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Columna

Contra pereza diligencia

EDUCACIÓN EN LA FAMILIA
07/04/2022 11:17

    Uno de los males que más aumenta haciendo presa a no pocos jóvenes y no tanto es la falta de ideales, de motivos concretos y definidos que den sentido a sus vidas. La apatía, la abulia y el “paso” de esto o lo otro del compromiso especialmente, se están adueñando de la mente, los corazones y las voluntades y debía de preocuparnos.

    Por eso es oportuno sacar a la luz la diligencia que hasta donde se ve no se educa para nada, ¿quién habla de eso?, ¿quién sabe en qué consiste?, pues es el contrario de la pereza, la desidia y el “paso”, la define el diccionario como “cuidado, prontitud, agilidad y actividad en hacer lo que se debe hacer” la procrastinación significa diferir o aplazar la ejecución de lo que tenemos que hacer, es un mal hábito que está muy extendido entre adultos y pues no podemos educar a los hijos así, tiene atrapados a tanta gente y además les agobia y no encuentran la manera de salir de este vicio. En poquito o en mucho casi todos caemos en algún momento, el mal está en que sea continuo en todo lo que no nos agrada hacer.

    Sucede que no tenemos hada madrina que nos lo haga y se acumula, agobia y quita la paz, porque hay que hacerlas y entre más se acumulan más flojera, comenzar la vida así no es justo, educar es poner buenos hábitos en nuestros hijos y buenas ideas que tomen su lugar privilegiado antes que el mundo les llene de otras que terminan destruyéndoles haciéndoles fácilmente manipulables, lo que está sucediendo en todas partes, los soldados rusos no dudan ni por un momento que Putin tiene razón y no es cierto lo que dicen de él, lo dicen con total convicción lo mismo que los seguidores de los otros dictadores no necesito decir más lo tenemos en casa, pero esos son extremos que se dan mucho.

    En otro nivel vean que tratan los programas o como les llamen de los “influencers” jovencitos, así como propósito en la vida superficialidades, diversión extrema, ninguna construcción de una personalidad y nada de futuro solo vivir el presente disfrutándolo y divirtiéndose. Si, no hay que olvidarnos del vivir en presente pero tampoco olvidarse del futuro, no sabemos que tanto futuro tendremos pero hay que tomarlo en cuenta.

    Comencemos por examinarnos si somos diligentes a lo mejor si o casi si, sin saber que así se llama, pero si no para poner remedio y educar en este valor humano tan importante para sacar adelante nuestro proyecto de vida: 1- Una persona diligente se adelanta comienza su actividad temprano antes de que sea urgente, sabe que andar sin dilaciones es andar en poco tiempo la mitad del camino, “mi obra está ya medio terminada decía Goethe”

    -Ser diligente es desarrollar y estimular la propia energía moral para encarar los problemas y dificultades que van surgiendo con ilusión y fortaleza en los actos que debemos realizar cada día, si hacemos primero lo que más nos cuesta el resto es coser y cantar y no acumular.

    -Es ser capaz de deliberar con objetividad y reflexión y mostrarse dispuesto a cumplir de buen grado los deberes y obligaciones con prontitud e interés. Tip para quienes creen en Dios es ponerle nombre a cada ocupación, es decir ofrezco este trabajo bien hecho por mi hijo Panchito que está sin trabajo, o por Petrita que está enferma, por mi país en crisis o la guerra en tantas partes.

    -Es saber someter los propios deseos a lo que se juzga como más conveniente o conforme con la propia conciencia (para esto necesitamos tener claro lo que es bueno y lo que es malo, no necesitamos sabernos los mandamientos de la ley de Dios porque todos están en nuestra naturaleza si no la hemos sofocado por no hacerle nunca caso.

    - Es tener un alto sentido de responsabilidad, saber hacerse cargo de uno mismo sin buscar otros a quien echar culpas, responder de sí mismo y ser fiel a las propias promesas y la palabra dada.

    - supone un profundo conocimiento de sí mismo y las propias capacidades, coordinando y hermanando adecuadamente el pensamiento y la acción, Ya que el hombre solo se conoce a si mismo por la acción otra vez Goethe, lo que significa evitar vivir de sueños y poner los pies en la tierra andando y haciendo.

    - Es saber hacer en todo momento lo que tenemos que hacer o hemos decidido hacer con toda la concentración, ilusión y eficacia que nos sea posible (el trabajo bien hecho es fuente de mucha satisfacción y paz, traducido “estar en lo que haces no la cabeza en otra parte”

    -Es saber transformar los simples deseos y las decisiones en acciones reales con prontitud y esmero.

    - Es tener la suficiente entereza moral para lograr que la reflexión y la razón dominen y controlen siempre nuestra parte instintiva e impulsiva y que la decisión firme y la conciencia recta del deber se impongan al momentáneo gusto o disgusto que pueda proporcionarnos una determinada actividad.

    Ya sabiendo en qué consiste podremos saber que si tenemos y que nos falta y luego sigo con el cómo conseguirlo en los hijos que es urgente y en uno mismo igual de urgente.