"Triunfa actriz mazatleca en musicales mexicanos"

MAZATLÁN._ Descendiente de una familia mazatleca de hueso colorado, los Filippini, María triunfa en los musicales que brillan en la cartelera del Distrito Federal. Ella encarna actualmente el papel de Tania, la amiga rica y glamorosa de Dona (Rocío Banquells), en el musical Mamma Mía!, producido por Ocesa.
Su nombre ha estado en las luminarias de los musicales más importantes que se han realizado en México. Ella hizo el papel de Velma Kelly, el personaje que hace Catherine Zeta-Jones en la versión fílmica del musical Chicago.
Recientemente interpretó a Consuelo, el papel coprotagónico de José El Soñador, al lado de Jaime Camil y también participó en Los Miserables y en Bésame mucho, junto al también mazatleco Plutarco Haza.
Hija de María del Carmen Filippini y sobrina de la cantante Irma Filippini, María estuvo de visita en el puerto, donde habló de sus inicios y su participación estelar en varios musicales. Sus cuatro hermanos también han estado involucrados en el mundo del espectáculo.
"Mi hermano Eduardo hace comedia musical, otro se dedica a la música y yo desde los 9 años canto y bailo. Mi pobre mamá aguantó ensayos de rock y a toda la banda que llevaban mis hermanos y yo cuando éramos adolescentes. Los ensayos de las obras de teatro en las que participé en secundaria y preparatoria los hacíamos en mi casa y mi madre aguantaba a todo el gentío que le llevamos. Una tarde contamos más de 50 niños haciendo música y bailando", recuerda.
La vena artística la hereda de las dos familias de las que desciende. Su padre, Armando Partida, era cantante y sus tíos por parte de su progenitor fueron actores en la Época de Oro del cine mexicano. Por el lado de los Filippini recibió el talento para cantar y el humor que caracteriza a esta conocida familia mazatleca.
María estudió la carrera de danza: ballet, danza contemporánea y jazz con Emma Pulido, también estudió actuación en diferentes escuelas y cantó con los maestros que le recomendaban.

Se inicia con Angélica María
"Mis primeros trabajos profesionales los hice con 'las Angélicas' (Ortiz y María), fue una obra que se llamaba Mamá ama el rock, ahí estuve trabajando con mi hermano Eduardo, después hice Loco por ti y Un tipo con suerte. Por esos días empezó la época Ocesa, que cambió la manera de hacer y apreciar el teatro musical en México", dice.
"Participé en El Hombre de la Mancha, que fue un parteaguas en las producciones mexicanas, los cástings exigían calidad de primer mundo y los mexicanos no sólo dieron el ancho, sino que fueron mucho más allá, superando las expectativas que se tenían".
Menciona que cuando vienen los productores y directores de Estados Unidos para escoger actores y bailarines se quedan impactados con el talento que existe en México y de la forma en que se entregan los artistas a su trabajo.
"Una de mis grandes oportunidades se dio cuando trabajé en Chicago. Yo estaba en el reparto, pero unos días después del estreno, la actriz argentina que hacia el papel de Velma Kelly tuvo un accidente y se fracturó, me subieron al escenario a hacer ese papel sin haber ensayado y sin vestuario y logré sacar adelante ese protagónico", comenta.
"Hice 40 funciones con el papel de Velma Kelly. En los periódicos de la época (2002), decían que yo había salvado esa función".

Los musicales en México
María Filippini piensa que los musicales tienen larga vida en México.
"Morris Gilbert, director de Ocesa, le dio un nivel de primer mundo a los musicales en México, pero el trabajo que ha hecho Fela Fábregas es maravilloso y mantuvo los musicales en el gusto de mucha gente durante mucho tiempo".
En México se hacen muy buenos musicales porque hay maestros de baile como Emma Pulido, y en canto hay una tradición de cantantes impresionante, lo que ha consolidado la carrera de muchas generaciones de intérpretes. La formación de calidad es básica.
Recientemente, la mazatleca audicionó para el papel de Sheila, uno de los estelares del musical A Chorus Line, que se planea montar a finales del 2010.
"Participar en A Chorus Line es el sueño de cualquier bailarín del mundo, igual que para cualquier cantante es poder ser parte de una producción de Los Miserables. Estas dos obras son una prueba de fuego para cualquier artista, pero cuando las dominas en el escenario las disfrutas enormemente".
Asegura que la comedia musical es muy demandante.
"Tienes que lograr la magia totalmente y eso se logra siendo un bailarín muy preciso, explosivo y emotivo, además de ser buen cantante. Si no lo eres la gente no te lo compra, no le creen a los actores, bailarines y cantantes, por eso tenemos que estar al 100, si no el público deja de ir al teatro", afirma.
Y aunque no vive en el puerto, María se siente mazatleca de hueso colorado.
"Aquí pasé todos los veranos y las Navidades de mi niñez, mi mamá sigue viendo a sus amigas de toda la vida aquí, amo su comida... a veces me vengo nada más por el antojo de comer un buen ceviche o unos taquitos dorados".

EN CORTO
María Filippini es hija de María del Carmen Filippini, sobrina de la cantante Irma Filippini y nieta de Don Ricardo Filippini.
Hace 15 días terminó su participación en la película que tentativamente llevará el nombre de "Luna negra", dirigida por la mexicana Marisa Sistach.
Ha realizado los papeles principales en las comedias musicales "Chicago" (Velma Kelly), "Mamma Mía!" (Tania), a lado de Rocío Banquells, "José El Soñador" (Consuelo), al lado de Jaime Camil y "Los Miserables".

BAILARINA Y CANTANTE
María Filippini es bailarina, cantante y actriz profesional. Estudió danza con Emma Pulido.

EN MAMA MÍA!
María Filippini realiza el papel de Tania en "Mamma Mía!", una de las mejores amigas de Dona (Rocío Banquells), una mujer rica, glamorosa y cínica. Ella brilla por su capacidad para generar humor alrededor de su personaje.