"Nostalgia y recuerdos con Viola Trigo"
MAZATLÁN._ Viola Trigo sólo necesitó unos segundos de un reflector que la iluminara, luego, la cantante destiló luz propia ofreciendo un concierto genial para los habitantes de la colonia López Mateos, en el marco del programa Vive la cultura con todos los sentidos.
El espectáculo, que inició minutos más tarde de lo previsto, debido a que Trigo así lo decidió por respeto a los feligreses que en ese momento escuchan misa en la Parroquia San Felipe de Jesús, fue admirado por decenas de personas que disfrutaron de la música mexicana y la trova de la cantante.
La cantante inició su concierto con Flor de la canela y Fina estampa, de la autoría de María Isabel "Chabuca" Granda, a quien, según comentó, tuvo el gusto de conocer en España al compartir el escenario en programas especiales para radio y televisión.
Con una respuesta inmediata y muy cálida por parte del público, continuó su concierto con más temas de Chabuca y Me he de guardar.
La legendaria cantante prometió al público un gran repertorio de música tradicional mexicana y lo cumplió.
"Hay que seguir promoviendo por todos los rincones del mundo nuestras raíces, nuestros valores y tradiciones, para que México siga siendo glorioso. Un pueblo que no sabe de dónde viene, no sabe a dónde va. Los niños son el futuro, pero nosotros somos la historia", dijo.
La noche estuvo impregnada de nostalgia, de aplausos, algunas lágrimas y sobre todo, muchos recuerdos.
Trigo llevó al público a momentos inolvidables al entonar La Paloma, teniendo como coristas a todos los asistentes.
"Estoy muy contenta de estar con ustedes en este hermoso lugar, Mazatlán, que me trae lindos recuerdos, mi esposo y yo veníamos muy seguido, la última vez que pisamos esta tierra fue hace cinco años", contó.
Dedicada al club de la banda de la López Mateos, Trigo y los músicos que la acompañaron interpretaron La rielera, además del vals Alejandra, temas que se llevaron sendas ovaciones.
La intérprete explicó que la siguiente canción que brindaría a la asistencia fue interpretada por primera ocasión en voz de Lucha Reyes, para después posicionarla entre los jóvenes Amparito Ochoa y Lola Beltrán, refiriéndose a Canción Mexicana.
La siguiente parte fue dedicada a José Alfredo Jiménez, para no olvidarse de los grandes.
"Es de nuestros más grandes compositores e intérpretes mexicanos, de nuestro traje tradicional. Hay que recordar que el compositor crea y el interprete, recrea".
Amarga Navidad, Que bonito amor, A media de la noche, Ya no te amo y Mi ciudad, esta última de la autoría de Guadalupe Trigo, esposo de Viola, siguieron al recital.
Trigo dedicó su concierto a la inmortal Paloma del Rosario.
Esta noche, el estar parada sobre este escenario, se lo debo a mi comadre Lola Beltrán, quien me invitó a abrir sus presentaciones en los primeros programas de televisión.
Ese fue el preludio para que hiciera enloquecer al público con Cucurrucucú Paloma, tema con el que los asistentes se desbordaron en su coro y en sus emociones. Lo mismo ocurrió con Huapango torero, la última pieza que ofreció.