"Joan Sebastian cae de su caballo"
GUADALAJARA._ Las actuaciones del cantautor Joan Sebastian a caballo llegaron a su fin en Guadalajara. El originario de Juliantla, Guerrero, se despidió de su público tapatío con un concierto y jaripeo, al que él mismo quiso llamar La última maroma, y efectivamente, cuando interpretaba la parte final de Tatuajes, la tercera canción del show, perdió el control y cayó del caballo a la arena del redondel de la Plaza de Toros Nuevo Progreso.
Más de 16 mil personas se asustaron ante lo que el anfitrión vivió, pero él se portó como los grandes, estuvo tranquilo y dominando la situación hasta que lo socorrió gente de su staff.
"Así nos bajamos a saludar a esta hermosa tierra", bromeó Joan Sebastian cuando todo estaba en orden.
"Andamos tan flacos que cualquier aire nos lleva pa'l suelo".
Pero eso no fue todo. Antes de Amorcito mío, el originario de Juliantla se puso nervioso cuando al montar un tercer caballo de por lo menos ocho que tuvo, éste comenzó a girar y girar, casi choca con la valla que lo separaba de la gente.
Su cara lo dijo todo. Así que volvió a cambiar de equino, con el que no tuvo problema, y la velada siguió cargada de puras emociones, como cuando agradeció el cariño y las oraciones de la gente.
"Soy el sobreviviente más longevo, desde hace 15 años, (del cáncer)", expresó ante los aplausos del público y más cuando dedicó su actuación a Antonio Aguilar, quien le dio la primera oportunidad de montar un caballo en este mismo lugar.
"La primera vez que estuve en esta plaza lo hice al lado de un hombre que levo en mi corazón: Antonio Aguilar".
De inmediato sonaron trombones y trompetas para arrancar con la canción Bandido de amores, que hiciera famosa Aguilar.
En poco más de 90 minutos, Joan Sebastian no olvidó entonar clásicos como Estos Celos, Juliantla, Sentimental y Secreto de aor, que fueron coreados por los tapatíos.
Se va a morir cantando: José Julián
Que Joan Sebastian se enfrente de nuevo al cáncer no es algo sencillo para su hijo José Julián, quien admite que ha pensando en la posibilidad de perderlo.
"De chiquito me pegaba más, porque estaba más asustado. Obviamente tengo miedo, me da tristeza, pero él es un hombre muy fuerte; entonces, eso me da mucha paz", dijo.
"Sé que hace unas semanas tomó quimioterapia, pero está muy bien y respondió muy bien al tratamiento".
Y aunque su hijo considera que será un golpe para su padre alejarse de ese tipo de espectáculos, nunca dejará del todo los escenarios.
"Sólo dejará de cantar a caballo porque es muy peligroso. Yo creo que él se va a morir cantando".