"Hilos rotos apaga sus maquinas"

Jesús Homobono Rosas

Los altos costos y la dificultad de cimentar la fuerza laboral hicieron inoperable la planta

En 1997 el Gobierno de Sinaloa realizó un viaje a China para atraer inversionistas que generaran nuevas oportunidades de hacer negocios en Culiacán, se encontraron con un grupo de empresarios interesados en la instalación de una planta textil, su idea era producir hilos de algodón ante la demanda que existía en el mercado americano.
Hubo pocos empresarios sinaloenses que estaban dispuestos a participar en ese tipo de inversión, no se contaba con antecedentes en la operación de este tipo de fábrica y la vocación laboral no se inclina por la actividad industrial.
Fue entonces cuando al estimar una buena oportunidad de negocios, los hermanos Coppel Luken, encabezados por Enrique, tomaron la decisión de coinvertir con el grupo oriental y crear Sinomex, la empresa que en Sinaloa produciría un hilo de calidad mundial.

Los inicios
Enrique Coppel Calvo, hijo de Enrique Coppel Luken, narra la historia de la empresa que le tocó dirigir, recordando que en sus inicios la industria vivía uno de sus mejores años.
"En ese tiempo había una buena oportunidad y los números eran muy bonitos, 1997 y 1998 fueron los mejores años en la industria textil, todo estaba creciendo cuando se inició la fabrica en diciembre de 1998", comentó.
La planta de Sinomex se ubicó en un terreno de 40 mil metros cuadrados, con 20 mil metros cuadrados de construcción, al sur de Culiacán, muy próxima al desarrollo urbano La Primavera.
"Esta planta estaba diseñada para una capacidad de producción de hilo de alrededor de 6 mil toneladas por año, con 30 mil 720 husos de anillo que operarían sin parar los 365 días del año", dijo.

Generadora de empleos
Coppel Calvo relató que la planta generó más de 350 empleos permanentes, y en sus inicios 50 fueron para personal de origen chino, quieres tenían la experiencia en la operación del tipo de maquinas que se usan en la industria textil.
"Hubo una asociación entre chinos y nosotros, ellos pusieron las maquinarias y conocimientos y nosotros aportamos la planta y el dinero para operar, la inversión inicial poco más de 12 millones de dólares", recordó.
Comentó que Sinomex llegó a exportar por un tiempo el 60 por ciento de su producción de hilos, principalmente a Los Ángeles donde había muy buenos clientes.

Los costos de operación
Enrique Coppel relató que operar una planta en Sinaloa de la magnitud de Sinomex es muy costoso, ya que la energía eléctrica tiene tarifas más altas que otras regiones.
"La empresa para operar requería de un consumo de más de 1 millón 350 mil Kilowatt/hora. de energía por mes y una demanda facturable de 2 mil 100 Kw, por ello se llegó a pagar cerca de 2 millones 400 mil pesos de energía eléctrica".
Además añadió Coppel, el algodón que representaba su principal insumo presentó también un importante aumento en su precio.
"La materia prima tiene precios en dólares, al principio en las primeras pruebas se usó algodón local, pero este no es de la calidad adecuada para el tipo de hilado que nosotros queríamos hacer, después del primer año el algodón empezó a importarse de Estados Unidos, era un algodón mucho más fino y clasificado y eso nos quitaba muchos problemas en el proceso".
Sinomex, aseguró Coppel Calvo, llevó su producción hasta un 92 por ciento de eficiencia, pero aun
así el costo la hacía irredituable, sobretodo por los excesivos gastos de energía eléctrica.

La tecnología
Para Sinomex operar con tecnología china fue un reto importante, se requería de personal que supiera su manejo, y en la región es difícil encontrar personal con los conocimientos necesarios.
"Uno de los problemas más importantes fue el personal, ya que aquí en Sinaloa no existen industrias textiles y no existe personal capacitado para este giro, en Sinomex teníamos que capacitar a las personas por 4 ó 5 meses y hasta entonces la persona podía dar frutos y si se salía de la empresa perdías todo ese tiempo", recordó.
Coppel Calvo reconoció que en la empresa se cometieron algunos errores, principalmente al no modernizar la maquinaria que desde su instalación tenía un retraso tecnológico.
"El principal error que nosotros tuvimos fue que los chinos tenían su maquinaria que a comparación con la de otras plantas era obsoleta, tenía 10 años de atraso tecnológico, entonces nuestros principal error fue que en ese tiempo debimos haber comprado maquinas 10 años más modernas, eso hubiera sido la diferencia que nos hubiera elevado con eficiencia la producción".

Ceder el control
La empresa valoró la pertinencia de seguir operando al observar que la inversión no rendía los frutos esperados, pero para evitar el cierre se optó por rentarla para que otra empresa la operara.
"En el 2003 íbamos a cerrar la planta porque no nos estaba dando dinero, pero tuvimos un cliente que es el dueño de Almacenes García, quien produce la marca Óptima, que tomó el control de Sinomex, nos la rentaron durante 5 años, hasta noviembre de 2008 cuando se cerró por completo".
Coppel Calvo recordó que la decisión de cerrar la fabrica fue motivada por los costos de electricidad, pues en Sinaloa estas plantas además de los motores, requieren operar con aire acondicionado ya que el algodón y el proceso de lino necesitaba una humedad y una temperatura especifica, de lo contrario el hilo se rompe.
"Nosotros entregamos la fábrica con recibos de 1 millón 200 mil pesos al mes, después a ellos los recibos les llegaron por 2 millones 400 mil pesos, el costo de la electricidad subió mucho, con estos costos la industria textil en Sinaloa nunca podrá desarrollarse".

Las pérdidas
A Enrique Coppel Calvo, quien se desempeñaba como director general de la empresa le hubiera gustado intentar hacer de Sinomex un gran negocio, pero nunca se pudo producir hilo a un precio competitivo y las pérdidas generadas hacían complicada el mantenerla operando.
"Las pérdidas se fueron dando cada año, teníamos problemas de calidad y cuando empezó la mala situación para la industria, nuestros clientes dejaron de pagar, teníamos muchas cuentas por cobrar, también se presentó el problema de la fluctuación del precio del algodón, que se cotiza en el mercado de futuros, en los inicios de Sinomex estaba a 40 centavos la libra, pero llegó a cotizarse en 90 centavos".
Recordó que se logró mejorar la calidad de la producción, así como el incremento de la misma, pero se presentó una severa crisis en el sector que hizo insostenible a la empresa.
"En el 2000 se fue todo hacia abajo, eliminaron los aranceles a las importaciones de textiles de Estados Unidos y de ahí en adelante comenzó el desvanecimiento de la industria, muchas fábricas en México cerraron, dejando sin empleo a mucha gente".

Instalaciones útiles
Para Enrique Coppel no todo es pérdida, la inversión realizada en las instalaciones de Sinomex pueden tener otro uso, ya que cuenta con todo la infraestructura en buenas condiciones físicas.
"Estamos viendo si al Ayuntamiento de Culiacán o al Gobierno de Estado les interesa hacer el Centro de Exposiciones aquí, es una área que tiene aire acondicionado, que tiene todo listo, sólo se tendrían que hacer algunas modificaciones y desde nuestro punto de vista es lo conveniente". 

Desmantelamiento
Sinomex tuvo 10 años de vida, inició a producir hilos en 1998 y apagó sus máquinas en 2008, con su cierre se esfumó el sueño de desarrollar una nueva industria en Sinaloa.
"Ahorita lo que se está haciendo es desmantelar la planta, se consiguió a 4 personas que se dedican a comprar maquinaria usada y ya están llevándose todas las máquinas", expresó Coppel Calvo.



12
millones de dólares se invirtieron en Sinomex
6
mil toneladas por año fue la capacidad de producción
2
millones 400 mil pesos, costo mensual de energía eléctrica.

365
Días al año operaba la empresa.

30
mil 720 husos de anillo, tamaño de la fábrica textil.


"Nosotros entregamos la fábrica con recibos de 1 millón 200 mil pesos al mes, después los recibos llegaron por 2 millones 400 mil pesos, con estos costos la industria textil en Sinaloa nunca podrá desarrollarse".
Enrique Coppel Calvo
Ex director General de Sinomex