"Un mazatleco en Dragon Ball Z"
MAZATLÁN._ Su sueño, desde que estudiaba Ciencias de la Comunicación, fue hacer cine. En los años 90, por los altos costos, era casi imposible que alguien invirtiera en un joven artista, por eso Martín Gavica se dedicó a la fotografía artística, de sociales, a la mercadotecnia y a los cortometrajes en video. Ese trabajo le abrió la posibilidad de ingresar a la industria del cine.
Gavica fue contratado por la empresa Twenty Century Fox y de enero a marzo de 2008 participó en la producción de Dragón Ball Z, dirigida por James Wong, en la que trabajó junto con un equipo de 500 empleados. El filme se estrenará a finales del verano.
"Siempre tuve proyectos de cine, pero nunca puede conseguir dinero para las producciones. Hacía audiovisuales y videos hasta que realicé el corto La pena de Diego, esa fue mi primera experiencia completamente profesional en la que participó un equipo humano y técnico de punta", comentó.
"Siempre fijé muy alto mis estándares, para mí la calidad de las obras es indispensable para poder trascender. Lo que pido ver en el cine o en la fotografía es lo que a mí me gusta realizar, aunque me cueste lo que me cueste y me refiero al trabajo que implica eso, y no hago concesiones en ese sentido".
Con esa idea Gavica hizo La pena de Diego y Ángel, que son los dos cortos que envió a la Twenty Century Fox para participar en el concurso que convocó Steven Spielberg para descubrir talentos, On the Lot.
"Fui uno de los 50 seleccionados que competirían para escoger a los participantes de la final del reality show de realización de cine, On the Lot, en el que a fin de cuentas no pudimos participar latinos ni asiáticos, por problemas para conseguir las visas de trabajo".
De cualquier manera, las obras de Gavica sirvieron para que la Twenty Century Fox, que necesitaba fotógrafos y camarógrafos para la realización de Dragon Ball Z en México, lo contrataran por los tres meses que iba a durar la filmación de esta película en la ciudad de México y Durango.
"En Dragon Ball Z hice todas las fotografías fijas para la película y la publicidad, carteles, internet y revistas. También fui auxiliar de la cámara B, fui auxiliar de director de fotografía, ayudaba a iluminar escenas y traté de involucrarme en todo lo que me permitieran para aprender más".
Reveló que aunque pagan muy bien, la presión era muy grande y hubo un momento en que quiso renunciar.
"Trabajaba todo el día y llegaba al hotel a editar para mandar el material a los estudios de Fox, era extenuante, hasta que me pusieron dos asistentes para que me ayudaran, uno a editar y otro a acomodar las luces en el set, aguanté por eso y además porque me gusta mucho hacer cine y por los amigos entrañables que haces entre la producción", dijo.