"El amor a las fiestas"

MAZATLÁN._Quien ha dicho que de las fiestas no se logra nada, está equivocado. A Ricardo Velarde Cárdenas siempre le gustaron las relaciones públicas, su iniciativa de palabra y labor de convencimiento hicieron de él el mejor organizador de fiestas en el bachillerato.
El joven de 28 años nunca imaginó que sería de estas mismas fiestas de donde surgiría su trabajo.
Luego de años de esfuerzo ha logrado abrir cinco bares y un restaurante en la ciudad, además de ser el miembro más joven en ocupar la Presidencia de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantantes y Alimentos Condimentados en Mazatlán.
"En la prepa empecé organizando los eventos y las fiestas para sacar fondos, de ahí le fui agarrando un poquito de amor a la organización de eventos, ya en tercero hice las graduaciones y en la carrera comencé a crear mi empresa de eventos que estaba conformada por amigos de cada escuela. Llegamos a hacer fiestas en las que reunimos hasta 3 mil 500 personas", comenta.
Motivado por la insistencia de su padre, que es contador público, Ricardo ingresó a la carrera de Contabilidad, pero desistió cuando cursaba apenas el primer grado. Su instinto le decía que eso no era lo suyo y que de la organización de fiestas finalmente resultaría algo bueno.
"Yo salí con un perfil distinto, mi trabajo es más en la calle, es de relaciones públicas. Creamos una página de Internet, abrimos la primera revista social en Mazatlán y comenzamos a traer conciertos, de ahí fuimos invirtiendo. En el primer año de carrera me di cuenta de que la contabilidad no era lo mío, mi papá al final lo entendió y terminé estudiando después Administración de Empresas. Mi papá quería que me fuera a estudiar a Monterrey o Guadalajara, pero yo vi en Mazatlán mucho potencial", expresa.
El acercarse a empresarios con experiencia y el apoyo de su familia fueron piezas claves para que Ricardo trazara su camino hacia el éxito.
"Gracias a que en Grupo Cafica me dieron la oportunidad de trabajar, aprendí mucho sobre cómo administrar estos negocios. Allí comencé a los 18 años y cuando tenía 22 ya tenía el cargo de gerente general de los bares. Al principio fue difícil que quienes ya tenían años en la empresa confiaran en mí, pero yo traté que mi trabajo hablara por mí", dice.
Un año más tarde, el joven abrió su primer antro junto con uno de sus amigos y aunque confiesa que fue todo un reto conseguir patrocinios a falta de recursos económicos, finalmente la confianza en sus proyectos y en su capacidad terminaron por convencer a todos.
Un año decisivo para Ricardo fue 2009, mejor conocido como "El Pity Velarde". Con el nacimiento de su hija Natalia Sofía y los sentimientos a flor de piel se aventuró en el mundo de la gastronomía mazatleca, abriendo un restaurante en el Centro Histórico de la ciudad, que lleva tres años en el gusto del público.
Teniendo un trabajo que le demanda más de 16 horas al día, ejercer su papel como padre, esposo, empresario y director de un organismo, no es tarea fácil, pero confiesa que siempre encuentra el tiempo, sólo con organizarse.
Viviendo en un mundo de competencia, cada vez más globalizado,"El Pity" trata de transmitir como mensaje a los jóvenes ser positivos, emprender, confiar en sí mismos y no rendirse ante los obstáculos.
"Uno tiene que saber superar todo. A mí no siempre me fue bien, yo crecí como empresario en época de crisis. Me tocó la influenza, la violencia y la crisis económica, pero son este tipo de cosas las que te hacen superarte, aprendes a superar estos retos. Yo siempre estoy invitando a jóvenes a que se unan a mi equipo de trabajo, jóvenes que tengan ganas de salir adelante, que tengan esa chispa. Quisiera encontrarme con otro "Pity Velarde", manifiesta.

"Uno tiene que saber superar todo. A mí no siempre me fue bien, yo crecí como empresario en época de crisis".
Ricardo Velarde Cárdenas
Empresario joven y Presidente de Canirac