"Un rescate de película"
LIMA (AP)._ Todo empezó con el intento de rescatar una inversión de arrozales en Bolivia, lo que dio paso a una pesadilla en una cárcel y culminó con una fuga tramada por... ¡Sean Penn!
A Jacob Ostreicher, de 55 años y ex dueño de un negocio de pisos en Nueva York, le ha costado recuperarse de esta odisea tras pasar 18 meses preso sin cargos.
Se arruinó su matrimonio, se quedó sin un centavo y casi se volvió loco.
Ahora vive solo en Los Ángeles y dice que está buscando montar un nuevo negocio, que no vive de la caridad, pero que sí ha recibido un gran apoyo emocional de su familia, la comunidad judía y algunas figuras de Hollywood. Sobre todo de Penn.
A fines del 2012, Penn viajó a Bolivia para investigar el caso a pedido del también actor Mark Wahlberg.
Ostreicher, un judío ortodoxo, había despertado el interés del Aleph Institute, una fundación que ayuda a los judíos encarcelados.
La organización, con sede en la Florida, le pidió a Wahlberg que hablara con Penn, una figura conocida por su compromiso social.
Penn se convenció de que Ostreicher había sido encarcelado injustamente a mediados del 2011 para que funcionarios corruptos pudiesen robarse una operación arrocera de 25 millones de dólares en la que él era un inversionista menor. Se le acusó de lavado de dinero, pero nunca se presentó evidencia alguna.
Penn se mostró discreto al ser interrogado sobre su amistad con Ostreicher y las razones por las que decidió ayudarlo.
"¿Qué te puedo decir? Era un tipo simpático", expresó el actor. Sin embargo, cuando le pidió al Presidente boliviano Evo Morales que intercediese, recibió una respuesta esquiva.
Entonces decidió sacar a la luz la red de extorsión y desató un escándalo que generó el arresto de 14 funcionarios bolivianos.
El actor logró que Ostreicher fuese transferido a una clínica. El hombre pesaba sólo 48 kilos como consecuencia de una huelga de hambre para protestar por su detención.
Penn aprovechó sus contactos caraqueños, era muy amigo del finado Presidente Hugo Chávez, para que asignasen guardias venezolanos a su protección, temeroso de represalias.
Consiguió que Ostreicher fuese trasladado de una cárcel de máxima seguridad a prisión domiciliaria.
Hasta que, a fines del 2013, Ostreicher llegó en un vuelo comercial a Los Ángeles, procedente de Lima. En el aeropuerto lo esperaba Penn.
"Sean es el responsable de haberme salvado la vida'', afirmó Ostreicher.
"Es mucho más que un amigo".