El Santuario de Silo
Encabezados por el danés Hans Kjeer, un grupo de arqueólogos en el año 1926, encontraron evidencias de la destrucción de la ciudad de Silo, ocurrida alrededor del año 1050 a. C. esta destrucción concuerda con el relato bíblico en el libro de Samuel, en el cual, en la batalla con los filisteos perecieron los dos hijos de Elí Jofní y Fineés y fue capturada el Arca de la Alianza, lo cual fue la causa, también, de la muerte de Elí.
Silo es considerada como la primera capital del pueblo judío, desde la conquista de Canaán hasta el establecimiento de la monarquía, ahí originalmente estuvo el tabernáculo, en donde se encontraba la Arca de la Alianza.
El origen del asentamiento de Silo se remonta hasta la Edad de Bronce, en su periodo medio, hacia los años del 2000 al 1500 a. C. cuando empieza a acrecentarse la convivencia urbana. Como nota característica de este periodo se constata la elaboración de una diversidad de cerámica.
Hacia el final del periodo del Bronce Medio la ciudad sufrió una de sus destrucciones, a causa de los invasores, después de la cual la población continuó con el crecimiento tenido anteriormente.
En el periodo denominado como la Edad de Hierro, del 1200 al 1000 a. C. El lugar fue considerado como un importante centro de culto, logrando, por esta circunstancia, un notable desarrollo.
Después de la conquista de la tierra de Canaán por Josué, cuando ya los judíos eran gobernados por los Jueces, el lugar de Silo fue considerado como el equivalente a la capital de los judíos, designándolo como la sede donde estaría el Tabernáculo con el Arca de la Alianza
Ahí, en Silo, fue donde estuvo como gobernante el Sumo Sacerdote Elí y ahí fue donde Ana, esposa de Elcaná, estaba suplicando a Dios que le diera un hijo, al verla Elí hablando en silencio, pensó que estaba ebria, reprendiéndola por su supuesta embriaguez, a lo cual ella respondió que no había bebido licor, solo estaba desahogándose por la desgracia de no tener un hijo.
Tiempo más tarde cuando ya Ana había dado a luz a Samuel, volvió de nuevo al santuario, presentándose ante Elí, a quien le dijo que era aquella misma mujer suplicante y ahora traía un hijo con ella, el cual, en acción de gracias sería consagrado al Señor: Este hijo era Samuel.
El mal comportamiento de hijos de Elí motivo la derrota de Israel por los filisteos y cuando los judíos volvieron al combate con ellos, en Eben-Azer, llevando con ellos el Arca de la Alianza, fue cuando fueron completamente derrotados, capturando el Arca y destruyendo definitivamente a Silo. Esta destrucción es comentada en época posterior por el profeta Jeremías.
Después de esta destrucción, la ciudad ya no volvió a florecer como un importante asentamiento, aunque fue considerada un lugar de peregrinación, primero para los judíos y posteriormente para los cristianos, quienes consideran el sitio como el lugar de origen del tránsito de la antigua a la nueva alianza.
