Arturo Damm Arnal
Las dificultades cederán y la recuperación, que no será ni inmediata ni homogénea, comenzará.
Hay dos variables cuyo comportamiento conocemos en tiempo real, índice bursátil y tipo de cambio, que suman ya dos meses con resultados positivos. En enero y febrero la bolsa de valores perdió 12.7 y 9.3 por ciento; en marzo y abril ganó 8.5 y 11.6. El tipo de cambio, en enero y febrero, se devaluó 3.6 y 5.6 por ciento; en marzo y abril se revaluó 5.9 y 2.2.
Cierto, no todo en economía es mercado bursátil y cambiario, pero la recuperación no se dará homogéneamente, lo cual quiere decir que se dará primero en algunos mercados para, luego, irse extendiendo hacia a otros.
Los datos disponibles en materia de índice bursátil y tipo de cambio nos permiten ver de qué manera repercute, en ciertos mercados, el brote de la influenza humana. En abril, del 1 al 30, la bolsa de valores terminó ganando 11.6 por ciento, ganancia que del 1 al 24, hasta antes de que se declarara la epidemia, fue del 15.1 por ciento. A lo largo de la última semana de abril, lunes 27 a jueves 30, el índice bursátil perdió 3 por ciento. ¿Por qué? Porque una noticia como la del brote de una epidemia es la señal para que los participantes en el mercado bursátil, sobre todo los especuladores, salgan a vender, lo cual da como resultado que la oferta de acciones sea mayor que su demanda, lo cual a su vez ocasiona la baja en su precio.
Con el tipo de cambio sucedió algo parecido. A lo largo de abril, del 1 al 30, el peso se revalúo frente al dólar 2.2 por ciento, revaluación que no fue constante a lo largo del mes. Del 1 al 16 el tipo de cambio pasó de 14.30 a 13.22 pesos por dólar, lo cual dio como resultado una revaluación de 7.6 por ciento y el menor tipo de cambio en lo que va del año. Del 17 al 30 el tipo de cambio pasó de 13.22 a 13.99, lo cual dio como resultado una devaluación de 5.8 por ciento. ¿Por qué? Porque una noticia como la del brote de una epidemia es la señal para que los participantes en el mercado cambiario, sobre todo los especuladores, salgan a comprar dólares, razón por la cual la demanda resulta mayor que su oferta, siendo el resultado un aumento en el precio de la divisa.
Entre las cifras que, por su comportamiento favorable, vale la pena destacar, están las remesas que, a lo largo del primer trimestre del año, con relación al mismo período del año anterior, registraron una caída de 4.9 por ciento. Sin embargo, después de haber decrecido, en términos mensuales, 11.7 por ciento en enero, crecieron, en febrero y marzo, 15 y 16.7. Las cifras fueron: enero, mil 568 millones de dólares; febrero, mil 803 millones; marzo, 2 mil 104 millones, todo lo cual apunta en la dirección correcta.
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