"Empresa"

"¡Milagro!"

    De creerle a los panegiristas de Mexicana de Lubricantes, la firma ha logrado una hazaña empresarial con perfil de milagro, al revertir en los últimos tres años una catarata de pérdidas que la había colocado al borde del precipicio.
    Un caso de éxito, pues, para análisis de las escuelas de negocios de Harvard, el Tecnológico de Monterrey o el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas.
    Del infierno al paraíso… en la antesala de revertirse la privatización parcial de la firma productora de aceites y lubricantes a favor de su socio minoritario, Petróleos Mexicanos.
    Se diría, pues, que la compañía propiedad mayoritaria de la Impulsora Jalisciense, cuyo socio principal es Salvador Martínez Garza, sacó la casta en el último minuto… para multiplicar el precio de su 51 por ciento.
    Lo que no pudo lograr en 16 años, pese a un escenario de escandalosas ventajas, entre ellas la exclusividad de venta de sus productos en la cadena de gasolinerías de la paraestatal y la explotación de una marca ajena a título gratuito, lo alcanzó al cuarto para las 12 de regresar la estafeta.
    La sospecha, empero, habla que se está inflando el balón para justificar una operación que en comunión con los contratos firmados, debió haber llegado sin más trámite hace más de una década.
    De acuerdo a éstos, Petróleos Mexicanos reasumiría el control de la firma al alcanzar ésta tres años consecutivos de pérdidas, con la novedad de que ocultó sus estados financieros a su socio.
    De hecho, en el camino se plantearon 60 litigios judiciales contra Mexicana de Lubricantes, cuya catarata le costó a la paraestatal entre 5 y 6 millones de dólares anuales.
    En la larga lista de querellas se ubica, por ejemplo, una colocada en la mesa en el 2005 que planteó Pemex Refinación para exigir la publicación de una convocatoria para la celebración de una Asamblea General Ordinaria de Accionistas… que finalmente se realizó en agosto, culminando con la destitución de Martínez Garza como presidente del Consejo… con la novedad de que éste se amparó.
    Más allá, la propia filial de Pemex planteó, con sustento en el Contrato de Coinversión firmado en 1993, apoyo judicial para ejercer su derecho de compra de la mayoría de las acciones de la firma, con la novedad de que perdió el pleito ante la falta de seguimiento de sus abogados.
    En abundancia, se emplazó a MexLub a un juicio ordinario mercantil en la propia exigencia de una asamblea general ordinaria de accionistas, que durante tres años se gastó en la etapa de ofrecimiento y desahogo de pruebas.
    Se diría que a Pemex, otra vez, le faltó enjundia… o le sobraron complicidades.
    Y si le seguimos, en el 2006 se requirió judicialmente al despacho de auditores externos de MexLub, Price Waterhouse Coopers, la entrega de los estados financieros de ésta correspondientes a los años 2001 al 2005, obteniéndose una copia simple de los de 2001, 2002 y 2003, lo que obligó a entablar un nuevo juicio en relación al resto.
    El pleito se mantiene en tribunales.
    Ahora que en el 2003 se le pidió al despacho KPMC Cárdenas Dosal una auditoría integral para verificar la certeza de los números, la revisión de litigios, contratos, escrituras públicas, constancia de bienes gravámenes y posibles deudas laborales.
    El caso es que al siguiente año de su privatización la empresa empezó a arrastrar pérdidas. Estamos hablando de 391 millones de pesos, que un año más tarde se redujeron a 127… para revertirse en 1996, con una ganancia de 40.
    Ahora que en 1990 se alcanzó otra pérdida de 167 millones, para alcanzarse en los años siguientes ganancias raquíticas de 11, 8 y 6 millones de pesos.
    A partir de ahí se ocultaron los datos.
    Qué importa si la operación de venta se pactó a precio de quiebra; si se le permitió cubrir los pagos en abonos chiquitos, apalancándose en algunos casos, o que se le otorgó una inaudita exclusividad para vender sus productos en la red de gasolinerías de la paraestatal por 20 años, bajo la marca MexLub, propiedad de la empresa Bardhal.
    Más aún, pese a las trampas para ocultarle sus estados financieros al socio minoritario, Mexicana de Lubricantes recibió en 1999 una prerrogativa más: la explotación, bajo la misma línea de exclusividad, de la marca Akron, integrada por 13 productos.
    ¿Otra estafa de Pemex?

    Balance General
    Una de las principales vertientes por las que correrá el Programa Económico Emergente que planteará el PRI en los próximos días, será la fijación de candados para evitar el subejercicio de los presupuestos de inversión del Gobierno.
    La intención habla, incluso, de fincarles responsabilidades a los funcionarios responsables.
    De acuerdo a fuentes empresariales, hasta hoy las obras de infraestructura anunciadas por el Gobierno bajo la presunción del mayor gasto en la materia de la historia, mantienen un subejercicio del 80 por ciento.
    En algunos casos ni siquiera existen reglas para lanzar las licitaciones correspondientes.
    El dardo apunta directo a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

    Guerra de gaseras
    En lo que podría constituir el inicio de una guerra entre gaseras, un grupo de éstas prepara una denuncia ante la Comisión Federal de Competencia contra el Grupo Soni, al que se acusa de obstaculizar la posibilidad de libre competencia.
    La firma opera en el estado de Morelos con etiqueta de dominante.
    De hecho, hace cuatro años le cerró el paso con chicanas judiciales a la compañía Gas del Valle de Toluca, pese a que la calidad del servicio ofrecido era muy superior, incluido un respaldo tecnológico a la clientela.
    De hecho, se culpa al grupo encabezado por Salvador Oñate, quien es en paralelo presidente del Banco del Bajío, del incendio de siete autotanques de la compañía rival.
    El grupo consta de siete empresas: Gas de Cuautla, Gas de Cuernavaca, Gas de Morelos, Gas del Sol, Gas Modelo, Gas Primavera e Hidrogas de Cuernavaca.

    Gruma lo logró
    Colocado en la cuerda floja hace unos meses al transparentarse las operaciones que había realizado en el mercado de derivados por 726.6 millones de dólares, el Grupo Maseca logró un acuerdo de reestructura con sus acreedores que le permitirá restañar sus heridas.
    El arreglo permite alargar el vencimiento de un crédito bancario sindicado de 3 mil 600 millones de pesos del 2010 al 2019.
    El grupo lo liderea el banco BBVA.
    Al mismo tiempo, se logró un acuerdo similar con el Banco Nacional de Comercio Exterior.
    Atrás quedó, pues, la pesadilla.

    albertobach@yahoo.com.mx;barrancoalberto@prodigy.net.mx

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!