Andrea Bocelli y su certeza en la otra vida

EVANGELIZACIÓN, EDUCACIÓN Y CULTURA
    “A pesar de su personal tragedia física, de perder la visión, tiene muchas más bendiciones y gracias para ser optimista en su vida, porque siente el amor de sus seres queridos y ha tenido éxito en su profesión”.

    El mundialmente conocido tenor Andrea Bocelli expresa una positiva visión de la vida, a pesar de algunas tribulaciones con las que se enfrentó y

    pudieron haberle dejado secuelas para una actitud negativa, pues para él, el hecho de vivir es ya algo sublime.

    Antes de nacer, estando en el vientre de su madre, los médicos le detectaron la posibilidad de que naciera con el problema del glaucoma, aconsejándoles a sus padres, Alessandro Bocelli y Edi Arinchieri, la trágica solución del aborto, sin embargo, sus padres se resistieron y decidieron que su hijo viviera.

    Así, aun cuando en la historia de su vida podría esgrimir argumentos para mostrar inconformidad con su existencia, teniendo en cuenta que, siendo aún niño, a la edad de 12 años, el glaucoma lo llevó a perder el preciado don de la vista, supo superar esa tragedia, encausando su vida con una actitud positiva, refugiándose en el extraordinario don recibido de su maravillosa voz.

    En una entrevista en el canal católico EWTN, el tenor italiano pone de manifiesto su fe en la otra vida, en donde nos espera Dios, esta fe, a través de la esperanza, se convierte en un aliciente para continuar, con paso decidido, su caminar en este mundo.

    En esta entrevista muestra su convicción en la existencia de la otra vida después de esta, en la cual todas las limitaciones de la vida actual se verán

    plenamente colmadas, es por ello que siempre se debe de tener una visión optimista y esperanzadora.

    La vida de la eternidad dará pleno significado a esta vida actual, pues considera a la creación entera como un sabio diseño de la sobrenatural inteligencia de la mente de Dios.

    Penetrando hasta el origen de la causa primera de la creación, el tenor afirma; “Creo en el relojero, no en el reloj”, afirmando con ello una visión de ir hasta la causa originante de todo cuanto existe, sin quedarse únicamente con los efectos, los cuales serían el mundo creado.

    Bocelli expresa que, a pesar de su personal tragedia física, de perder la visión, tiene muchas más bendiciones y gracias para ser optimista en su vida, porque siente el amor de sus seres queridos, ha tenido éxito en su profesión, para lo cual, ciertamente, necesitó de un gran esfuerzo, por esto y muchas otras cosas más, en lugar de lamentarse, siente una gran deuda con la vida y con el supremo Creador.

    “Al que mucho se le da, mucho se le pedirá”, esta sentencia le abre a un inquietante cuestionamiento, por lo cual siente una obligación de restituir algo de lo mucho que ha recibido, dando a los demás algo de lo mucho por él recibido.

    La manifestación de fe de este preclaro tenor, Andrea Bocelli, como hay muchos otros casos más, es una motivadora muestra de vivir siempre con

    optimismo, en una positiva manera de ver lo otorgado por Dios, en la esperanza de la otra vida, en donde toda nuestra existencia tendrá su completo y verdadero sentido.

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