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Columna

La familia, la persona, la sociedad

EDUCACIÓN EN LA FAMILIA
18/08/2022 10:51

    La familia es el tema de esta colaboración y como he dicho aquí, está siendo atacada por todos los flancos y por quienes deberían cuidarla y protegerla con manipulación a todo lo que da, programas y discursos populistas podría perder sus funciones en relación con la “sociedad”, que según dicen ésta sería más apta para desarrollarnos mejor, abusados ya no serán necesarios papás y menos que tengan derechos sobre los hijos, la sociedad “gobierno” se hará cargo.

    Para allá van las leyes no sólo aquí en muchos países, se necesita que los padres estén al tanto de lo que sucede con los legisladores porque de repente ya aprobaron leyes que a todas luces son injustas y ni cuenta nos dimos, ya no están los tiempos en que podíamos decir a mí la política no me gusta no me interesa, estamos en momentos en que todos debemos participar y vigilar y llamar a cuentas a los servidores públicos que son nuestros empleados, o podemos estar arrepintiéndonos dentro de muy poco, ya de por sí la educación en las escuelas está en su peor momento porque no buscan el mejoramiento sino lo contrario y nos estamos dejando por no decir nada ni exigir cuentas, y a quienes se pone a dirigirla.

    No es tan difícil entender, parece claro que la contraposición familia-sociedad no tiene sentido por la simple razón de que sin familia no hay sociedad posible, la familia es la forma pura o esencial de la sociedad, no existe la sociedad en general, en abstracto, sino un conjunto de instancias, grupos e instituciones sociales que se relacionan entre sí, que no es lo mismo.

    Me estoy metiendo algo en filosofía (a mí me encanta) espero no les importe pero hay que tener claros los términos, el hecho es que sólo hay una sociedad –en sentido estricto- donde se aprende a ser social, y esa sociabilidad concreta y existencial tiene que ser algo que haga a la persona trascenderse a sí misma en dirección a los demás, ese salir fuera característica de la condición social de las personas, no se hace sin esfuerzo y sin unas condiciones particulares que se dan específicamente en la familia.

    La apertura a los demás supone una relación de cercanía material importantísima y prepara para la confianza mutua en la que se despliega una educación recíproca, y todo esto se da primariamente en la familia, y, si no se da en ella, no se da tampoco en una sociedad abstracta, no es sociedad humana si ella se limita a ser el inmenso lugar de individuos sin rostro, que en la bola y el anonimato hacen justamente cosas contra la familia y la sociedad.

    Es decir que lo que llamamos sociedad representa al hombre de un modo abstracto, no en toda su intensidad personal, para que sea concreta necesita ser personalizada, y la personalización solo es posible en una familia, solo a través de ella puede aparecer en otras formas sociales. Ser persona consiste en ser, al mismo tiempo y esencialmente, individuo y relación. Y resulta que la familia es el lugar donde se destaca plenamente la individualidad. En ella no soy un individuo igual a otros, y, por tanto, indiferenciado, sino que tengo un nombre propio y soy conocida en todos los rasgos que contribuyen a forjar esa individualidad.

    En la familia adquiero inmediatamente un papel, un “rol” – padre, hijo, esposa, abuela, tía, y por lo tanto soy esencialmente relacional, y no sólo derivado de lo físico sino también de lo característico de la familia que es el amor que une a sus miembros. (Pregúntate ¿Cómo los amo?, ¿se dan cuenta que los amo? Solo decirlo no es amor, celos no es amor, controlar no es amor. El amor es la paradoja por excelencia: lo absoluto relacional o la relación absoluta.

    En esa presunta y mecánica sociedad, soy un número indiferenciado, no plenamente individuo, además sin relación constitutiva ni amistosa con los demás es decir no soy plenamente relacional, en la sociedad se es persona solo abstractamente, así que no se puede examinar a la familia desde la sociedad para ver qué papeles se le pueden asignar, justamente es al revés la sociedad desde la familia. Solo así la sociedad será sociedad y no mero agregado mecánico.

    La familia es la primera forma en que aparece lo social, y todo lo que puede recibir el nombre de social tiene que partir de ella, ser social es ser persona, pero persona se es primeramente en la familia. La familia es la célula de la sociedad significa que es un ser vivo, no un mero agregado de individuos con relaciones externas, ni una máquina que funcione más o menos, como en cualquier ser vivo hay partes diversas integradas en una unidad funcional, si no hay esa unidad no se vive en familia sino un hotel en que cada uno anda en lo suyo.

    La idea es que nos demos cuenta la importancia de formar buenas familias sin ellas no hay sociedad donde valga nada ni la vida ya no digamos la calidad de vida o la propiedad, debemos no solo cuidarla sino trabajar por que sea una familia buena de donde salgan buenas personas y además puedan ser felices, las malas personas no lo serán nunca lo que estamos viendo en las noticias nos dice que tenemos que trabajar duro para recomponer la sociedad.