Iniciamos ayer la semana con una jornada lateral en la mayoría de los mercados bursátiles del mundo. El mercado de valores estadounidense perdió el impulso positivo mañanero para concluir un lunes mixto, sin noticias, pero dando la cara a una importante semana en novedades económicas. El SP500 presentó su quinta caída en seis días, mientras que el Nasdaq, que por unos momentos había logrado abandonar el bear market, fue la cuarta. El Dow, por su parte, lleva tres alzas en cuatro días.
El retroceso sucede luego que el Nasdaq y SP500 concluyeran el viernes su tercera semana de ganancias consecutiva. Con pocos datos dados a conocer ayer, los inversionistas se posicionan de cara a la inflación al consumidor e inflación al productor de Estados Unidos, que será dada a conocer esta semana. El mercado está a la expectativa de que los precios, aunque se mantengan en récords de cuatro décadas, muestren una desaceleración respecto del mes previo, lo que podría significar que el alza de precios llegó a un pico y podría empezar a desacelerar.
Esos datos, junto con el reporte de empleo mucho mejor a lo esperado de la semana pasada, ayudarán a completar el panorama sobre las próximas decisiones que tomará la Reserva Federal, donde aún se espera que pueda elevar por tercera vez 75 puntos base la tasa de interés. También pudo influir el tono de la sesión la aprobación en la cámara alta estadounidense de un paquete relacionado con cambio climático y salud, que pretende, entre otras cosas, combatir la inflación, así como comentarios de líderes regionales de la autoridad monetaria sobre el panorama inflacionario. La continuidad de la guerra en Ucrania, las sanciones contra Rusia y los ejercicios militares de China cerca de Taiwán como represalia por el acercamiento de la isla con Estados Unidos, seguirán siendo factores relevantes hacia adelante.
En México, las bolsas aceleraron el paso el lunes tras concluir cerca de mínimos del año y su peor semana en dos meses, ante compras de oportunidad y a la espera de actualizaciones económicas locales y regionales. Los indicadores presentaron su primera alza en tres días y su tercer mejor desempeño desde hace más de once semanas. Pese a ello, los índices locales están 16 por ciento debajo de los máximos históricos marcados en abril. Sin datos locales, probablemente los operadores también tomaron en cuenta el proyecto de ley estadounidense relacionado con salud, cambio climático y que además busca combatir la inflación.
El mercado también se posiciona de cara a la siguiente decisión de Banco de México, que probablemente elevará su tasa de interés esta semana y los analistas esperan que sea en 75 puntos base. A propósito de la política monetaria, los inversionistas verán de cerca el índice de precios al productor y consumidor de Estados Unidos, que podrían influir la visión de la Reserva Federal y sus próximas decisiones. Hacia adelante, los inversionistas evaluarán datos como la confianza del consumidor en Estados Unidos, el crecimiento económico de Reino Unido, la producción industrial y ventas de tiendas departamentales en México.
Respecto a mercados energéticos, tenemos que los precios del petróleo subieron por segundo día al hilo y se alejaron de su menor nivel en seis meses, en medio de los temores de una recesión que podrían afectar las perspectivas de demanda. El precio del contrato de septiembre del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, subió 1.97 por ciento para ubicarse en 90.76 dólares, mientras que el precio del contrato de octubre del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, subió 1.82 por ciento para llegar a los 96.65 dólares el barril.
Según los analistas, las presiones a la baja siguen estando relacionadas con las preocupaciones por posibles recesiones en Estados Unidos y Europa, a la par de un mayor debilitamiento económico en China. En este sentido, China, el mayor importador de crudo en el mundo, dijo que importó 8.79 millones de barriles por día de crudo en julio, nivel por encima del mínimo de cuatro años en junio, pero aún 9.5 por ciento menos que hace un año, de acuerdo con datos de aduanas. Además, las refinerías chinas redujeron las reservas en medio de los altos precios del crudo y los débiles márgenes internos, incluso cuando las exportaciones generales del país ganaron impulso.
En temas cambiarios, el peso mexicano alcanzó su nivel más fuerte desde finales de junio, a la espera de información económica de relevancia sobre el futuro de la política monetaria en Estados Unidos y en México. De acuerdo a los registros de Banco de México, el peso mexicano ganó poco más de 15 centavos para cerrar en 20.26 unidades por dólar en su modalidad interbancaria. Mientras que el Índice Dólar, o DXY, el cual rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, bajó 0.2 por ciento para colocarse en 106.43 unidades.
El dólar estadounidense retrocedió tras las ganancias obtenidas después del reporte de empleo de Estados Unidos del pasado viernes y ahora espera datos de inflación que den más pistas sobre los próximos pasos de la Reserva Federal. Por su parte el peso mexicano se mantuvo estable a la espera de la reunión de política monetaria de Banco de México, de la cual se espera un alza de 75 puntos base. Dependiendo de los resultados de la Junta de Política Monetaria de esta semana en nuestro país, una política monetaria más restrictiva podría fortalecer al peso mexicano, llevándolo a romper el soporte de 20.20 pesos por dólar. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes
Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.
