"Mexicanos al grito de guerra... en Iraq"
MÉXICO (UNIV)._ La historia de esta película inició, de alguna manera, cuando un amigo de infancia de Beto Gómez se enroló al Ejército de Estados Unidos, fue enviado a la guerra de Iraq y murió en batalla. De eso ya pasaron años, pero el director sinaloense aún recuerda la despedida de ese joven y las carnes asadas que se sirvieron en el momento.
"Y entró una gran frustración: en esos años estaba en todo su apogeo la guerra y el hecho de que se fueran los chavos era una constante al menos en el norte del País. Eran muchos los que morían por algo que no les correspondía, así que fui llenándome de historias de ese tipo y pensé que había algo qué contar", recuerda el director sinaloense.
Entonces inició la búsqueda del guión adecuado para llevarlo al cine. Y nació Salvando al Soldado Pérez, la primera película bélica con comedia hecha en México.
Contrario a lo mostrado por el cine hollywoodense, donde hombres presuntamente rectos hacen justicia, Gómez se imaginó que fuera un grupo de mafiosos mexicanos el encargado de rescatar a uno de los suyos durante la época de plena violencia del Golfo Pérsico.
El personaje principal sería el capo más temido del País (interpretado por Miguel Rodarte), pero con una mamá que no lo quiere, una esposa muerta y un hijo. Junto a él se conformaría el Comando Tomate, integrado por un ex combatiente (Jesús Ochoa), un indio (Gerardo Taracena) y dos hombres fieros (Joaquín Cosío y Rodrigo Oviedo), el cual tendría que combatir contra tanques y metralletas.
"Desde mi visión, los antihéroes son los que más nos interesan y con los que puedes sentir una mayor identificación. Aquí nadie más podría ir a esa aventura, solamente personajes acostumbrados a ese tipo de peligros en su vida lo harían. Y además, ellos buscan redimirse a lo largo de toda la historia", explica el cineasta.
Ya en el set, los actores debieron hacer uso de un despliegue físico que les permitiera saltar de helicópteros, emboscar a gente o salir corriendo entre bombas y tanques.
Rodarte, conocido por la taquillera cinta El tigre de Santa Julia, recuerda entre risas que hay una secuencia en donde lo lanzan desde un helicóptero y lo arrastran por una azotea.
"Era complicado porque iba atado completamente por arneses, pero al mismo tiempo debía estar herido y gritar. ¡Ahí teníamos que hacerlo nosotros, no había de otra, el stunt (doble de acción) no habría servido al momento de hacer tomas de la cara!".
Iraq en México
Para la película se recreó el pueblo iraquí de Karbala, en el desierto de Coahuila, a lo largo de un set que medía un kilómetro. Raymundo Cabrera fue el responsable del diseño de producción, consistente en darle credibilidad a locaciones, basándose en fotografías y videos reales de esa ciudad.
Salvando al Soldado Pérez tuvo una inversión cercana a los 70 millones de pesos, convirtiéndola en la segunda más cara, sólo atrás de El atentando, estrenada en 2010.
La producción corrió a cargo de Lemon Films, misma de las taquilleras Kilómetro 31 y Matando Cabos, contando con los beneficios del artículo 226 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, que permite a la gente destinar un porcentaje de esa cifra a la realización de películas.
EL ESTRENO
"Salvando al Soldado Pérez" se estrenará este viernes en México y luego llegará a salas estadounidenses.