"El arte de recordar"
Todo lo que percibe el ser humano a su alrededor a partir del tercer mes de vida dentro del útero, ya sean hechos, emociones, palabras, imágenes, personas, lugares, olores, sabores, lecturas y sueños constituyen la memoria. Éste proceso funciona como mecanismo de grabación, archivo y clasificación de la información.
Sin duda el cerebro constituye la unidad de almacenamiento más sofisticada que existe, lo que se debe a su amplia capacidad para guardar y ordenar información, así como a la forma de utilizarla. En este contexto la memoria se convierte en la protagonista, ya que es básica para que el resto de las funciones cerebrales se realicen adecuadamente, ésto se debe a que la mayoría de ellas van a utilizar la información que previamente se ha registrado para poder cumplir con sus labores.
Por ejemplo, si se tiene que hacer algún cálculo matemático inmediatamente se "abren los archivos" donde se encuentran almacenados los números y procedimientos para realizar operaciones aritméticas. En el caso del lenguaje sucede lo mismo, pues para emplearlo correctamente de manera automática brotan las palabras aprendidas, las cuales están almacenadas en el registro cerebral.
La memoria va más allá, pues no sólo consiste en guardar información, sino también incluye la capacidad de acceder a la 'base de datos' cuando se necesite. Así como hay recuerdos de las acciones más preciadas, también los hay de sonidos que generan sensaciones agradables, o bien, miedo o angustia.
Tipo de memoria
La memoria tiene diversos grados de retención de la información:
Retención: Permite guardar información nueva a corto plazo, por ejemplo, cuando alguien te proporciona un número telefónico y sin apuntarlo lo marcas al poco tiempo.
A corto plazo: Consiste en registrar y recordar hechos que han sucedido hace varias horas, por ejemplo, acordarse de lo que se desayunó un día antes.
A mediano plazo: En este tipo de memoria la información se mantiene por más tiempo, pues puedes acordarte de sucesos de hace unos cuantos meses o años.
Procedimental: Gracias a este tipo de memoria es posible realizar de manera automática algunas acciones cotidianas, en las cuales la conciencia se vuelve prácticamente inútil. Así, casi sin pensar, te acuerdas de poner el despertador, cerrar con llave la puerta de la casa cuando sales o qué trayecto debes hacer para ir al trabajo.
Declarativa: Está constituida por recuerdos que permanecen en el tiempo y que se pueden revivir voluntaria o involuntariamente; comprende la memoria episódica (está relacionada a sucesos cotidianos) y la semántica (almacena los conceptos aprendidos y conocimientos).
A largo plazo: Almacena acontecimientos que han ocurrido mucho tiempo atrás, como es el caso de sucesos que tuvieron lugar en la infancia.
Olfativa: Se manifiesta cuando percibes un olor que de inmediato te trae recuerdos a la mente de algo que viviste tiempo atrás, los cuales pueden ser agradables o desagradables, y se grabaron porque tuvieron un fondo emocional importante.
Falta de memoria
Es la incapacidad para recordar información personal y acontecimientos recientes y pasados, que puede originarse por estrés, fatiga o depresión, o como consecuencia de golpes en la cabeza, consumo de drogas, edad avanzada y enfermedades que degradan la capacidad mental, como el Alzheimer.
Memoria en forma
* Intenta bañarte con los ojos cerrados; sólo mediante el tacto, localiza las llaves del agua y busca el jabón, champú o crema de afeitar. Tus manos notarán texturas que nunca habías percibido.
* Lee en voz alta.
* Cambie la ruta para ir al trabajo u hogar.
* Haz cosas diferentes: sal, conoce y conversa con personas de diferente edad, ocupación e ideología.
* Experimenta lo inesperado. Usa las escaleras en lugar del elevador o ve al campo a caminar y oler.
* Aprende alguna nueva habilidad, ya sea fotografía, cocina, yoga o estudia otro idioma.
* Practica juegos de salón. Exigen capacidad de concentración, estrategia, memoria y atención, contribuyen a mantener la mente ágil.
* Resuelve crucigramas, estimula las capacidades lingüísticas, agilidad mental y habilidad de cálculo.
*Baila. Danzas como tango y chachachá se caracterizan porque sus pasos son marcados, definidos y profundamente rítmicos
Falta de memoria
Es la incapacidad para recordar información personal y acontecimientos recientes y pasados, que puede originarse por estrés, fatiga o depresión, o como consecuencia de golpes en la cabeza, consumo de drogas, edad avanzada y enfermedades que degradan la capacidad mental, como el Alzheimer.
SÍNTOMAS
* Olvido de acontecimientos muy recientes.
* Pérdida parcial o completa de los recuerdos.
* Confusión.
CAUSAS DE MALA MEMORIA
* Estrés.
* Situaciones emocionales abrumadoras (amenazas, muerte de un ser querido o experimentar los efectos de un desastre natural).
* Golpes en la cabeza.
* Depresión.
* Consumo de drogas y alcohol.
* Envejecimiento.
* Enfermedades que deterioran la actividad mental.
DIAGNÓSTICO
* Se realiza exámenes físicos y psiquiátricos para determinar el origen de la pérdida de memoria.
* Puede ser necesario hacer análisis de sangre y orina a fin de comprobar si es alguna droga o alcohol el factor que la está ocasionando.
PREVENCIÓN
* Trata de evitar las situaciones que afectan el estado anímico.
* La actividad física mejora el flujo de sangre hacia el cerebro, y ello beneficia la memoria.
* Realizar ejercicios mentales.
*Consume alimentos ricos en beta-carotenos. Se encuentra en vegetales color verde oscuro y frutas de color naranja.
Olvidos comunes
Es fácil memorizar lo que nos interesa, especialmente si tiene relación con un pasatiempo, profesión o si están implicados los sentimientos, información que se considera importante. Por esta razón, a tales datos se les reserva un sitio privilegiado en el cerebro, el cual es fácilmente alcanzable por las células cerebrales cada vez que se requiere usarlos.
Además, aunque sean modificados y reinterpretados, los datos relevantes se tienen siempre al alcance de la mano hasta que pierden su importancia, lo que significa que como la información no se vuelve a recordar pasado un tiempo parece desvanecerse porque las neuronas olvidan el recorrido para alcanzarla.
No obstante, hay ocasiones en que nos resulta imposible acordarnos de algún dato y sentimos que lo "tenemos en la punta de la lengua", pero por más intentos que se hacen no es posible recordarlo. Sobre ello, la Dra. Núñez Orozco explica que "hay momentos en que todos podemos tener alteraciones transitorias de la memoria, principalmente al estar cansados, estresados, con demasiados estímulos externos o varias tareas que realizar simultáneamente; entonces, tenemos olvidos, los cuales son completamente normales".
Cabe destacar que en ocasiones, a pesar del esfuerzo y saber que tenemos capacidad suficiente, parece que la memoria no responde, que se niega a trabajar, lo que puede deberse a:
* No dormir el tiempo suficiente (mínimo ocho horas al día).
* Consumo excesivo de alcohol.
*Falta de interés real.
¡Sorprende a tus neuronas!
Se ha comprobado que las personas que leen, practican música o realizan actividades que ejercitan memoria, concentración y raciocinio, tienen mejor comunicación neuronal y sufren menos de Alzheimer y otras demencias.
Hasta ahora se creía que aquellas células especializadas del sistema nervioso que producen y transmiten señales eléctricas en el cerebro, conocidas como neuronas, no volvían a desarrollarse una vez que alcanzaban su madurez.
Sin embargo, muchas investigaciones han descubierto que estos transmisores del cerebro son capaces de crecer en los adultos, ya que el mencionado sistema posee plasticidad neuronal, es decir, que las neuronas pueden reorganizar sus conexiones en respuesta a cierto estímulo, el cual puede ser externo o interno.
Así pues, aunque la neurona no se reproduce, cuando se destruye o muere puede ser sustituida gracias a la proliferación de células vecinas, mismas que es posible estimular con la práctica de ejercicios mentales, el aprendizaje y abandonando prácticas insanas como dormir menos de ocho horas, lo cual merma la actividad cerebral, limitando las capacidades de memorización y concentración.
Asimismo, el estrés, abuso del alcohol, nicotina, cafeína y otras drogas reduce el flujo sanguíneo al cerebro; en cambio, la dieta rica en glucosa, vitaminas B1, B6, B9 y B12, ácidos grasos omega 3 y magnesio es excelente opción para mejorar la salud mental de cualquier persona.
El ejercicio físico es también un buen recurso para estimular la mente, ya que ayuda a combatir la depresión y mejora la capacidad de recordar.
Se considera que el cerebro, al igual que los músculos, si no se utiliza, se atrofia. Por ello se reafirma la necesidad de realizar gimnasia cerebral, actividades que obliguen a pensar, como juegos de mesa y actividades culturales que, mientras se ejecutan, motivan a pensar, el cerebro se mantiene despierto, permiten que la masa gris (tejido del sistema nervioso donde se acumula la mayor cantidad de neuronas) sea más flexible y ágil, lo cual se logra con ejercicios como utilizar la mano contraria con la que usualmente te peinas o escribes, con el fin de estimular al cerebro.
Expertos señalan que se deben sorprender constantemente a dicho órgano, sacar a las neuronas de su "rutina" y presentarles novedades inesperadas y divertidas a través de emociones y sentidos, ya que la actividades repetitivas se vuelven inconscientes, por lo que hacen que el cerebro trabaje "en automático", requiriendo mínima energía e, incluso, al saber dónde está todo, construye un mapa que sigue por simple reflejo.
Para comprobar esto, haz una sencilla prueba: cambia el lugar del bote de basura, así verás la cantidad de veces que tirarás papeles en el sitio donde antes se encontraba.
Alteraciones en la memoria
La memoria, al igual que otros procesos del organismo, no está exenta de sufrir alguna alteración.
"Hay personas que pueden experimentar la llamada amnesia global transitoria, trastorno que bloquea los recuerdos durante varias horas y que puede deberse a alteraciones en la circulación sanguínea del cerebro. En estos casos el paciente puede hablar, caminar y realizar sus actividades, pero no registra lo que sucede", señala la Dra. Núñez Orozco.
Si dicho trastorno no se repite, no deja ninguna consecuencia indeseable en el afectado, pero sí es una llamada de atención de la probable existencia de una falla circulatoria a nivel cerebral; generalmente los afectados tienen factores de riesgo, como presión arterial alta, niveles elevados de colesterol en sangre o diabetes.