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"La empresa social es una realidad"

"Dueñez* Empresaria"

"Dueñez* Empresaria"
DUEÑEZ* EMPRESARIA
16/11/2015 09:10

    No siempre vale más malo por conocido que bueno por conocer.
    Previamente, en el artículo "El concepto de Yunus de empresa social" mencioné cómo Muhammad Yunus, este notable Premio Nobel de la Paz y creador del Banco Grameen, para los pobres, inició las que él llama empresas sociales; mismas que aun teniendo ánimo de lucro, destinan ese lucro sólo al beneficio de los demás, a crecer y a reservas para imprevistos; pero nunca a ganancias de sus dueños, quienes sólo pueden retirar su inversión inicial. De hecho el Banco Grameen presta más de 100 millones de dólares mensuales en préstamos sin garantía de unos 200 dólares en promedio. Yunus nos cuenta:
    "Como cualquier idea nueva, el concepto de empresa social necesita demostración práctica. De modo que yo he empezado a crear empresas sociales en Bangladesh. Algunas de ellas llegaron a ser bien conocidas porque fueron creadas como empresas a riesgo compartido entre compañías Grameen y compañías multinacionales reconocidas mundialmente. La primera de esas empresas fue creada, en el 2005, en conjunto con la compañía lechera francesa Danone (mejor conocida por su yogur Dannon), y está orientada a reducir la malnutrición infantil en Bangladesh.
    ... El éxito de la compañía se juzga cada año no por la cantidad de utilidades generada sino por el número de niños que escapan de la malnutrición en el respectivo año".
    Grameen Danone ha servido como modelo, atrayendo la atención alrededor del mundo. Muchas otras grandes compañías están ahora abordando la organización Grameen para crear empresas sociales. Quieren unir fuerzas con ellos para asegurarse de que lo hacen bien, pues saben que Grameen originó este nuevo concepto; y después, ya con experiencia, llevarán el concepto a otras partes donde exista la necesidad.
    Otras empresas se han unido con Grameen. Veolia, una gran compañía francesa de agua, hoy Grameen Veolia Water Company, se creó para llevar agua potable a las aldeas de Bangladesh donde la contaminación por arsénico es un problema enorme. BASF, de Alemania, ha firmado un acuerdo a riesgo compartido con Grameen para producir en Bangladesh toldillos antimosquitos químicamente tratados. En unión con Intel Corporation, Grameen Intel procura utilizar tecnologías de información y comunicación para ayudar a los pobres de las áreas rurales, por ejemplo dando atención médica donde son escasos los médicos, enfermeras y clínicas. La meta de Grameen Adidas busca garantizar que la gente de las áreas rurales, especialmente los niños, no sufran de enfermedades parasitarias que se transmiten por andar descalzos. Grameen Healthcare está desarrollando un prototipo de salud en las aldeas sacando ventaja de los teléfonos móviles, y muchos otros servicios sanitarios.
    Como lo muestran estas compañías, la empresa social no es sólo una buena idea. Es una realidad que ya está empezando a cambiar positivamente la vida de la gente y atrayendo un serio interés de las más avanzadas corporaciones mundiales. Muchas otras empresas sociales están en camino.
    Dado que una empresa social funciona libre de la presión de obtener utilidades para sus dueños, su ámbito de oportunidades de inversión es mucho mayor que el de las compañías que buscan maximizar utilidades. Éstas tienen que asegurarse de obtener un rendimiento predeterminado antes de proceder a una inversión. En cambio, la decisión de invertir tomada en una empresa social no se basa en la posible utilidad, sino en una causa social. Si esa causa puede crear empleo, proseguirá con la inversión porque sabe que la empresa es autosostenible. Esto les da a las empresas sociales un poder enorme para crear empleos. Pueden incluso invertir con un rendimiento casi de cero, y abrir oportunidades de empleo para mucha gente. En las otras empresas esos empleos no se crearán.
    Diseñar una empresa social es como desarrollar una semilla. Una vez que se ha desarrollado, cualquiera puede sembrarla donde se necesite, y sin los problemas típicos de la competitividad. Como cada unidad es autosostenible, su financiación no es un obstáculo. Ánimo.

    Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM.
    "Dueñez®" es una marca registrada por Carlos A. Dumois.

    c_dumois@cedem.com.mx
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