras de sí una filmografía de 60 películas y una discografía en la que abarcó todos los géneros musicales de moda el mundo de habla hispana.
Bolero, cha cha chá, balada ranchera y el corrido fueron parte de un repertorio que superó las 300 canciones, muchas de ellas vigentes entre las favoritas del público mexicano.