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"Farándula"

"Tiene José Ángel Lizárraga más vidas que un gato"

"El clarinetista ha sufrido varios accidentes que lo han puesto cerca de la muerte"
06/11/2015 11:42

    MAZATLÁN._ José Ángel Lizárraga Lizárraga tiene una historia de supervivencia que lo convierte en un ser privilegiado.
    El músico de 59 años puede presumir que tiene más vidas que un gato, pues ha sufrido una serie de accidentes que han puesto en peligro su existir, aunque él confiesa que ninguno lo ha hecho sentirse atemorizado.
    "Siempre me he cuidado, nunca he provocado los accidentes, porque ninguno que he tenido ha sido andando en estado inconveniente, todas las cosas que me han pasado han sido circunstancias de la vida", comenta.
    A estas alturas, el integrante de la Banda Estrellas de Sinaloa conoce todas las fracturas del cuerpo, las cicatrices le recuerdan cada uno de los accidentes que ha tenido, pero eso sí, presume que no tiene ningún "fierro" en su humanidad.
    Recuerda que en su juventud tuvo el primer percance, cuando era aficionado al ciclismo.
    "Siempre salía a entrenar a la carretera, tuve varios accidentes que nunca me pusieron en riesgo, pero recuerdo que una vez que iba cerca de El Habal, un conductor no tuvo precaución y me aventó 20 metros, me fracturé algunas costillas, tardé dos meses en recuperarme, pero por fortuna viví para contarlo".
    "Chángel", como la llaman sus familiares y amigos, siguió practicando el ciclismo, a la vez que las motocicletas se convertían en otra de sus pasiones.
    "En las motos tuve tres accidentes, pero el más fuerte fue una vez que iba bajando por el Hotel Hacienda, había una especie de bache donde cayó una de las llantas y resbalé, caí al piso, pero eso no fue lo peor, sino que venía un carro de volteo y por poquito me aplasta la cabeza, por las heridas que tuve, duré tres días hospitalizado".
    Después, nuevamente vivió otro trágico suceso a bordo de una bicicleta.
    "Iba por la Aquiles Serdán, a la altura de las changueras, le di muy recio a la bicicleta y en la esquina con Luis Zúñiga un camión urbano no hizo el alto, me pegó y salí volando, nuevamente me fracturé el cuerpo".

    De entre los fierros retorcidos
    El accidente que más lo ha marcado ha sido uno del que aún recuerda la fecha, 26 de enero de 1980.
    "Donde estaban las nieves Danesa, un vocho no hizo alto y golpeó mi carro, sentí que la vida se me iba, sólo reaccioné cuando me vi tirado en el piso, duré tres meses en recuperarme de las lesiones, me entró agua en los pulmones y por eso se complicó más todo".
    Luego vino otro, que además de requerir ayuda médica, necesitó que usaran las quijadas de la vida para poder sacarlo del auto.
    El segundo siniestro automovilístico lo tuvo al manejar una pulmonía.
    "Choqué con un poste en donde estaba la disco Fandangos, duraron dos horas para sacarme entre los fierros retorcidos pero no me pasó nada".

    Una de balazos
    Tiempo después, al citarse con los empleados de la Banda Estrellas de Sinaloa para pagarles la nómina, un hombre lo siguió desde el banco e intentó quitarle el dinero.
    "Eso fue en Guadalajara, al llegar a donde estaban los trabajadores, me bajé del carro y un tipo con una pistola me pidió que le entregara el dinero, me dijo que me iba a matar, yo por inercia me eché la mano a la bolsa para tomar la cartera y me dijo: 'esa no, dame lo que traes fajado en tu camisa', mi mente empezó a trabajar y pensé 'si ya estoy muerto, voy a jugármela", relata.
    "Entonces hice un ademán para distraerlo, luego le tiré un manotazo a la pistola y se la hice para arriba mientras él jalaba el gatillo y se le salía un disparo, me tiré abajo del tráiler y empecé a rodar mientras me tiraba otro balazo, mis compañeros se dieron cuenta y corrieron detrás del ladrón, ahí no me pasó nada, sólo raspones al tirarme al piso".

    Choca con vaca
    Los choques automovilísticos con ganado regularmente terminan en tragedia, pero "Chángel" aún vive para contar la historia de la vaca que se le atravesó en la carretera.
    "Esa vez venía de El Recodo, el impacto estuvo muy fuerte, la camioneta fue pérdida total, yo estuve 15 días en el sanatorio y me hicieron dos intervenciones quirúrgicas, lo peor fue que me aplicaron mal la anestesia y me estaba ahogando, me tuvieron en cuidados intensivos".
    Poco antes, el clarinetista había tenido otro percance en el autobús de la Banda Estrellas de Sinaloa.
    "Íbamos entrando a Estados Unidos, estábamos en San Ysidro, tenía la mano casi en la puerta del camión y la cerraron, me mocharon un pedazo de dedo, lo junté y me lo eché a la bolsa, cuando me estaban curando, me preguntaron por el pedazo, lo saqué del pantalón, se los di y me lo pegaron".

    Sin miedo a nada
    Pese a todo lo que ha vivido, José Ángel Lizárraga confiesa que nunca ha sentido miedo.
    "Soy católico, pero no soy devoto de ir a la Iglesia, cuando me duermo y cuando me levanto le doy gracias a Dios por darme un día más de vida, sólo Dios sabe el día que me voy a morir, pero nunca he quedado traumado por lo que me ha pasado, no le tengo miedo a los aviones, a viajar, a nada", dice.
    "Me cuido mucho, me hago estudios, ahora con lo de mi hermano Germán me hice estudios de la próstata y todo salió bien, no tomo pastillas de nada, no tengo ninguna enfermedad, creo que cuando me enferme será ya para morirme, porque en mis casi 60 años nunca he sufrido achaques".

    MÚSICO SINALOENSE
    -José Ángel Lizárraga Lizárraga es hijo de Cruz Lizárraga
    -Fue fundador de Banda El Mexicano
    -Fue director de Banda Lizárraga
    -Es subdirector de la Banda Estrellas de Sinaloa