"Empresa"

Gómez Urrutia había trabajado en una planta extractiva instalada en el norte del país, con un salario diario de 37.50 pesos. El problema es que la fecha coincidía con la fase posterior a su salida de la Casa de Moneda, cuando según su currícula se había matriculado en la Universidad de Harvard para estudiar un postgrado

Pecado de Napo
La paradoja del caso, en la negativa de la Secretaría del Trabajo a la "toma de nota" en la reelección de Napoleón Gómez Urrutia, es que el principal pecado que se le imputa a éste lo comparte, en tal caso, la propia dependencia.
Estamos hablando de la exigencia, plasmada en la Fracción II del Artículo 42 de la Ley Federal del Trabajo, de acreditar una antigüedad mínima de cinco años como trabajador del ramo, para ser elegible como Secretario General.
Gómez Urrutia llegó al trono por simple herencia de sangre, en la fase previa a la muerte de su padre, Napoleón Gómez Sada.
De hecho, el primer intento de reconocimiento oficial fue rechazado durante la administración zedillista por el entonces Secretario del Trabajo, Mariano Palacios Alcocer.
La "toma de nota" la daría finalmente el foxista, vía el ex Presidente de la Coparmex, Carlos Abascal Carranza, según ello como un guiño para aplacar la rijosidad del Sindicato Minero.
El sí se apuntaló en un simple papel que a título de constancia laboral había otorgado el Grupo Industrial Peñoles de Alberto Bailleres.
Según ello, Gómez Urrutia había trabajado en una de sus plantas extractivas instalada en el norte del país, con un salario diario de 37.50 pesos.
El problema, ¡válgame Dios!, es que la fecha coincidía con la fase posterior a la salida de Gómez Urrutia de la Dirección General de la Casa de Moneda, cuando según su currícula se había matriculado en la Universidad de Harvard para estudiar un postgrado.
Naturalmente, queda la duda si en sus vacaciones el estudiante se ponía el casco para explorar las cavidades subterráneas? por más que llamaría la atención el que se aviniera a un salario tan bajo, tras percibir 120 mil pesos mensuales.
El caso es que, una de dos, Peñoles lo metió de cachirul, o los registros del Seguro Social son como la Carabina de Ambrosio.
El caso es que en la consulta realizada por la Secretaría del Trabajo para analizar el sí o no a la "toma de nota" de la reelección, no aparece el apellido Gómez Urrutia.
Textualmente, el testimonio del organismo tripartita señaló el 2 de junio que "habiéndose consultado los registros de este organismo, se tuvo como resultado que no ha sido afiliado a éste".
Más aún, tampoco sus apellidos aparecen en los registros del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda para los Trabajadores, por más que en este caso la constancia es más cautelosa, al señalar que "no cuenta con relación laboral vigente".
Lo inaudito del asunto es que la Secretaría del Trabajo de la era Abascal no haya realizado una consulta idéntica como previsión.
El caso es que la conciliación alcanzada le rendiría otros frutos a Gómez Urrutia. Así, el propio Abascal avaló la integración a un fideicomiso del entonces Banco Inverlat de los 55 millones de dólares que había desembolsado el Grupo Industrial Minera México como pago por el 5 por ciento de las acciones de Mexicana de Cobre y Minera de Cananea.
Los recursos, como usted sabe, debían prorratearse entre los trabajadores de la firma que habían aceptado el desmantelamiento de su contrato colectivo en la fase previa a su privatización.
Lo inaudito del asunto es que el propio Abascal avalaría posteriormente la disolución del fideicomiso sin haber cumplido cabalmente su cometido.
Los recursos se fueron a las cuentas del sindicato.
Lo demás usted lo conoce de sobra.

Balance General
La noticia es que el ex Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, Santiago Levy, acaba de publicar un libro en inglés, en el que realiza la crítica más severa hasta hoy contra el esquema asistencialista del gobierno, de Carlos Salinas a Felipe Calderón.
El título lo dice todo: "Buenas Intenciones, Malos Resultados: la Política Social del Gobierno Mexicano ("Good Intentions, Bad Outcomes. Social Politicy, Informality and Economic Grout in Mexico").
Los obuses apuntan fundamentalmente a esquemas como el Seguro Popular que, a juicio del ex funcionario, ha propiciado la comodidad de la informalidad.
El 50 por ciento de la población económicamente activa nada en la economía subterránea.
El gobierno, pues, incentiva el salto.
Como usted sabe, Levy fue contratado por el Banco Interamericano de Desarrollo como economista en jefe, habiendo ascendido rápidamente a Vicepresidente de Finanzas, es decir, el eje para la evaluación de los créditos.
El libro se presentará en los próximos días en el Club de Industriales.

Hora cero
Por aquellas cosas raras de la vida, el destino de las solicitudes de amparo que plantearon el Consejo Coordinador Empresarial y la Coparmex contra la reforma electoral que implicó modificaciones a la Constitución, se perfilará esta mañana? al ventilarse una Acción de Inconstitucionalidad planteada por el Partido Convergencia.
La razón es simple: la organización política se fue a la raíz, en tanto las cúpulas apuntaron a las ramas.
El reclamo de Convergencia habla de violación a la Ley de Reforma de Estado que exigía la concurrencia de todas las fracciones políticas en el Congreso en la formulación de ordenamientos afines, con la novedad de que se excluyó a los partidos chicos, en violación, además, del Artículo 14 de la Constitución.
Más aún, se habla de que los únicos órganos facultados para ventilar el sí o no a nuevos ordenamientos eran la Cámara de Diputados o el Senado de la República, con la novedad de que la iniciativa se planteó ante la Comisión Permanente? en su último día de sesiones.
El albazo lo dio el coordinador de la fracción priista en la Cámara Alta, Manlio Fabio Beltrones.
El acto es contrario al Artículo 41 de la Constitución.
Ahora que derribar el nuevo escenario reclama el voto de al menos ocho de los 11 ministros, con un handicap en la mesa: anularlo implicaría dejar sin efecto los nombramientos de los nuevos consejeros del Instituto Federal Electoral, y aún el del contralor de éste.
El volado está en el aire.

¡Arrancan!
En lo que se plantea como la punta de lanza, o si lo prefiere la tónica para el escenario inmediato, los trabajadores de Volkswagen están exigiendo un incremento salarial de 13.3 por ciento en su revisión contractual en puerta.
De no llegar a un arreglo, la huelga estallaría el 18 de agosto.
Ahora que ese mismo mes se planteará un emplazamiento por la misma vía contra Petróleos Mexicanos, cuyas exigencias sindicales aún se analizan.
A su vez, en octubre llegará la revisión en el IMSS.

albertobach@yahoo.com.mx;barrancoalberto@prodigy.net.mx