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"EVANGELIZACIÓN, EDUCACIÓN Y CULTURA"

"Los ortodoxos"

"Columna Semanal"
EVANGELIZACIÓN, EDUCACIÓN Y CULTURA
20/02/2016 16:37

    En su viaje de visita a México, el Papa Francisco I, hizo una escala en Cuba, al parecer no estaba contemplada en un principio, a fin de tener una entrevista con Patriarca Kirill de la Iglesia Ortodoxa Rusa, ante esto podríamos preguntarnos, ¿Quiénes son los ortodoxos?

    El término ortodoxo viene de la lengua griega, de la palabra ortodoxia, que a su vez está compuesta de ortos, traducido como correcto y de doxa que aquí equivale a opinión. Así el término ortodoxo tiene el significado de correcto y por extensión es considerado como algo tradicional o conservador.

    Comúnmente este concepto es aplicado a doctrinas religiosas cristianas asentadas o partiendo de la cultura oriental, separadas de la Iglesia católica romana a partir del 16 de julio de 1054, aunque en lo general los conceptos de su fe estén de acuerdo con la doctrina católica. El término ortodoxo también se puede aplicar a otras disciplinas distintas de la religión, tales como el deporte o la convivencia social.

    Originalmente hay cinco patriarcados, considerados como fundados por los apóstoles, están ubicados en Roma, Constantinopla, Alejandría, Antioquia y Jerusalén. Estos patriarcados se mantenían originalmente en una comunión doctrinal.

    Separados de la Iglesia de Roma, en el Siglo 11, con el tiempo surgieron otros patriarcados, separándose de los cuatro patriarcados ortodoxos, proliferando en nuevas iglesias ortodoxas. Algunos de estos patriarcados o Iglesias Ortodoxas han regresado a la comunión con la Iglesia católica romana, tal es el caso de la Iglesia Ortodoxa Armenia.

    A diferencia de otras confesiones cristianas, como las iglesias protestantes, a las iglesias ortodoxas, se les consideran válidos los sacramentos, especialmente el bautismo y la eucaristía, aunque tengan variaciones notables en su rito, la razón está en que su rompimiento con la Iglesia Católica Romana, no fue completa, ni radical.

    A partir del Concilio Vaticano II el ecumenismo ha hecho un gran esfuerzo por encontrar formas y canales que permitan regresar a la unidad, no obstante existe el gran peso de la historia y de las páginas en ella escritas.

    En un esfuerzo de buena voluntad, católicos y ortodoxos tratan de encontrar puntos de unión y apoyados en el diálogo fraterno, pero sobre todo en la oración, buscando llegar a la unidad anhelada por Jesús, tal como aquel sueño expresado por el Papa Paulo VI y el Patriarca Atenágoras: “Que llegue un día en que podamos rezar juntos el Padre Nuestro”.