A la espera de datos de inflación

CONTEXTO FINANCIERO
    La especulación sobre la agresividad de la normalización monetaria de la Reserva Federal, así como sus efectos, no paran y esta semana también se espera que el Banco Central Europeo dé directrices sobre la ruta que seguirá

    Iniciamos ayer la semana con una sesión positiva para casi todas las bolsas de valores del planeta; la mexicana fue una de las escasas excepciones. Los principales índices del mercado de valores estadounidense cerraron un lunes positivo, aunque el ánimo por las compras fue disminuyendo conforme avanzó la sesión, en un día de pocos datos. Los indicadores presentaron su segunda alza en los últimos cinco días, aunque perdieron la oportunidad de alcanzar su mejor puntaje en un mes.

    La subida sucede luego de una semana negativa, la octava en nueve periodos para el SP500 y el Nasdaq, y la novena para el Dow Jones de las últimas diez. Ante pocos datos, los inversionistas probablemente todavía asimilan las cifras de desempeño manufacturero y empleo de la semana pasada, además de posicionarse de cara a las próximas actualizaciones en cuanto a inflación. La especulación sobre la agresividad de la normalización monetaria de la Reserva Federal, así como sus efectos, no paran y esta semana también se espera que el Banco Central Europeo dé directrices sobre la ruta que seguirá.

    Podría estar animando los intercambios que China continúa mejorando sus estadísticas de contagios de Covid-19, luego que el impacto económico del nuevo brote ya sea visible en los últimos datos. El indicador de administradores de compras manufactureros del gigante asiático mejoró en mayo, aunque continuó en zona de contracción. En la semana, el mercado estará atento a la actualización de perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, así como a la Cumbre de las Américas, además de los datos relacionados con balanza comercial y confianza del consumidor.

    En nuestro país, las bolsas no lograron salir del terreno negativo heredado de la semana pasada, pese a actualizaciones económicas locales en sentido positivo, por la continuidad de temores globales como la inflación y cercanía de recesión. Los indicadores accionarios presentaron seis caídas al hilo, algo que solo había sucedido dos veces (en abril) durante los últimos seis meses. Los índices están muy cerca de alcanzar los mínimos del año y alrededor del 12 por ciento debajo de sus máximos. La sesión del lunes significó además la segunda peor desde el 06 de mayo.

    El mercado pareció apenas tomar en cuenta que el consumo privado presentó en marzo su noveno avance seguido, mientras que la inversión fija bruta del mismo mes registró su mayor incremento en los últimos trece meses. Además, la producción de autos ligeros de mayo en el país creció por tercera vez en cuatro meses y tuvo su mejor desempeño en un año. En contraparte, los inversionistas también reconfiguran posiciones de cara a los datos de inflación que serán dados a conocer en la semana, tanto en México como en Estados Unidos, lo que aumenta la presión sobre Banco de México y aviva las especulaciones sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal.

    En temas energéticos, observamos que los precios del petróleo finalizaron con pérdidas, en medio de dudas sobre que la mayor producción de crudo por parte de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo y sus aliados sea suficiente como para aliviar la presiones por el lado de la oferta, al tiempo que Arabia Saudita, el tercer mayor productor de crudo en el mundo, elevó los precios de su mezcla para julio. Así, el precio del contrato de julio del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, bajó 33 centavos para ubicarse en 118.50 dólares, mientras que el precio del contrato de agosto del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, perdió 21 centavos para llegar a los 119.51 dólares el barril.

    De esta manera, el precio del crudo americano frenó tres días de ganancias y el Brent cayó por primera vez en trece sesiones, por lo que frenó su mejor rally en lo que va del año. Arabia Saudita elevó el precio de venta oficial del ligero árabe de julio una prima de 6.50 dólares, el nivel más alto desde mayo, cuando los precios alcanzaron máximos históricos debido a la preocupación por la interrupción de los suministros de Rusia. El aumento de precios siguió a la decisión de la semana pasada por parte de la OPEP+ de impulsar la producción de julio y agosto en 648 mil barriles por día, o un 50 por ciento más de lo previsto previamente.

    Finalmente, en asuntos cambiarios, tenemos que la moneda mexicana perdió por segundo día al hilo y se alejó de su nivel más fuerte desde principios de marzo de 2020, ya que el dólar estadounidense retomó terreno en el mercado cambiario. Así, el peso mexicano perdió poco más de cuatro centavos para cerrar en 19.61 unidades por dólar, mientras que el Índice Dólar, o DXY, el cual rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, ganó 0.3 por ciento para colocarse en 102.40 unidades, para alejarse de su nivel más débil en seis semanas.

    Los operadores del mercado aumentaron su demanda de dólares ya que se descuenta un ciclo de ajuste monetario fuerte junto con una narrativa de crecimiento económico débil en la mayoría del mundo. Algunos analistas opinan que los indicadores económicos publicados la semana pasada refuerzan la expectativa de una desaceleración en el crecimiento de Estados Unidos. Si bien todavía no se vislumbra una recesión en el corto plazo, no se descarta que ésta llegue antes de concluir el año si la Reserva Federal endurece su postura. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.

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