Pactada en enero pasado la venta de la distribuidora de medicinas Casa Saba a los fondos One Global Equity Fund y Pharma Equity Global Fund, la operación, siete meses después, no se ha hecho efectiva, pese al visto bueno de la Comisión Federal de Competencia Económica otorgado un mes después.
Prevista la venta en una cantidad no develada, ésta quedó atrapada en un litigio de sucesión hereditaria promovido por los hijos del que fuera dueño de la empresa.
Estamos hablando de Moisés Saba Raffoul, conocido por años como "El señor de los dineros".
Excluido del testamento Moisés Saba Ades, el hijo mayor, los activos quedaron en poder de sus hermanos Manuel y Alberto Saba Ades.
Sin embargo, la sucesión no descartó a los nietos del empresario, hijos del primogénito, quien inició una batalla legal.
Heredera la empresa de Casa Autrey, en su momento la principal distribuidora de medicinas en el País, sus propietarios debieron venderle a Saba al enfrentar una serie de litigios fiscales en Altos Hornos de México.
La Comisión Federal de Competencia le dio un plazo de seis meses a la vendedora para cerrar la transacción.
El problema es que el escenario le pone ruido a otra de las transacciones que pactó la empresa, involucrando en este caso sus cadenas de farmacias en México y Chile.
Las primeras operan como Benavides; las segundas como Ahumada.
La cadena del País alcanza mil sucursales, operando la franquicia maestra GNC, que distribuye productos y artículos para la salud en Chile y Brasil.
La nómina conjunta es de siete mil 800 empleados.
La venta, pactada en ocho mil 300 millones de pesos, se realizó a la empresa británica Alliance Boots.
La transacción enfrentó varios problemas. De entrada, había una demanda por parte de un grupo de socios minoritarios de Farmacias Ahumada, matriz de Farmacias Benavides, quienes acusaban a Casa Saba de violar el artículo 98 de la Ley del Mercado de Valores, al adquirir el 100 por ciento de éstas.
La acusación concreta hablaba de que no se les consultó si ejercían su derecho de tanto, es decir si aceptaban entrar a la operación o le vendían las acciones a la empresa.
Dicho con todas las letras, se cambió la estructura accionaria sin tomarlos en cuenta.
Casa Saba, a decir de los quejosos, debió haber colocado en la mesa una oferta pública de adquisición.
La querella se planteó en un juzgado de Monterrey.
Lo curioso del caso es que, pese a ello, Casa Saba convocó a una asamblea general ordinaria de accionistas de Farmacias Benavides para aprobar dividendos por 170 millones de pesos.
En su defensa, la empresa dijo que no tenía por qué haber colocado una oferta pública de adquisición por el 100 por ciento de la cadena, dado que la operación que le dio mayoría se realizó en Chile.
Al año pasado, Casa Saba arrastraba un débito de nueve mil 529 millones de pesos.
Por lo pronto, parte del negocio de Casa Saba, la distribución de publicaciones, se paralizó el año pasado, en la espera de la venta de la empresa.
Y por lo pronto, el pleito que hoy se da en la familia podría adquirir visos internacionales sí la empresa británica siente que la propiedad estaba en entredicho.
Tanto Casa Saba como Farmacias Benavides cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores.
Moisés Saba Raffoul inició su fortuna en el negocio inmobiliario.
Se frenó la venta de Casa Saba.
Balance general
Ante la intención de Petróleos Mexicanos de reincidirle los contratos vigentes a Oceanografía, el juez del concurso mercantil de la compañía Felipe Consuelo Soto, ordenó a la empresa productiva de Estado mantenerlos intactos para evitar acelerar la debacle.
El alegato de la ex paraestatal apuntaba al incumplimiento, dado que sin sus barcos estelares la compañía de Amado Yáñez había incumplido con la ruta crítica para la construcción de un petroducto submarino y el mantenimiento de plataformas en la Sonda de Campeche.
Anteriormente el propio togado había resuelto que se levantara la suspensión a la compañía para poder seguir obteniendo contratos.
El paréntesis de Oceanografía se decretó ante la falta de cumplimiento de la empresa en la entrega de fianzas para garantizar contratos.
El argumento del juez Consuelo Soto es que los 27 contratos en vigor están en la masa crítica de la quiebra de la compañía.
Temblor en Banorte
Prevista para el mes próximo una asamblea de accionistas del grupo financiero Banorte, en cuya agenda se ubica sólo la discusión para reparto de dividendos, ésta se podría salir de control de plantear los accionistas minoritarios el relevo como presidente de Guillermo Ortiz.
La disidencia, como usted sabe, la encabezan los herederos del fundador del banco, Roberto González Barrera, quien antes de fallecer vendió gran parte de sus acciones para rescatar a su empresa estelar, el Grupo Maseca, de un bache financiero en que había caído en 2008.
Actualmente el 90 por ciento de los papeles están pulverizados en la Bolsa Mexicana de Valores, manteniéndose como principales tenedores en lo individual la viuda de González Barrera, Graciela Moreno, y sus cuatro hijos, así como Roberto González Alcalá.
La hija mayor, Graciela, está casada con el banquero Carlos Hank Rhon.
El gobierno del emporio lo mantiene un consejo de administración integrado por 15 miembros, el 53 por ciento de los cuales son independientes...
Meollo del asunto
El punto central, el eje, el epicentro del asunto de Caminos y Puentes Federales de Ingresos, es que ésta desdeñó una oferta altamente competitiva de mil 600 millones de pesos para operar su tarjeta de prepago IAVE, otorgándole el contrato a una firma a la que le pagará cuatro mil.
La diferencia, pues, es de más del doble.
Los números están en el acta levantada por la testigo social, a quien la paraestatal encabezada por Benito Neme Sastré pretende quemar en leña verde.
Recicla la Bolsa
Separado de Banamex por su presunto involucramiento con la mano laxa que permitió otorgarle prestamos multimillonarios en dólares a la empresa Oceanografía, sin verificarse la autenticidad de los pagos pendientes por parte de Pemex que exhibía, hete aquí que la Bolsa Mexicana de Valores acaba de contratar a Roberto González Barrera.
El ex funcionario bancario no tiene relación alguna de parentesco con el fundador del Grupo Maseca.
Mexicanos en la pelea
Entre las cartas mexicanas que participarán en la ronda uno para licitar 109 campos petroleros están el Grupo Alfa y el Grupo México.
El primero apunta hacia los campos maduros que desdeña Pemex; el segundo a los que se ubican en aguas someras, con perspectiva de rápida explotación.
La empresa ha encargado la construcción de una plataforma marítima.
Alfa había ganado licitaciones para explorar y explotar hidrocarburos en los campos de San Andrés y Tierra Blanca, Veracruz.
albertobarrancochavarria0@gmail.com