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"La Educación"

"Inculcan la superación personal"

"La asociación imparte clases a las mujeres en empresas del puerto, fomentando su autoestima y principios universales"
08/11/2015 12:47

    ANSPAC Mazatlán 

    Mañana empieza el año escolar para la ANSPAC, consagrado a la Sagrada Familia de Nazaret, y como una gran familia, animadoras y voluntarias están preparadas para regresar a enseñar a las mujeres de sus unidades en las empresas de Mazatlán.
    La Asociación Nacional Pro Superación, A.C., contará ocho años consecutivos proporcionando herramientas a las trabajadoras o esposas de empleados de las empresas en las que tienen unidad, y el crecimiento va en aumento.
    Este año, cinco empresas más tendrán clases ANSPAC, Farmacias Moderna, Metalmex, Productos Kay, la Escuela Superior de las Bellas Artes Chayito Garzón y el Instituto Pedagógico Hispanoamericano, que refleja la aceptación del curso ANSPAC y su éxito en Mazatlán.
    "Nos hemos propuesto crecer y entrar un poco más en la sociedad de Mazatlán para ayudar un poquito más, y hemos entrado, en este año, a tres nuevas empresas y dos colegios", dice contenta Angélica Martín de Madero, presidenta de ANSPAC Mazatlán.

    Los valores ANSPAC

    La asociación, a través de sus animadoras, no sólo proporcionan herramientas para que las mujeres elaboren manualidades y las vendan, para aportar un ingreso extra a su hogar, también fomenta su crecimiento y su desarrollo como personas, inculcando valores.
    "Trabajamos con ocho valores fundamentales, que son espirituales, morales, afectivos, sociales, estéticos, físicos, políticos, económicos", menciona Rebeca Mejía de Rojas, vicepresidenta de la asociación.
    Las damas aseguran que la actual situación de crisis de valores que se vive no se debe a que se hayan perdido o tergiversado, sino a que se han dejado de practicar, por eso la asociación trata de inculcarlos.
    "Nosotros estamos tratando de retomar esos valores, de inculcarlos a las mujeres. Yo siempre les digo que el hogar es como un barco, donde la madre es la capitana, la que lleva el timón, y el proveedor, que es el jefe de máquinas, es el padre", continúa Rebeca.
    "Si no le provee lo suficiente al barco, el capitán, por muy bueno que sea para llevar el rumbo, no jala la máquina. Tienen que combinarse los dos para poder sacar el barco adelante, que es el hogar".

    Habilidades remunerativas

    Además de inculcar valores, las voluntarias enseñan a sus alumna a desarrollar sus habilidades creativas, y durante las clases hay una fase para que elaboren manualidades, que pueden vender entre sus conocidos y exponen en eventos de la asociación.
    "Nosotras enseñamos a las señoras a que hagan manualidades, las hagan en su casa, las puedan vender y tengan una entradita extra", agrega Vicky Torres de Aguilar, coordinara de habilidades y talleres.
    La presidenta agrega que a veces, las señoras, se sienten inútiles porque el trabajo es sólo en casa, aunque en realidad implica bastantes actividades, pero no tienen un ingreso para ellas.
    "En ANSPAC, haciendo estas manualidades en los talleres, pueden hacer joyería, bolsas, toallas, les enseñan a bordar y elaboran muchas cosas que pueden vender y así tienen ingresos", interviene Angélica.

    Atención a los jóvenes

    La asociación también imparte el programa para jóvenes, del que está al frente Imelda Morales de Chicuate, el cual tiene la misma misión: la superación personal con el desarrollo al máximo de habilidades y talentos.
    "En el área de jóvenes, lo que buscamos es que se conozcan, que tomen decisiones inteligentes, que estos muchachos sean partícipes de las mejoras de su comunidad", responde Imelda, coordinadora del programa ANSPAC Joven.
    "Tenemos cinco sedes, que son las escuelas, con 15 unidades, que es cada salón. El propósito es crecer hacia parroquias y centros comunitarios para llegar a más jóvenes directamente en sus propias colonias".

    ¿Notan cambios con la labor que realizan?

    "¡Sí!" contestan al unísono las cuatro voluntarias, pero Angélica toma la palabra y prosigue,"los vas viendo con las señoras. Cuando empiezan las clases, ellas vienen con depresiones o problemas propios de la edad, y muchas veces es falta de autoestima".
    Continúa que conforme transcurre el ciclo escolar, los cambios en las alumnas se van haciendo más visible, hasta cambia su carácter y se miran más contentas, pues han aprendido a tener dignidad como personas.
    "Su perspectiva cambia. Desde que se gradúan y reciben el primer diploma por su constancia de tres años y van a su misma, tienen su orgullo de haberlo logrado, pues tal vez nunca recibieron uno de secundaria", comenta Imelda.
    Esa superación en las mujeres que toman el curso se ve reflejada cada año, pues dan testimonios de los progresos que han experimentado en sus vidas desde que asisten a las clases que ANSPAC les imparte.
    "Cada año tenemos testimonios de las señoras y eso es tan padre para uno como animadora, que uno va a los centros, siembra la semilla y después ve que las que nunca hablaban, se paran y dirigen sus palabras", señala Vicky.
    Incluso, hay señoras que llegan al curso y durante las primeras clases no se atreven siquiera a levantar su mirada, lo cual refleja la manera en que la ve su propia familia y el valor que a ella le dan como persona.
    "Llegan señoras que el primer día no se atrevían ni a levantar los ojos, que van manifestando cómo viven en su casa, qué valor le da la familia a ella como madre, esposa y como mujer, y van saliendo de ese estado y al rato son animadoras", comparte Rebeca.
    Esto es un paso muy importante que las alumnas dan, el cual valoran las voluntarias, que las pone contentas por el éxito de su trabajo en el aula, pues el triunfo de esas mujeres también es de ellas como animadoras.
    Con ese objetivo en la mira, ANSPAC invita a mujeres a unírseles, a participar dando clases en el área que mejor les acomode, para sembrar semillas de superación personal y de valores universales para hacer de la sociedad una gran familia unida.

    "La mayoría de las personas que cometen delitos o actos violentos vienen de familias disfuncionales, que no les enseñaron los valores, por eso buscamos meter el programa ANSPAC a más escuelas, no para resolver un problema, sino anticiparnos a él"
    Angélica Martín de Madero
    Presidenta de ANSAPAC Mazatlán

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    Al teléfono 668 5687