"De las crisis a la estabilidad"
JESÚS HOMOBONO ROSAS
CULIACÁN._ De 1941 a 1970, se registró en México un crecimiento económico promedio anual de 7.5 por ciento, con una creciente participación del Estado en la economía, etapa a la que se le llamó el milagro mexicano.
El modelo seguido, llamado del desarrollo estabilizador, se agotó a principios de los 70, por lo que se decidió reconfigurar la política económica a través del llamado desarrollo compartido, que pretendió simultáneamente mantener la estabilidad en las variables macroeconómicas y usar el gasto público para impulsar el crecimiento. Posteriormente se demostraría que con el cambio de modelo se gestaba una crisis cambiaria y financiera de grandes magnitudes.
Después de 1970, el Gobierno realizó un gasto público masivo, orientado al empleo más que a la distribución del ingreso, y aumentó en grandes proporciones el endeudamiento, los resultados económicos fueron ciclos económicos con crisis recurrentes.
La docena trágica
Al periodo que inicia con Luis Echeverría, Presidente de México de 1970 a 1976, y al sexenio presidencial de José López Portillo, de 1976 a 1982, se le ha llamado "la docena trágica" para la economía del País, ya que en esos años se dio un manejo errático de las políticas económicas, caracterizadas por los excesos en gastos que llevaron al País a problemas económicos cuyos efectos se sentirían por muchos años.
Con Echeverría se abandonó el tipo de cambio fijo que existía desde 1954, de 12.50 pesos por dólar, mismo que al final de su sexenio llegó a los 20 pesos por dólar, acumulando en su periodo una pérdida de valor de la moneda de 60 por ciento.
En su periodo la deuda externa aumentó de 6 mil millones de dólares que había heredado de Díaz Ordaz a más de 20 mil millones de dólares, y la deuda pública total llegó a representar el 28.6 por ciento del PIB nacional.
Echevarría recibió un País con una tasa inflacionaria de 4.69 por ciento, y lo dejó con una inflación de 25.10 por ciento, acumulando un aumento del nivel general de precios de 129.6 por ciento.
El PIB tuvo en su sexenio un crecimiento promedio de 5.95 por ciento, pero la tasa anual de desempleo finalizó en 6.70 en proporción a la Población Económicamente Activa, la más alta registrada en el País.
El desastre
Con José López Portillo, se llevó a cabo una inadecuada política monetaria y una notoria dilapidación de los recursos públicos provenientes principalmente de los excedentes del petróleo.
En su régimen, la situación fue difícil en general, apenas unos días antes de entrar en funciones se realizó una de las devaluaciones más severas que el País hubiese vivido hasta esas fechas y se obtuvo un préstamo del Fondo Monetario Internacional con el acuerdo de ejercer un presupuesto reducido y mantener bajos los salarios.
Limitado por los malos manejos de su antecesor, López Portillo se mostró inicialmente prudente en cuanto a gasto e inversiones, pero todo cambiaría al descubrimiento de nuevos yacimientos de petróleo, que ubicaron a México como primer exportador de crudo.
En materia de administración, con López Portillo aumentó la burocracia, creó nuevas secretarías de Estado y multitud de organismos, adquiriendo y participando igualmente en más de medio millar de empresas, lo que junto a una corrupción exorbitante terminó no sólo por reducir a cero los excedentes del petróleo, calculados en 100 mil millones de dólares entre 1978 y 1981, sino por multiplicar la deuda externa ante el aumento de las tasas de interés.
Con respecto a la moneda, en su gestión, el peso fue devaluado en 646 por ciento, y la deuda pública llegó a representar el 91.6 por ciento del PIB nacional, algo nunca antes visto en el País.
Al inicio de su gestión, la tasa inflacionaria fue de 27.20 por ciento, y al final salió dejando al País con aumentos en precios de 84.49 por ciento, en su periodo sumó una inflación de 459 por ciento.
Al término de su mandato nacionalizó la banca y decretó el control de cambios, y cerró el sexenio con un promedio de crecimiento del PIB de 6.48 por ciento, con una tasa de desocupación de 4.20 por ciento.
La apertura
De 1982 a 1988, bajo la Presidencia de Miguel de la Madrid, la inflación subió a un promedio de 100 por ciento cada año, acumulando en su periodo un incremento de precios de 3 mil 710 por ciento, con caídas drásticas en producción, sobre todo en empresas gubernamentales.
En su gestión, la variación de la paridad peso-dólar fue de 1 mil 437.7 por ciento, y la deuda pública como porcentaje del PIB se ubicó en 48.9 por ciento.
Para resolver tales problemas, inició con la apertura económica, desregulación y descentralización, así como la privatización de empresas estatales. Durante su administración, el número de paraestatales se redujo de 1 mil 155 en 1982 a 413 en 1988.
Con De la Madrid, la economía mexicana alcanzó un crecimiento promedio de 0.3 por ciento, y la tasa de desempleo se ubicó en 3.2 por ciento de la PEA.
En su gestión, México logró ser admitido al GATT, siendo el punto más fuerte de su administración.
Expansión truncada
Con Carlos Salinas de Gortari, Presidente de 1988 a 1994, se darían importantes cambios económicos, entre ellos la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y una amplia privatización de empresas estatales, incluida la banca.
A partir de ese momento se intensificó el cambio estructural en la política económica, lo que incluyó el saneamiento de las finanzas públicas, la renegociación de la deuda externa y el inicio de la apertura comercial y financiera.
En el sexenio de Salinas el monto de la deuda pasó del 48.9 ciento del PIB a 22.3 por ciento, y el peso perdió 131.8 por ciento de su valor.
Para 1994 el Gobierno de Salinas tuvo un elevado gasto gubernamental que llevó a un déficit de cuenta corriente histórico de 7 por ciento del PIB, y para sobrellevarlo el Gobierno emitió tesobonos, instrumentos financieros que aseguraban pagos en dólares, que más tarde no se podrían pagar, lo que originó una de las peores crisis financieras que ha vivido México, conocida en el exterior como el "efecto Tequila".
No obstante, en su sexenio se redujo la inflación a un solo dígito, inició con una tasa de 51.66 por ciento y terminó con una de 6.93 por ciento, acumulando en seis años aumentos por 139 por ciento.
El crecimiento económico promedio anual en el sexenio salinista fue 3.9 por ciento, y la tasa de desempleo al final de su mandato se ubicó en 3.6 por ciento de la PEA.
En materia monetaria, en 2003 se decretó un cambio de moneda, creandose el "nuevo peso" que sustituyó a un peso sumamente depreciado derivado de las elevadas tasas inflacionarias previas. Se le quitaron tres ceros al peso, como se explicó en ese momento, y a partir de ahí se ajustaron todas las estadísticas económicas del País.
Fue el último Presidente al que se le asignó una partida presupuestal cuyo gasto no estaba sujeto a comprobación, denominada comúnmente "partida secreta".
El rescate
La presidencia de Ernesto Zedillo, de 1994 a 2000, inició con una de las crisis financieras más graves del siglo, con repercusiones internacionales.
En diciembre de 1994, el Gobierno usó la estrategia de libre flotación de la paridad peso-dólar para corregir los problemas heredados por Salinas, pero la flotación causó una fuga masiva de divisas ante la incertidumbre en el País.
Con el llamado "error de diciembre", el precio del dólar creció cerca del 114 por ciento, pasó de 3.40 a 8.70 pesos por dólar entre diciembre de 1994 y marzo de 1995, causando quiebras de miles de empresas y desempleo, al tiempo que una gran cantidad de personas se vieron impedidas de pagar sus deudas.
El Presidente Zedillo ideó el Fondo Bancario de Protección al Ahorro, Fobaproa, para apoyar a la banca nacional contra los deudores y resolvió el problema por medio de dos préstamos hechos por Estados Unidos a México por un total de 20 mil millones de dólares, logrando el resto del sexenio una recuperación del empleo y una adecuada administración de las políticas economicas, que permitieron la estabilidad del País, alcanzando un crecimiento promedio anual del PIB en su sexenio de 3.67 por ciento.
La tasa inflacionaria acumulada en su gestión fue de 226 por ciento, y la pérdida de valor de la moneda fue de 79.9 por ciento en el sexenio.
Logró llevar la deuda pública al 15.9 por ciento del PIB y la tasa de desocupación al final de su mandato se ubicó en 2.17 por ciento, la más baja en la era moderna del País.
La estabilidad
De 2000 a 2006, siendo Presidente Vicente Fox, el primero de un partido diferente al PRI, el PIB medido en paridad de poder adquisitivo superó el billón de dólares, convirtiendo a la economía mexicana en la onceava más grande del mundo, llegando en 2001 a ser la novena, según datos del FMI .
Bajo la presidencia de Fox, el comercio con los Estados Unidos se triplicó desde la firma del TLC, la deuda pública como porcentaje del PIB bajó hasta representar el 5.7 por ciento, y la pérdida de valor del peso sumó 13.7 por ciento.
Fox inició con una inflación de 8.96 por ciento, y dejó su gestión con una tasa de 4.09 por ciento, acumulando en su gestión una tasa inflacionaria de 29.8 por ciento.
El PIB creció en promedio en su sexenio 2.13 por ciento, y la tasa de desempleo se ubicó en 3.47 por ciento.
Incertidumbre
Con Felipe Calderón en la presidencia, cuya gestión inición en 2006 y terminará este año, México ha enfrentado otra severa crisis económica, ésta generada por factores externos, principalmente por su dependencia de la economía de Estados Unidos, que llevó a que en 2009 la economía estuviera en depresión, registrandose una caída anual del PIB de 6.5 por ciento, la más alta en la historia del País, con ello el desempleo creció hasta tasas superiores al 5 por ciento, aunado al incremento de la subocupación e informalidad.
La deuda pública volvió a crecer con Calderón, representando hasta 2011 el 11.34 por ciento del PIB, y la inflación, derivado de una política monetaria restrictiva, acumuló en los primeros cinco años un aumento de 22.08 por ciento, y se estima cierre su gestión con un acumulado de 26 por ciento.
El crecimiento de la economía con Calderón, hasta 2011, promedia 1.5 por ciento, y en cinco años el peso ha perdido poco más de 29 por ciento de su valor.
Expectativas
En 40 años, México ha pasado del desastre en su economía aunque con crecimiento a una etapa de estabilidad pero con poco dinamismo económico, la diferencia entre periodos gubernamentales está en el criterio económico del gobernante, siendo los de perfil estatista los de mayor efecto negativo para la nación.
El País vivió su etapa de mayor incertidumbre, en los periodos de Echeverría y López Portillo, cuyos malos manejos, apegados a posturas conocidas como populistas, con intervención excesiva del Gobierno en los temas económicos, han generado hasta el presente graves daños al desarrollo nacional.
En 2012, en espera de un cambio de Presidente, parece que la decisión debe enfocarse en las propuestas económicas de los candidatos, ya que en ellas se podría detectar el criterio con el que habrán de tomar las decisiones económicas que habrán de repercutir en el bienestar de la población en los años por venir.
EVOLUCIÓN SEXENAL
En cuatro décadas, México ha pasado en su economía de la inestabilidad a la incertidumbre.
PIB
Sexenio Tasa
Echeverría 5.95%
López Portillo 6.48%
De la Madrid 0.30%
Salinas 3.90%
Zedillo 3.67%
Fox 2.13%
Calderón* 1.50%
Fuente: Elaboración de Jesús Homobono Rosas. Cifras de Calderón hasta 2011.
INFLACIÓN
Sexenio Tasa
Echeverría 129.6%
López Portillo 459.0%
De la Madrid 3,710.1%
Salinas 139.1%
Zedillo 226.0%
Fox 29.8%
Calderón* 26.1%
Fuente: Elaboración de Jesús Homobono Rosas. Tasa inflacionaria acumulada sexenal. Cifras de Calderón con estimado al final de 2012.
VARIACIÓN CAMBIARIA
Sexenio Tasa
Echeverría 60.0%
López Portillo 646.3%
De la Madrid 1,437.7%
Salinas 131.8%
Zedillo 79.9%
Fox 13.7%
Calderón* 29.1%
Fuente: Elaboración de Jesús Homobono Rosas. Cifras al ciere de cada sexenio, el de Calderón hasta 2011*.
DEUDA PÚBLICA/PIB
Sexenio Tasa
Echeverría 28.6%
López Portillo 91.6%
De la Madrid 48.9%
Salinas 22.3%
Zedillo 15.9%
Fox 5.7%
Calderón* 11.34%
Fuente: Elaboración de Jesús Homobono Rosas. Cifras al ciere de cada sexenio, el de Calderón hasta 2011*.
DESEMPLEO
Sexenio Tasa
Echeverría 6.7%
López Portillo 4.2%
De la Madrid 3.2%
Salinas 3.6%
Zedillo 2.1%
Fox 3.5%
Calderón* 4.5%
Fuente: Elaboración de Jesús Homobono Rosas. Cifras al cierre de cada sexenio, el de Calderón hasta 2011*.
PARIDAD PESO-DÓLAR
Sexenio Valor Inicial Valor final
Echeverría 12.50 20.00
López Portillo 22.74 149.25
De la Madrid 161.35 2,295.00
Salinas 2,679.50 5,320.00
Zedillo 7,640.00 9,570.00
Fox 9,170.00 10,875.50
Calderón* 10,904.30 13,228.80
Fuente: Elaboración de Jesús Homobono Rosas. Cifras usando los valores sin cambios por nuevos pesos.Los datos de Calderón hasta abril de 2012*.