Saber gobernar la empresa: Las ventajas competitivas que brinda del gobierno corporativo
Mayrata Conesa
Por lo general, las empresas (ya sean grandes, medianas o pequeñas) no se cuestionan si deben contar con un consejo de administración o no. Muchas veces, este órgano existe como parte de la estructura corporativa, pero no figura, en realidad, como un consejo actuante; y las asambleas de accionistas sólo se elaboran en papel.
Es importante preguntarse si resulta conveniente o no, contar con un consejo de administración, especialmente en el caso de las empresas pequeñas y medianas, ya sean éstas negocios familiares o compañías conformadas por unos cuantos socios no familiares. Clasificaremos a las anteriores en dos tipos:
Empresas verticales: fueron creadas por una sola persona que, en algún momento, fue un microagente económico privado y, a partir de ahí, creció y construyó su propia empresa. Hoy en día, éste tiene una familia que participa o empieza a involucrarse en el negocio.
Empresas horizontales: las constituyeron varias personas, y todas participan en la administración de la empresa, pero sin orden ni estructura.
Por más grandes y exitosos que sean los fundadores, en algún punto la realidad se encargará de superarlos. En algún momento les será imposible decidir acertadamente sobre todo lo que su empresa requiera para seguir siendo competitiva y crecer con eficiencia y rentabilidad. Además, al igual que todos los seres vivos, los fundadores morirán, y forzosamente alguien más deberá hacerse cargo del negocio. El gobierno corporativo y su consejo de administración facilitan la sucesión y, por lo tanto, aseguran que la empresa siga con vida. Llegar a cualquiera de los dos momentos referidos, sin contar con un consejo de administración, suele tener consecuencias adversas para las empresas.
En el caso de la participación de la familia en la empresa, ese problema consiste básicamente en identificar al sucesor y, en muchas ocasiones, reconocer qué es mejor para el rumbo y permanencia de la organización.
De acuerdo con mi experiencia, en la mayoría de los casos será de mayor utilidad tener un consejo de administración integrado por la cabeza de la empresa, por sus sucesores y por consejeros independientes, que proporcionen opiniones objetivas e imparciales y que permitan aumentar las posibilidades de permanencia y crecimiento de la compañía.
Entre los miembros del consejo de administración, además de los especialistas en finanzas, planeación estratégica, mercadotecnia, comercial, recursos humanos, tecnología de la información, logística etcétera, es muy recomendable incluir a hombres de negocios de reconocida capacidad, ya que, gracias a su visión y experiencia empresarial, podrán ofrecer soluciones basadas en nuevas perspectivas, aquéllas que, de cierta forma, eluden a quienes están inmersos en el trabajo del día a día.
El consejo de administración, como parte de la figura de gobierno corporativo, no puede considerarse como optativo por ninguna empresa que desee permanecer y expandirse. Generalmente, habremos de interactuar con familiares y no familiares y, tarde o temprano existirá conflicto. Es muy importante contar con el gobierno corporativo y que, su órgano máximo, que es la asamblea general de accionistas, participe de manera activa en las asambleas y pida cuentas al consejo de administración conforme a su mandato de accionistas; y éste, a su vez, exija al director general las acciones que permitan asegurar la continuidad del negocio, que se establecieron en la planeación estratégica para ejecutar el mandato.
Con el propósito de asegurar la obtención de los beneficios otorgados por el gobierno corporativo, éste mismo deberá actuar a través de su consejo de administración, para que la información de la sociedad sea más útil, oportuna y confiable, y para definir la visión estratégica de la sociedad, vigilar su operación, aprobar su gestión e incluso, dar certidumbre y confianza a los inversionistas y terceros interesados en la conducción honesta y responsable de la empresa; esto mediante el establecimiento y promoción de políticas, procesos y procedimientos para la operación.
La mayoría de las empresas que han trascendido la generación de su creación, ya sean empresas familiares o no, fundan su éxito y competitividad en implementar la figura del gobierno corporativo, asumiendo cada uno de sus integrantes los roles que les corresponden de acuerdo con su organigrama y teniendo como propósito principal anteponer los intereses de la empresa a los intereses particulares, tomando decisiones colegiadas y de aportación de valor la continuidad y competitividad del negocio.
Es importante señalar que, dentro de la estructura de gobierno corporativo, deben establecerse comités intermedios que apoyen las funciones del consejo de administración, las cuales deben enfocarse en áreas clave, como son: el comité de auditoría, riesgo y cumplimiento, evaluaciones y compensaciones, finanzas y planeación y todas aquellas áreas que sean necesarias para evaluar, coordinar y controlar las operaciones de la empresa.
En pocas palabras, la función del gobierno corporativo asegura que las empresas sean eficaces en cuanto a sus resultados y, por lo tanto, sean exitosas y sustentables. Tener una guía que permita estructurar y ordenar el negocio, conforma la base para la permanencia, el crecimiento y, sobre todo, para la competitividad de la empresa, en este exigente mundo global.