"Dueñez*Empresaria"

"¿Qué es la relevancia?"
DUEÑEZ* EMPRESARIA
15/11/2015 11:11

    Confundir lo que implica trabajar para recuperar y conservar la relevancia de nuestras fórmulas de negocio puede hacer hoy la diferencia.
    Cuando trataba de explicar el quehacer del Dueño y distinguirlo del quehacer del Gerente, le dije: "La gran diferencia es que el Dueño persigue la relevancia, mientras que el Gerente persigue la eficiencia". Me sorprendí cuando el empresario me contestó: "¿Y qué quieres decir por relevancia?".
    Las fórmulas de negocio que componen una compañía pueden perder vigencia ante el mercado a consecuencia de diversos cambios en su entorno. A la larga cualquiera de ellas va disminuyendo su capacidad de crear valor por un sinnúmero de factores competitivos, económicos, culturales, financieros, tecnológicos, organizacionales o políticos.
    Todas las fórmulas de negocio tienden a la caducidad. Todos los productos marchan hacia la obsolescencia. Todas las propuestas de valor se encaminan a la oxidación. Todos los desarrollos tecnológicos tiran hacia el envejecimiento. Podemos hacer muchas cosas para extender por cierto tiempo una fórmula de negocio que ya avanza hacia la decadencia, pero la solución a final de cuentas radica en la labor del dueño de trabajar en su renovación o reinvención.
    Renovar: los máximos líderes, cómo definimos o concebimos el negocio, productos y formatos comerciales, esquemas logísticos y sistemas de operación, estructuras organizacionales y sistemas de gobierno, identidad corporativa y misión de la empresa. La renovación es la labor fundamental del Dueño. Lo que pierde sentido estratégico para generar, multiplicar o capturar valor habrá de ser renovado para no caer en la irrelevancia, para no deteriorar la significación o trascendencia en términos de creación de riqueza.
    Una fórmula de negocio muy relevante es aquella cuyo producto es muy apreciado, con alta vendibilidad, enorme atractividad por la clientela, gran capacidad de producir crecientes ingresos y márgenes, inmenso potencial de multiplicación y crecimiento, notoria capacidad de producir valor. Las fórmulas de Apple, Microsoft y Google hoy viven su apogeo y crean riqueza como pocas veces se ha visto en la historia. Pero ninguna es eterna. Su preeminencia permanecerá mientras detrás de ellas haya quien las renueve cuando empiecen a perder fuerza y actualidad. Si sus dueños se descuidan, dejarán de ser vigentes y se volverán irrelevantes.
    Kodak, Dell, Nokia, BlackBerry, Sony y muchas más hoy viven su decadencia. Sus dueños no lograron renovarlas a tiempo, y difícil se ve su recuperación. Ahora esa vigencia se les escapa y parecen morir de inanición.
    No es ya un asunto de eficiencia y productividad. Bajar costos, mejorar calidad, optimizar su operación ya no son caminos de salvación de esas compañías. Ésas son tareas gerenciales que producen valor cuando se aplican a una fórmula de negocio vigente y con futuro. Las que pertenecen a aquella lista ya rebasaron las fronteras de la actualidad.
    Es nuestra tarea como empresarios mantenernos alertas a la renovación de nuestras fórmulas de negocio y de cada una de sus partes: fertilización de sus mercados, diferenciación de sus propuestas de valor, posicionamiento de sus marcas, efectividad de sus sistemas de gobierno, eficacia y alineación de sus sistemas y estructuras organizacionales, gestión de sus liderazgos y manejo de sus talentos.
    Este empresario, como tantos, ha montado magníficas operaciones manufactureras que pudieron responder a las necesidades de tiempos anteriores. Esa capacidad manufacturera, para mantener hoy su vigencia, demanda complementarse con renovadas miradas al mercado, esquemas comerciales más innovadores y creativos, modelos organizacionales más flexibles, prácticas de gestión del talento más abiertas y sinérgicas, superior agilidad estratégica, más rápida fluidez de recursos hacia los nuevos proyectos, mayor velocidad de transformación y de cambio.
    De otro modo, el extraordinario montaje manufacturero de esta compañía no encontrará un camino para recuperar su relevancia y se sumará a la lista de empresas que, como las mencionadas, perdieron su momento, y sucumbieron ante la turbulencia del entorno.
    c_dumois@cedem.com.mx
    http://www.cedem.com.mx
    Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM.
    * "Dueñez®" es una marca registrada por Carlos A. Dumois.