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Columna religiosa

La perdida ciudad de Ebla

EVANGELIZACIÓN, EDUCACIÓN Y CULTURA
09/08/2022 13:06

    Sin el esplendor de otros hallazgos arqueológicos, el descubrimiento de las ruinas de la ciudad de Ebla ha sido considerado por muchos como uno de los más importantes descubrimientos realizados en el Siglo 20, removiendo las penumbras de una parte oscura de nuestra historia remota

    Fue en el año de 1962 cuando Paolo Mathiae fue enviado a dirigir una exploración en el noroeste de Siria, en un lugar situado a 60 kilómetros de Alepo, en donde estaba un promontorio conocido como el Tell Mardikh, ignorado comúnmente por los arqueólogos, hasta que de manera accidental fueron encontrados ahí restos arqueológicos de importante valor.

    No fueron los arqueólogos, sino unos aldeanos, quienes dieron con las ruinas de una antigua pileta, ricamente adornada, esto atrajo la atención y despertó el interés del instituto encargado de vigilar las antigüedades.

    Este hecho dio ocasión a un seguimiento referencias mencionadas en inscripciones en donde se hacía alusión a un lugar llamado Ebla del cual no se tenía preciso el lugar de su ubicación.

    El hallazgo más importante fueron miles de tablillas, pero que no provenían de la biblioteca de esta ciudad, como en un principio se supuso, sino que eran textos de listas de carácter administrativo, lo cual dio una idea del ambiente de esta ciudad. La búsqueda de la biblioteca de la ciudad de Ebla aún continúa.

    Basados en una economía de carácter comercial, esta antigua ciudad había aprovechado ubicación para establecer lazos comerciales y de intercambio con otras ciudades, llegando hasta las urbes ubicadas en el sur de Mesopotamia, lo cual es mencionado en las páginas bíblicas así como en otros textos escritos en caracteres cuneiformes, encontrados en Egipto y en la misma Mesopotamia.

    La principal rival de Ebla fue la ciudad de Mari, con la cual entró en conflicto, principalmente por las cuestiones comerciales y se piensa que Ebla contribuyó a la primera destrucción de aquella ciudad.

    Con una antigüedad de 5000 años la ciudad de Ebla vivió varios periodos, en los cuales decaía y volvía a resurgir, dentro del esquema de las primeras ciudades-estado, en las cuales fueron marcados los principios de la civilización, tal y como actualmente es conocida.

    Sin duda el hallazgo de los restos de esta ciudad, nos trae a la luz un lugar de nuestra historia, mencionado muchas veces, pero del cual con se contaban con las evidencias físicas y por ello relegada al lugar de las invenciones legendarias, ahí donde se pretende encontrar una explicación del remoto pasado.