"Pulsaciones económicas"

"Salario mínimo, ¿Cuál es el problema?."
06/11/2015

    Arturo Damm Arnal

    (Segunda de tres partes)
    ¿Por qué el salario mínimo es, en México, literalmente mínimo, 51.02 pesos diarios, cuando, de acuerdo a los propósitos que le dieron origen, debería ser suficiente para la satisfacción de las necesidades básicas del trabajador y sus familiares, para lo cual se requiere un salario mínimo diario de 320 pesos, dinero suficiente para comprar la canasta básica, salario mínimo que tendría que ser 625 por ciento mayor que el vigente? ¿Por qué el salario mínimo es literalmente mínimo?
    Buena parte de la explicación la encontramos, uno, en la inflación que padecimos de 1971 al 2000 y, dos, en el manejo abusivo que se hizo (y se sigue haciendo) de los aumentos a los salarios mínimos, que se usaron (y se siguen usando) como "anclas antiinflacionarias". Vamos por partes.
    Entre enero de 1971 y diciembre de 2000 se acumuló en México una inflación del 381 mil 051 por ciento - ¡sí, la cifra es correcta: 381 mil 051 por ciento! -, años en los cuales, sobre todo a partir de 1977, el salario mínimo no hizo otra cosa más que perder poder adquisitivo: durante el sexenio de López Portillo (1976-1982) el salario mínimo perdió 31.2 por ciento de su poder adquisitivo; a lo largo de la administración de De la Madrid (1982-1988) la pérdida fue de 40.2; durante el gobierno de Salinas de Gortari (1988-1994) el salario mínimo perdió 19.5 por ciento de su poder de compra, pérdida que en el sexenio de Zedillo (1994-2000) fue de 22.9 puntos porcentuales.
    No fue sino hasta el sexenio de Fox (2000-2006) cuando el salario mínimo recuperó poder de compra: 4.2 por ciento en todo el sexenio, poca recuperación, insuficiente desde cualquier punto de vista, en 2006 el salario mínimo alcanzó para comprar, únicamente, el 30 por ciento de lo que compraba en 1970, pero recuperación al final de cuentas.
    ¿Qué pasó durante el primer año del Gobierno de Calderón? Se otorgó un aumento al salario mínimo de 3.9 por ciento, de tal manera que si la inflación resultó (la cifra la dará a conocer el Banco de México el miércoles 9) menor al 3.9, el salario mínimo habrá recuperado poder de compra, poco, muy poco, pero recuperado al final de cuentas. Si la inflación resultó mayor el salario mínimo habrá perdido poder adquisitivo.
    (Dicho sea de paso. Hay quienes afirman que en México no hay quien gane el salario mínimo, lo cual no es cierto: el 15 por ciento de la población ocupada, 4 millones 500 mil personas, gana hasta un salario mínimo.)
    Independientemente de la inflación que se alcanzó en aquellos años, pero por obra y gracia de la misma, los aumentos concedidos a los salarios mínimos fueron, una y otra vez, a partir del sexenio de López Portillo y hasta el Gobierno de Zedillo, menores que la inflación esperada, y ello explica la pérdida en su poder adquisitivo, práctica que sigue vigente. ¿Cómo se fija hoy el aumento al salario mínimo? ¿En función de la productividad del trabajo? No, ¿entonces? En función de la meta de inflación fijada por el Banco de México.
    Continuará.

    E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx

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