"Un canto de esperanza por Haití"
SANTO DOMINGO (EFE)._ La música se vistió de solidaridad en esta ciudad con el concierto Un canto de esperanza por Haití, en el que Alejandro Sanz, Enrique Iglesias, Luis Fonsi, Juanes y Miguel Bosé se unieron a Juan Luis Guerra para apoyar y contribuir a la reconstrucción de la empobrecida nación caribeña.
"Gracias por estar aquí, porque ustedes han hecho posible que cumplamos con nuestro propósito de entregar a los hermanos haitianos un hospital infantil", exclamó Guerra, artífice de una presentación que reunió a unas 40 mil personas en el estadio olímpico Félix Sánchez.
La balada, el pop, el merengue y la bachata unieron sus acordes bajo un cielo medio nublado que hizo llover café sobre una multitud que coreó durante más de 3 horas a cada uno de los artistas que respondieron al llamamiento de Guerra.
Se rinden
Desde que Guerra encendió el escenario con La travesía, la noche no tuvo más opción que rendirse ante la clase de cada una de las estrellas internacionales que se alternaron con los consagrados artistas locales Johnny Ventura, Milly Quezada y Maridania Hernández, una contraparte de lujo.
A Guerra siguió en tarima el español Bosé, quien con su peculiar estilo sobre las tablas se adueñó de los primeros chillidos interpretando Bandido.
La dominicana Maridalia sucedió al polifacético intérprete y de inmediato sintonizó con Te ofrezco, al que siguió Quien no sabe de amor y Recuento.
La gente estaba tomándole el pulso al concierto cuando el puertorriqueño Fonsi sacudió el aforo con Quién te dijo eso, paseándose por el escenario y reclamando el apoyo del gigantesco coro.
"Estamos aquí con el corazón por Haití", exclamó el boricua antes de Aquí estoy y de cerrar con No me doy por vencido, uno de sus éxitos.
Pero fue el español Enrique Iglesias quien se apoderó de los fans cuando reclamó que todo Santo Domingo cantara junto a él y, no contento con ello, se mezcló con el público y subió de allí con un joven al que puso a cantar Héroe.
"Quiero un gran aplauso para Juan Luis Guerra y para ustedes mismos por este noble gesto de ayudar a la causa de Haití", dijo Iglesias.
Mantiene euforia
A Milly Quezada le tocó mantener la euforia con una mezcla de cadenciosos merengues como Para darte mi vida y Sólo contigo.
Sanz pasó entonces a ser el centro de atracción con su inseparable guitarra y a deleitar al ritmo de Desde cuando, Corazón partío y Looking for paradise.
El merengue volvió a hacer retumbar el estadio con el rey Johnny Ventura y su conocida capacidad para improvisar versos, que en esta oportunidad fueron para enaltecer el gesto de Guerra de convocar al concierto.
La música no daba tregua a la distracción, la multitud quería más, y eso fue lo que le dio el colombiano Juanes con A Dios le pido, a la que siguieron Odio por amor y la Camisa negra.
Culmina con lluvia de café
Guerra volvió con Como yo, la recién estrenada Bachata en Fukouka y el conocido Farolito, una de sus afamadas experimentaciones con el merengue típico dominicano.
Sorbo tras sorbo, el multitudinario público dio a cada artista muestras de cariño y entusiasmo, pero sabía que faltaba algo grande.
Las presentaciones individuales habían cumplido plenamente su cometido y llegó el momento de reunir en el escenario a los protagonistas con un inolvidable Ojalá que llueva café, que dio término a un concierto inigualable.
¡AY, HAITÍ!
Una treintena de artistas y algunos futbolistas aceptaron el reto lanzado por el productor español de origen haitiano, Carlos Jean, para crear una canción cuyos beneficios se destinará, íntegra y directamente, a Intermón Oxfam para la reconstrucción de Haití. Sony Music tiene previsto venderla a los países latinoamericanos.